La otra historia de la doctora Huda Ammash a quien EEUU llama “doctora Antrax”
Las fuerzas militares de ocupación de EE.UU. en Irak detuvieron recientemente a la Dra. Huda Sali Mahdi Ammash, una científica iraquí. South End Press, editorial de la Dra. Huda Ammash, en un comunicado de prensa, ha sugerido que "puede existir una motivación política para su detención". La Dra. Ammash publicó un trabajo, revisado por sus colegas, "La polución tóxica, la Guerra del Golfo, y las sanciones", en una antología "Irak bajo sitio" (South End Press, edición sin fecha, 2002), redactada por Anthony Arnove. El co-editor de la antología, Alexander Dwinell dijo: "Estamos indignados por la detención extralegal de la Dra. Ammash por EE.UU. y sus planes para interrogarla. Exigimos que la Dra. Ammash sea liberada inmediatamente". Agregó: "El gobierno de EE.UU. está tratando de silenciar la franca crítica de la Dra. Ammash por el papel de EE.UU. al causar cáncer y otras enfermedades en Irak por su propio uso de armas biológicamente dañinas tales como el uranio radioactivo empobrecido".
En su trabajo, "Polución tóxica, la Guerra del Golfo, y las sanciones", la Dra. Ammash examina los efectos en la salud pública del uso por EE.UU. de uranio empobrecido durante la primera Guerra del Golfo Pérsico, la diseminación de campos electromagnéticos en el medio ambiente, la contaminación química, y la masiva destrucción de la estructura de Irak. Su evaluación del efecto general es que las acciones de EE.UU. son en gran parte responsables por el deterioro de la salud pública en Irak. Escribe: "Las tasas de mortalidad iraquíes han aumentado significativamente, y el cáncer representa una importante causa de mortalidad, especialmente en el sur y entre los niños." Este punto de vista es compartido por otros científicos y expertos.
Según detalles biográficos disponibles de diversas fuentes, la profesora Ammash nació en 1953 en Bagdad. Obtuvo su B.Sc. en biología en la Universidad de Bagdad en 1975 y su M.S. en Microbiología en la Universidad de Texas, Denton, Texas. En 1983 obtuvo su Ph.D. en Microbiología en la Universidad de Missouri, en Columbia, Missouri, EE.UU. Fue elegida como miembro de la Academia Islámica de Ciencia (IAS) en 2001. Tuvo una distinguida carrera académica y profesional en Irak. Sirvió como Decano del Colegio de Educación para Mujeres, Universidad de Bagdad, y como Decano de la Facultad de Ciencias (1995-1997). Sus publicaciones incluyen: "Impacto de la Polución de la Guerra del Golfo en la propagación de las enfermedades infecciosas en Irak" ((Soli Al-Mondo, Roma 1999) y "Polución electrónica, química, y microbiana resultante de la guerra y el embargo y su impacto en el medio ambiente y la salud", (Journal of the [Iraqi] Academy of Science, 1997).
Las fuerzas de ocupación de EE.UU. han colocado a la Dra. Ammash entre los 55 funcionarios iraquíes más buscados. La Dra. Ammash es hija de Saleh Mahdi Ammash, un antiguo vicepresidente, ministro de defensa y miembro de la dirección del partido Baaz. Fue ejecutado, se dice, por orden de Sadam Husein en 1983.
Las autoridades de EE.UU. no han dado razón alguna para la detenciòn de la Dra. Ammash. Fue mostrada en la televisión iraquí el 27 de marzo sentada en la misma mesa que Sadam Husein. Esto no puede ser razón suficiente para su detención. El que se asista a una reunión con un dictador de un país atacado por una superpotencia extranjera no es un crimen. Donald Rumsfeld no tuvo ningún escrúpulo en asistir a una reunión con Sadam Husein durante la máxima brutalidad del régimen.
EE.UU. no ha logrado encontrar ninguna evidencia concreta de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Los arrestos de científicos y técnicos iraquíes pueden constituir un intento de (a) amañar alguna evidencia circunstancial de un programa iraquí de desarrollo de armas de destrucción masiva, (b) ponerle sordina a la crítica de la ocupación por EE.UU. por parte de investigadores y científicos iraquíes, y (c) sofocar todo el potencial tecnológico y científico de Irak durante años. Puesto que EE.UU. no ha dado motivos para la detención de la Dra. Ammash, sólo se puede especular sobre las razones para su detención.
Sin embargo, las autoridades de ocupación tienen la obligación según el derecho internacional de respetar las reglas y procedimientos de la Convención de Ginebra. EE.UU. ha mostrado un comportamiento permanente de desprecio por las leyes y normas internacionales a menos que sirvan sus propósitos. Por lo tanto, el pueblo de Estados Unidos tiene que llevar a las autoridades de ocupación de EE.UU. a que por lo menos respeten las normas mínimas aceptables de las naciones civilizadas. La comunidad progresistas debe exigir la liberación incondicional de la Dra. Huda Ammash como parte de su campaña para que se termine la ocupación ilegal de Irak por EE.UU.
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