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Estados Unidos dice que la ONU podría repetir los errores de los ’90
Autor: David E. Sanger
Fuente: New York Times
Fecha: 11/03/2003

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Washington, 10 de marzo – La Casa Blanca declaró hoy que el fracaso del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de actuar contra Irak no sólo abaracaría los errores cometidos en los ’90, sino que también alentaría a Corea del Norte e Irán en su carrera por construir arsenales nucleares.
Sin embargo, detrás de la escena, el presidente Bush telefoneó a todo el mundo tratando de conseguir el apoyo para una nueva resolución del Consejo de Seguridad que autorice el uso de la fuerza si Irak no se desarma para el 17 de marzo.
Pero ese esfuerzo fue complicado por una declaración del presidente de Francia Jacques Chirac que “independientemente de las circunstancias, Francia votará no”. Planteó inequívocamente que vetaría cualquier nueva resolución que abra el camino a la guerra. Rusia, también en miembro permanente con poder de veto, se hizo eco de esta posición. Temiendo una derrota en el Consejo de Seguridad, Gran Bretaña –aparentemente con la aquiescencia reticente de la administración Bush- corrió a ofrecer compromisos que podrían inducir a los miembros del consejo indecisos a votar a favor de la acción militar. La principal es la presentación de una lista de los “puntos” específicos de desarme que Saddam Hussein, líder de Irak, tendría que cumplir para evitar la guerra.
“Lo que la gente nos está pidiendo es que definamos más precisamente para ellos, qué es lo que nos permitiría decir, sí, está cooperando, o no”, dijo hoy el primer ministro Tony Blair. Uno de estos puntos, dijo, sería si Irak le permitió a sus científicos ser entrevistados fuera del país.
Se habló de llevar la cuestión a votación el martes, pero esa idea fue descartada tan pronto los funcionarios se dieron cuenta qué profundas que eran las divisiones. Ahora, se podría planificar una votación para el miércoles, pero lo más probable es que se estire hacia el fin de semana.
Gran Bretaña también está considerando extender el plazo más allá del 17 de marzo, ya que muchas naciones indecisas dijeron que eso sería esecial. Es incierto cuánto más se extendería el plazo. Gran Bretaña puede estar considerando una extensión de una o dos semanas, dijeron los funcionarios, mientras que las naciones indecisas preferirían algo más cercano a un mes.
Los funcionarios de la administración está buscando una mayoría de 9 votos de los 15 miembros del Consejo para evitar alimentar el desprecio por Estados Unidos si Irak es invadido y para proteger a Blair de una reacción política en el parlamento sobre la participación británica en cualquier ofensiva.
“Es un problema mayor para Blair que para nosotros”, dijo un oficial senior norteamericano, explicando por qué la administración parecía repentinamente abierta al compromiso. “Hay mucho en juego”, dijo el funcionario. “Pero nadie sabe cuánto retraso está dispuesto a digerir. No lo dijo, excepto probablemente a su círculo más íntimo”.
El vocero de la Casa Blanca no hizo nada hoy para minimizar el compromiso, diciendo que “Hay ideas que están siendo exploradas”, y agregando, “ Es demasiado pronto para decir en que fecha exacta será”.
Pero, Bush se econtró hoy atrapado entre los aviones de guerra ya en camino y su deseo de autoridad moral que le daría una votación mayoritaria del Consejo –incluso si esa votación fuera formalmente zozobrada por un veto de Francia o Rusia. El declaró que no es necesaria ninguna otra acción de las Naciones Unidas para un ataque, e insistió la semana pasada que Irak planteaba una amenaza a las Estados Unidos tal “que realmente no necesitamos el permiso de nadie”.
Hoy en La Haya, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtió que la acción militar norteamericana contra Irak en ausencia de aprobación del Consejo “no estaría en conformidad con la Carta de la ONU”.
Los asesores de Bush afirman que no se impresiona por estos argumentos, agregando que también está perdiendo la paciencia con las Naciones Unidas. Además, varios expertos en ley internacional también rechazaron la advertencia de Annan, diciendo que las resoluciones previas que exigen el desearme iraquí ya preveen la suficiente autoridad legal para la guerra.
El secretario de prensa de Bush, Ari Fleischer, no hizo ningún esfuerzo para minimizar la brecha entre la Casa Blanca y las Naciones Unidas –claramente una de las más graves desde que se fundó la organización después de la segunda guerra mundial. Esencialmente argumentó que Bush estaba en su derecho de crear una organización alternativa, ad hoc, a partir de cualquier coalición de naciones que pueda reunir- para hacer cumplir las pasadas resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el desarme iraquí.
“Si las Naciones Unidas no actúam eso significa que no será el organismo internacional que desarme a Saddam Hussein”, dijo, “Otro organismo internacional lo desarmará”.
Esta fue la primera vez que Fleischer u otro funcionario de la administración ha intentado igualar la autoridad del Consejo de Seguridad con la de una “coalición voluntaria” de la que Bush ha hablado en varias ocasiones. Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que sin embargo, el presidente no tenía intenciones de retirarse del Consejo.
“Hay muchas vías para formar coaliciones internacionales”, dijo Fleischer más tarde. “El Consejo de Seguridad de la ONU es sólo una de ellas”.
Acusó al Consejo de permanecer mudo en los ’90 durante las matanzas en los Balcanes y Ruanda. Planteó que si “uno juzga la legitimidad por la cual actuó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, entonces pensaría que sería necesario restaurar a Slobodan Milosevic en el gobierno, porque ha sido removido sin la aprobación del Consejo de Seguridad”. Del mismo modo, argumentó, una vez que Hussein sea derrocado, “el pueblo de Irak sabrá a quién agradecer”. En el Consejo de Seguridad, los miembros parecían imperturbables por las preguntas norteamericanas sobre un avión zángano iraquí, descubierto por los inspectores, que podría dispersar antrax u otros agentes biológicos. Estados Unidos argumentó que el zángano podía viajar más rápido de los permitido bajo las resoluciones de las Naciones Unidas, y que su descubrimiento fue subestimado por Hans Blix, uno de los jefes de inspectores de armas, en su presentación del viernes. Blix dijo hoy, “Irak debería haber declarado ese vehículo”. Pero dijo que no estaba claro si el avion prentendía lanzar armas químicas o biológicas, o si excedía el alcance limitado a 92 millas. Entre los líderes que Bush llamó hoy en busca de votos estaban el presidente Jiang Zemin de China –que no ofreció ningún apoyo y parecía estrechamente alineado con Francia y Rusia- y el primer ministro Junichiro Koizumi de Japón. También habló con el presidente Thabo Mbeki de Sudáfrica y el Sultán Qaboos de Oman. Esta tarde, habló con el primer ministro José María Aznar de España, uno de los autores de la nuevo resolución norteamericana-británica-española, y con el líder del partido gobernante turco, Recep Tayyip Erdogan. Bush espera que Erdogan encabece el esfuerzo para revertir la negativa del parlamento turco de permitir a las tropas norteamericanas que usen a Turquía como base para invadir el norte de Irak.
Gran parte del esfuerzo diplomático está ahora centrado en los tres países africanos que actualmente están en el Consejo de Seguridad –Camerún, Guinea y Angola. Francia los estuvo llenando de atenciones y un funcionario norteamericano teme que “estalle una guerra de apuestas” por sus votos.
El primer ministro de Pakistán, Mir Zafarullah Khan Jamali, dijo esta noche que sería “muy difícil para Pakistan apoyar una guerra contra Irak”, pero se detuvo poco antes de declarar que su país votaría contra Estados Unidos. Otros funcionarios, hablando en privado, dijeron que Pakistan ha decidido abstenerse, lo que sería un revés para Bush y su relación con el presidente Parvez Musharraf.

 

 

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