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Estados Unidos podría ir solo a la guerra mientras Blair está atrapado
Autor: Ewen MacAskill, Richard Norton, Taylor y Borger Juliano
Fuente: The Guardian
Fecha: 11/03/2003

Título Original: US may go it alone as Blair is caught in diplomatic deadlock

Washington estuvo obligado a admitir por primera vez, ayer a la noche, que quizás tenga que comenzar la guerra contra Irak sin el apoyo inglés, a causa de los problemas políticos internos que golpean a Tony Blair.
El secretario de defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, dijo que las dificultades del Sr. Blair habían hecho que la Casa Blanca contemple ir la guerra sin su aliado más cercano.
Después de hablar con su contraparte inglesa, Geoff Hoon, el Sr. Rumsfeld dijo que el papel inglés en un asalto era ahora "poco claro" y que Washington sabía que la libertad de acción del gobierno de Blair podría ser frenada por un parlamento rebelde.
"Su situación es particular en su país y tienen un gobierno que lidia con un parlamento a su manera”, dijo Rumsfeld. "Y lo que sea decidido será tan poco claro como su rol, es decir, su papel en el caso de decidir usar la fuerza."
Las observaciones del Sr. Rumsfeld provocaron una mezcla del pánico y la furia en la Calle Downing (donde se encuentra la casa de gobierno inglesa) y en el Ministerio de Defensa anoche. Después de llamadas telefónicas frenéticas entre el Sr. Rumsfeld y el Sr. Hoon, el Pentágono publicó una clarificación de las observaciones de Rumsfeld, aunque no se retractaron de las mismas.
En la declaración escrita, el Sr. Rumsfeld agregó: "En mi conferencia de prensa hoy, yo simplemente indicaba que obtener una segunda resolución del Consejo de Seguridad de la ONU es importante para el Reino Unido y que estamos trabajando para lograrlo."
La pelea por las observaciones se dio en medio de la tensión creciente entre Washington y Londres en el frente diplomático. Han surgido agudas diferencias sobre la estrategia inglesa para conseguir una segunda resolución autorizando la guerra.
Inglaterra insistió ayer que estaba cerca de ganar a los seis miembros "indecisos” del Consejo de Seguridad y que la votación saldría esta semana.
El Sr. Rumsfeld dijo que si Inglaterra no llegaba a participar en el asalto inicial, podría tener todavía un papel en las tareas de vigilancia del Irak post- Saddam.
Ir a la guerra sin tropas inglesas representaría una complicación para los estrategas militares norteamericanos, que están luchando por conseguir una alternativa para no usar a Turquía como base para una ofensiva septentrional.
La ausencia de Inglaterra en la fuerza de invasión representaría también un golpe político grave para George Bush , que ha procurado convencer a la opinión pública norteamericana de que no actuará unilateralmente.
El Sr. Rumsfeld dijo que las discusiones estaban encaminadas entre Washington y Londres , que se desarrollan “diariamente o cada dos días ", y que la perspectiva de ir a la guerra sin Inglaterra estaba siendo seriamente contemplada.
"Uno asumiría, dijo, que ese es un asunto del que se estará ocupando en los próximos días el presidente”.
Los comentarios del Sr. Rumsfeld y los intensivos intentos del Sr. Blair por ganar más apoyo para una segunda resolución significa que las próximas 72 horas podrían ser el momento más peligroso en el gobierno del primer ministro.
El fracaso en asegurar la resolución quizás podría forzarlo a aceptar que las fuerzas inglesas no puedan participar de la invasión.
Según fuentes inglesas, Washington está alarmado sobre la flexibilidad que estaría dispuesto a ofrecer el gobierno británico a los seis miembros “indecisos”.
Camerún, Guinea, Angola, México, Chile y Pakistán solicitaron que el ultimátum propuesto por EEUU y Gran Bretaña, para el 17 de marzo, sea extendido para contar con 45 días para el desarme de Irak. Sugirieron también que sea entregada a Saddam Hussein una lista corta de las tareas de desarme.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, insistió en que la propuesta de atrasar la fecha tope (17 de marzo) un mes era "un no comienzo”. Pero el embajador de Gran Bretaña en la ONU, Jeremy Greenstock, ofreció a los seis una extensión hasta fin de mes y dijo estar listo para ceder terreno sobre los límites establecidos.
Fuentes inglesas insinuaron que el Sr. Bush estaba alarmado y siendo arrastrado a un proceso cada vez enredado.
El Sr. Blair necesita desesperadamente la segunda resolución para prevenir una revuelta de sus ministros y de su partido.
El pánico tomó la calle Downing, el lunes, después de que el presidente francés, Jacques Chirac, dijera en una entrevista en la televisión que vetaría la resolución.
Aparentemente los abogados del gobierno le han dicho al Sr. Blair que sin una segunda resolución, sería ilegal la participación de Gran Bretaña en la guerra.
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, tiene programada para hoy una cena con el Sr. Blair, en la que se espera una tensa atmósfera.
Aparte de las posturas agudamente contrastantes de los líderes sobre Irak, se reunirán en un contexto de renovada especulación sobre una Europa de "dos niveles" que podría dejar a Gran Bretaña y algunos otros pregoneros del ataque a Irak, como España y Portugal, afuera en el frío.
Para el gobierno de Blair, esta idea recuerda de manera preocupante a una propuesta hecha por el ministro de asuntos exteriores alemán, Joschka Fischer, en mayo de 2000 llamando a una vanguardia de estados dispuestos a avanzar más rápido hacia la unidad.

 

 

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