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`Perdería EU respeto por acción unilateral`: Paul Kennedy
Autor: Nathan Gardels
Fuente: Global Viewpoint
Fecha: 28/02/2003

Título Original:

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En una entrevista exclusiva con Global Viewpoint, el historiador de la Universidad de Yale, Paul Kennedy, autor de Ascenso y Caída las Grandes Potencias , afirma que las grandes convenciones internacionales están en peligro por las acciones del país que las ayudó a crear. Algunos fragmentos.

¿Están en crisis la OTAN, Europa y la ONU? En retrospectiva, ¿puede el 11 de septiembre ser el equivalente histórico del asesinato del archiduque Ferdinando en Sarajevo en 1914, que desató la primera guerra mundial?

- Definitivamente estamos presenciando una "explosión de fisuras" en el sistema internacional que, al igual que en 1914, ya no se adapta a nuestra realidad. Es posible que las tensiones que enfrentamos hoy no tengan nada que ver con la realidad que Occidente enfrentó desde finales de los 40 y hasta principios de los 90. Vivimos en un mundo diferente.

Pero no es la primera vez. Hace siete años, mis colegas del Centro de Estudios de Seguridad Internacional de Yale examinamos cómo los políticos enfrentaron el extraordinario flujo de asuntos internacionales turbulentos registrados entre 1917 y 1923, luego entre 1944 y 1948 y después en fechas posteriores a 1989: tres periodos de grandes cambios. Quizá deberíamos añadir una fecha: la etapa posterior al 11 de septiembre.

Pero la diferencia respecto de 1914 es que es muy poco probable que los errores de hoy nos lleven a una guerra mundial entre grandes potencias. En 1914, los serbios (que equivalen al Irak de hoy) eran protegidos de la Rusia imperial. Actualmente, si Estados Unidos decide castigar a Irak por medios militares, no existe otra gran potencia que pueda o quiera intervenir.

Esa es la razón de la importancia de los debates dentro del Consejo de Seguridad. La fuerza casi ilimitada de la única potencia está siendo coartada por las convenciones internacionales que, irónicamente, ese mismo país ayudó a establecer. Y si la gran potencia decide no aceptar ser limitada, el sistema cambiará para siempre. Las similitudes son que, de la misma forma que entre 1908 y 1914 Europa central se colapsó debido a la guerra, algunas instituciones, como la ONU, la OTAN y especialmente la Unión Europea, podrían resentir daños severos e incluso derrumbarse.

En cuanto a la ONU, Francia y Estados Unidos deben analizar su responsabilidad histórica. Si el Consejo de Seguridad se divide en cuanto a Irak, ¿cómo esperar que funcione en otra crisis internacional? Pero es la OTAN la organización más inútil, o al menos la más necesitada de una reforma a fondo. No tiene un propósito central y el poder militar lo ejerce casi exclusivamente Estados Unidos.

En cuanto a la Unión Europea, la situación es verdaderamente mala. Lo último que necesita en este momento es iniciar luchas intestinas de la forma en que lo ha venido haciendo durante el último mes. Tenemos a Gran Bretaña contra Francia y Alemania; a Polonia y la República Checa contra Francia, a Italia, España, Gran Bretaña y otros seis contra Francia y Alemania; y a París advirtiendo a los nuevos miembros de la UE y a los aspirantes a ella que no deben alinearse con Estados Unidos.

Esto es patético. Confirma la afirmación de los "halcones" estadounidenses de que Europa es "inútil", y retrasa la integración de Europa en otros campos. Quizá la Unión Europea haría bien en no perseguir una política exterior durante algún tiempo. ¿Por qué no, por ejemplo, volver a revisar las políticas agrícolas que han fallado, y dejar los asuntos internacionales a la ONU y la OTAN, que sí tienen un papel central en este asunto?

Si Estados Unidos inicia la guerra sin el apoyo de la ONU, ¿quién perderá mayor legitimidad de los dos?

- Ambas partes perderán. Estados Unidos perderá credibilidad y respeto, y la ONU perderá credibilidad y respeto entre los estadounidenses y el gobierno de ese país. Si la guerra es breve, otros países buscarán formas de limitar la fuerza estadounidense y el Consejo de Seguridad perderá confianza. Si la guerra va mal, Estados Unidos cargará con la culpa y habrá una reacción en contra de sus propios ciudadanos, posiblemente un regreso al aislacionismo.

La situación se parecerá a la de Gran Bretaña y Francia en el canal de Suez en 1956. Durante esa crisis, el premier británico Anthony Eden dijo que el presidente egipcio Gamal Abdul Nasser era "otro Hitler"; en este momento, la Casa Blanca presenta a Saddam Hussein como otro dictador fascista.

Pero un ataque poco prudente contra Irak no significará que Estados Unidos habrá logrado su objetivo. Es razonable pensar que su posición se debilitaría, no en cuanto al poder militar sino por otros dos motivos: el daño que se infligiría a sí mismo, ya sea con una rápida victoria o una campaña sangrienta, y el daño que causaría al sistema internacional, a las relaciones trasatlánticas, al destino político de aliados y especialmente a la credibilidad de la ONU. En resumen, no vale la pena pagar ese precio, sin importar lo abominable que sea Hussein. Existen otras formas de contenerlo.

Finalmente, hay que resaltar que las analogías históricas son efectivas hasta cierto punto. La historia no se repite de manera exacta. Pero las analogías históricas sirven para pensar, "¿somos como Neville Chamberlain?, ¿somos como Lyndon Johnson y Vietnam?". No somos como ninguno de ellos, pero es útil analizar esos casos.

© 2003 Global Viewpoint

 

 

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