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La secuela
Autor: Luis Javier Garrido
Fuente: La Jornada
Fecha: 02/05/2003

Título Original:

La ocupación estadunidense de Irak amenaza con prolongarse muchos años, pero el saldo que está dejando para el mundo entero es aterrador y compromete el futuro de todos los pueblos, en especial de Latinoamérica.

1. La consecuencia inmediata de la ocupación impune ha sido enviar al mundo el mensaje de que el grupo que se apoderó del poder en Washington no tolerará gobiernos que no acepten crear las condiciones jurídicas y políticas para el libre control de sus riquezas estratégicas, de su banca y de su comercio por parte de las grandes trasnacionales, y que por encima de principios y reglas del orden jurídico internacional hará valer su poderío con criterios geopolíticos, recurriendo a la fuerza para imponer su dominio en lugares que estime más resistentes.

2. El mundo del siglo xxi se abre bajo el signo de la intolerancia y del rechazo a quienes defienden su derecho a otras formas de organización social o se oponen al monetarismo. El modelo neoliberal, tras haberse impuesto en forma desordenada y como ensayo, hoy se impone de manera totalitaria, buscando desmantelar a los estados nacionales y establecer control absoluto de las corporaciones, en especial las de origen estadunidense, sobre los recursos energéticos y las riquezas estratégicas del planeta, así como terminar con los principios que han sostenido el derecho de pueblos y comunidades a dichos recursos básicos o a cualquier tipo de beneficios sociales, y tras la invasión de Irak esa intransigencia es cada vez mayor.

3. Las palabras no habían sido nunca tan prostituidas como al inicio de este nuevo siglo, y el establecimiento de un régimen de intolerancia se hace en nombre de "la democracia", de "la libertad" o de "la lucha contra el terrorismo". John Ashcroft dio muestra de ello al acusar a los sindicatos estadunidense de "estarle haciendo el juego a Saddam Hussein", por el hecho de que plantearon su inconformidad ante diversas medidas sociales. Y aquí en México, Vicente Fox y el PAN pretenden que las modificaciones regresivas a la Constitución mexicana en materia de energéticos, para entregar los recursos de la nación a las trasnacionales, constituyen "el cambio" y que quienes se oponen a dichas medidas constituyen "un freno".

4. El ejército estadunidense sigue bombardeando Afganistán y cometiendo matanzas de civiles en Irak como hizo en dos ocasiones en Fallujah, pero la política de amenazas y chantajes se ha intensificado ante la pasividad de todo el mundo, y nuevos países se agregan a la lista de Bush, desde Sudán y Libia hasta Venezuela, aunque todos supongan que las baterías del Pentágono están abiertamente dirigidas contra Cuba por la intensa campaña en los medios y que no puede engañar a nadie. Washington busca crear las condiciones para su invasión a Cuba y para eso le sirven instancias políticas, no jurídicas como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y gobiernos cómplices e intervencionistas como el de México.

5. La invasión a Irak ha dejado una fascistización de amplios sectores de la sociedad en todas partes, en particular en los grupos de poder en Estados Unidos, que no han dudado en justificar el modelo neoliberal y el papel del Pentágono. El argumento de incontables "intelectuales" y editorialistas estadunidenses no deja duda: Washington tiene una misión histórica que cumplir, dicen, porque la influencia del imperialismo es "necesaria" para el mundo.

6. En el interior de Estados Unidos las consecuencias de lo que el pueblo parece estimar como "un triunfo" del bien contra el mal, no podían ser más deplorables. En lo político Bush ha intensificado su discurso belicista y con creciente extravío mental y moral desliza amenazas en todas las direcciones, como hizo ayer desde el portaviones USS Abraham Lincoln al anunciar que ya hay libertad en Irak, sin tener freno de ningún tipo a sus políticas, ni de parte del Partido Demócrata ni de la prensa, que han actuado en abierta complicidad con sus decisiones sin importarles el genocidio perpetrado, y en consecuencia parece encaminarse hacia su relección en 2004. Y en lo social el pueblo estadunidense parece cada vez más controlado por los medios, que practican abiertamente la censura, y dispuesto a aceptar restricciones a sus derechos individuales y el desmantelamiento de lo que queda del Estado de bienestar, en las políticas más antisociales que ha tenido ese país desde la presidencia de Herbert C. Hoover (1929-1934), todo en nombre de una guerra que se hizo por y para las trasnacionales pero que se le dijo fue para protegerlo del terrorismo.

7. El proceso que se ha intensificado en las relaciones internacionales tras la guerra es abrir aún más la vía para el uso de la fuerza. La invasión de Irak hizo añicos el orden normativo internacional con la complicidad de Kofi Annan y de la mayor parte de los gobiernos, terminando con la expectativa de que Naciones Unidas pudiese ser un espacio legítimo para resolver los conflictos. Durante abril, cuando México presidió el Consejo de Seguridad, los emisarios de Fox (Derbez y Aguilar Zinser) lograron evitar que se votara que era una guerra ilegal y la condena de Washington, y cumplieron las exigencias de Bush de reducir al mínimo las sesiones y que no se convocara a la Asamblea General para evitar una discusión abierta.

8. La invasión deja en una crisis mayor a los partidos políticos de todo el mundo y en especial a las fuerzas de la izquierda oficial. Los partidos socialdemócratas, carentes de una propuesta alternativa al neoliberalismo, no dieron una respuesta contundente ante los hechos, y mientras los dirigentes de algunos, como el Labour Party inglés, fungieron como valets del Partido Republicano, los de otros se quedaron en declaraciones vagas sobre "la paz", como los peronistas argentinos o los líderes del PRD y del PRI de México, y no exigieron el retiro inmediato de Washington ni condenaron a Bush y su camarilla.

9. Los medios audiovisuales quedaron desprestigiados por completo, pues pretendieron transmitir la guerra "en vivo" y nadie se enteró de las acciones bélicas, porque las ocultaron para encubrir los actos criminales del ejército estadunidense, aceptaron la censura y terminaron en propagandistas del Pentágono, de manera que la credibilidad de la CNN o de la NBC y la CBS es nula.

10. Los pueblos tienen hoy más claro lo que viene y se ha entendido que ante "la nueva cruzada" que anuncian los exégetas del neoliberalismo, existe un nuevo espíritu de resistencia.

 

 

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