ENGLISH | FRANCAIS | PORTUGUES

 

Volver
Hacia un futuro glorioso
Autor: Molly Ivins
Fuente: La Jornada
Fecha: 14/03/2003

Título Original:

Molly Ivins. Columnista en más de 300 periódicos y autora de tres best seller sobre la política actual en Estados Unidos.

Muy bien, apúntenme para el programa de George W. Bush. Me subo al camión. ¿Quién queda todavía por ahí a quien podamos insultar, ofender, sobornar, chantajear, amenazar, intimidar, espiar telefónicamente o enfurecer por cualquier otro medio?
De veras costó trabajo lograr que los canadienses, famosos por su flema, realmente se enojaran con nosotros. Nuestro último gesto en ese sentido fue rechazar con desprecio su propuesta de transacción que alargaba por unos días el ultimátum fijado por la versión británica-estadunidense. Luego, cuando nuestra versión no levantó el vuelo como esperábamos, resolvimos conceder una demora de unos días por cuenta propia, pero por supuesto sin el desprecio.
Después, para contribuir algo más a las festividades de "lancemos la Semana de los vecinos de al lado", comenzamos a presionar a Vicente Fox. Nuestro embajador en México, Tony Garza, dijo: "¿Se aplacarán las actitudes estadunidenses con medios pasos o tres cuartos de paso? Lo dudo". Por ahí se citó la declaración de un "diplomático" anónimo estadunidense de que "se agitarían los sentimientos" de este lado de la frontera si México vota contra nosotros, ¿y acaso México "desea atizar la hoguera del chovinismo en tiempos de guerra?"
El presidente Bush precisó: "No preveo que haya una retribución significativa del gobierno (¿qué es significativa?), pero podría haber una reacción como ese interesante fenómeno que está ocurriendo aquí en Estados Unidos respecto de los franceses, esa airada reacción antifrancesa que no está provocada por nadie más que la propia gente". Para los que se oponen a Estados Unidos "habrá cierto sentido de disciplina".
Bush con cadenas y traje de cuero. ¿Por qué debería importarnos que la abrumadora mayoría del pueblo mexicano se opone a la guerra? Al diablo con la democracia en México... estamos luchando por la democracia en Irak. Así somos nosotros: si no nos dan lo que queremos es que están con los terroristas. Quien cuestione cualquier cosa que hagamos está apoyando a Saddam Hussein y el disenso es traición. Me encanta.
El siguiente en la lista es Tony Blair, primera baja en esta guerra. Qué acto tan inteligente, malquistarnos con nuestro aliado más cercano. Bonita acción de Donald Rumsfeld, insinuar que no podemos confiar en los británicos, quienes por cierto ya tienen 45 mil soldados en Medio Oriente.
Ya irritamos al Papa, y ahora tenemos una leve rencilla con Israel. Maravilloso. Pero todavía no se nos ocurre nada con Paraguay. ¿Qué tal si hacemos algo para molestar a los paraguayos?
Podríamos hacer que Rumsfeld pronuncie una de sus declaraciones de estadista, algo así como "nada, qué, Asunción vale madres". ¿Y por qué dejar fuera a Malí? Malí es un nombre ridículo para un país. Se trata de divertirse. Insultemos también a algunos negritos del Pacífico sur, digamos los de Tonga. Y no olvidemos a los escoceses: esos tipos se ponen faldas. Y Burkina Faso, ese sí que es el colmo: sólo a un tarado se le ocurriría ponerle Uagadugu a su capital. Je je. Esto es más divertido que la secundaria.
El martes, un periodista francés observó con horror: "¡Mon Dieu! Bush ha convertido en héroe a Jacques Chirac. ¡A Jacques Chirac!" Qué pequeño taumaturgo es George W. Bush. Tiene ese poder de obrar milagros.
Apenas es posible encomiar lo suficiente la valerosa acción del Comité de Administración de la Cámara de Representantes de rebautizar a las papas a la francesa como "papas a la libertad" en la cafetería de la cámara. En estos tiempos críticos es bueno saber que podemos contar con los representantes republicanos. Seguro les darán un par de lecciones a esos claudicantes micos comedores de queso. (Caray, amigos, ¿de veras tenían que lanzarles esa bola a los franceses? Debe ser la pitchada más lenta de la historia.)
Eso vino a sumarse a las insípidas bromas antifrancesas que los republicanos intercambiaron en público durante una audiencia con Colin Powell. Sólo como información, actualmente hay 6 mil soldados franceses en servicio para mantener la paz en Afganistán y los Balcanes. Puesto que realizan esa vigilancia en lugares donde sin duda preferirían no estar, estoy segura de que todos ellos apreciarán esos comentarios. De manera similar, Alemania -descrita por Rumsfeld como "un Estado paria"- tiene 10 mil soldados en Afganistán y los Balcanes.
¿Habían visto alguna vez tan asombrosa arrogancia aunada a tan apabullante incompetencia?
Más pollos que agregar al rosticero: resulta que la razón por la que algunas naciones africanas se alinean con los franceses es porque obtienen más ayuda exterior de ellos que de nosotros. Gracias, Jesse Helms, por tantos años de trabajo en destruir los programas estadunidenses de ayuda.
Por supuesto, no necesitamos a Naciones Unidas. ¿Por qué habríamos de preocuparnos por el mantenimiento de la paz, la construcción de naciones o la cooperación internacional sobre problemas globales cuando podemos comprar a nuestros amigos, imtimidar a nuestros aliados y bombardear a todos los demás? Vaya futuro glorioso que nos aguarda.

© 2003 Creators Syndicate Inc.

Traducción: Jorge Anaya

 

 

Volver