Cuando la administración Bush estaba planificando su
Guerra contra Irak un
elemento clave en su diseño fue pensar que el pueblo
irakí se levantaría
contra Saddam Hussein y celebraría la bienvenida de las
fuerzas
estadounidenses y británicas como libertadoras. Esto,
claramente no ha
sucedido. Una explicación que ellos ahora están dando es
que el régimen es
tan represivo y brutal que el pueblo sólo se levantará
una vez que estén
seguros de que Saddam Hussein será definitivamente
derrocado. Pero esto es
confundir sus deseos con la realidad. Y hay bastante de
eso.
La resistencia que estamos viendo no es simplemente la
acción de un régimen
desesperado. El hecho de que este régimen esté condenado
es evidente para
todos, pero a pesar de eso el pueblo de Irak no se está
moviendo para
derribarlo. Ellos ven como principal enemigo a las
fuerzas imperialistas
invasoras. El ultimo golpe de efecto transmitido por las
pantallas de la TV
es que parece ser no parece haber suficientes fuerzas
para enfrentar a las
fuerzas estadounidenses y británicas. Aparentemente
Bagdad no parece tener
defensas. Pero los periodistas más serios pueden ver que
a los gobiernos
estadounidense y británico les gustaría esconderse de
nosotros.
Robert Fisk, que escribe para el diario británico The
Independent, ha
descrito la verdadera situación sobre el terreno al sur
de Bagdad. Él dice
que cualquiera que tenga dudas sobre la preparación del
ejército irakí en
defender la ciudad debería tomar la ruta que conduce al
sur en las afueras
de Bagdad. Él describe milla tras milla de trincheras,
canales de defensa,
bunkers subterráneos, artillería y divisiones del
ejército escondidas. Según
Fisk, nunca vió al ejército irakí tan preparado para la
Guerra ¡desde la
Guerra irano-iraqí de 1980-88! Él explica que los
militares irakíes se han
convertido en maestros del disfraz. Añade que el
ejército no parece para
nada debilitado y sí preparado para el combate. Y
explica cómo esta Guerra
se está convirtiendo de más en más en una guerra de
liberación nacional.
"Pocos irakíes dudan – incluso los ministros en Bagdad
hablan sobre esto-
que los norteamericanos podrían, en última instancia,
ocupar el país. Ellos
tienen la fuerza y las armas para entrar violentamente
en cada ciudad y
dominar por la ley marcial. ¿Pero pueden ellos hacer que
los irakíes acepten
su dominio? A menos que las masas se levanten como
esperan Bush y Blair,
ésta es ahora una Guerra nacionalista contra el más
notorio ejemplo de poder
imperial” (Robert Fisk escribiendo en The Independent, 1
Abril del 2003).
Independientemente de lo que los imperialistas
estadounidenses puedan pensar
sobre el pueblo irakí nosotros podemos declarar muy
claramente que éste
tiene una comprensión instintiva de la naturaleza del
imperialismo y una
larga memoria histórica. Comprende que EEUU y Gran
Bretaña no vienen a
invadir su país en el nombre ningún principio
democrático abstracto. Ellos
vienen a saquear los recursos y las riquezas de Irak. El
pueblo irakí
comprende que será él mismo quien pague por esto. Esta
oposición al
imperialismo de EEUU se expresa bajo la forma del
orgullo nacional, del
nacionalismo irakí. También está resurgiendo el
nacionalismo árabe por todo
Oriente Medio. Esto es perfectamente lógico.
Tenemos que distinguir entre el nacionalismo de las
poderosas naciones
imperialistas del nacionalismo de las naciones
“subdesarrolladas” y
oprimidas. El nacionalismo de los ricos y poderosos es
una expresión de los
intereses rapaces de la clase capitalista que se nutre
de la explotación de
los pueblos del mundo. El nacionalismo de los pueblos
pertenecientes a las
naciones pobres, oprimidas y “subdesarrolladas” es una
expresión de su
anti-imperialismo, y por lo tanto tiene un contenido
progresivo.
El pueblo irakí tiene una larga memoria
El nacionalismo irakí no es diferente. Mientras que fue
usado de manera
reaccionaria por Saddam Hussein, por ejemplo, para
oprimir a la minoría
kurda en el norte y a los shiítas en el sur, la
situación que ahora se está
desarrollando es completamente diferente. En la presente
guerra existen
fuertes elementos de orgullo nacional por parte del
pueblo irakí, que no
quiere ser víctima de lo que significa una dominación
cuasi-colonial por
parte de EEUU. El hecho de que esto es verdad lo revela
la reacción de la
población shiíta irakí en la presente Guerra. Ellos no
se están levantando y
dando la bienvenida a los invasores. Se suponía que esto
debía suceder en
Basora, donde la abrumadora mayoría de la población es
shiíta. En lugar de
eso, Basora está resistiendo. Los shiístas de Irak
tampoco quieren ser
dominados por un poder imperialista extranjero.
En la memoria histórica del pueblo irakí, como en la de
todos los pueblos
árabes, Gran Bretaña y EEUU no son considerados como
naciones benefactoras,
amistosas y amables, sino como opresores y explotadores
sanguinarios. Esto
viene desde lejos en el tiempo, incluso desde el propio
nacimiento de Irak
como país.
Irak emergió como estado producto de la redivisión del
mundo después de la
1ª Guerra Mundial. Las fronteras de Irak ignoraron
completamente la
composición étnica de los pueblos que vivían allá, como
en tantas antiguas
colonias. Eso es lo que explica por qué una gran parte
del territorio del
Kurdistán fue incluido dentro de las fronteras del nuevo
estado. Al hacer
eso Gran Bretaña despreció completamente las esperanzas
de los kurdos de
poseer un estado independiente (por cierto, los líderes
kurdos de hoy, como
Talaban, están sembrando ilusiones en los imperialistas,
pero serán
destruidas de nuevo, como ya lo fueron muchas veces en
el pasado). Los
kurdos presentaron una dura resistencia a las maniobras
del imperialismo
británico en aquel tiempo, y fueron retribuidos por sus
luchas con gas
venenoso por las fuerzas británicas. De ahí que fueran
fusionados en un solo
estado lo que eran tres pueblos separados: kurdos,
sunnitas y shiítas. Esto
se hizo en el nombre de los intereses estratégicos y
comerciales británicos.
Esto fue lo que creó las condiciones para el surgimiento
de conflictos en
los años posteriores.
Sin embargo, no es necesario volver a la década de los
años 20 del siglo
pasado para ver las crueles trampas que el imperialismo
colocó a los pueblos
de Irak. En los años 80 el imperialismo occidental
respaldó y apoyó a Saddam
Hussein en su guerra contra Irán. Esto fue así porque el
régimen iraní era
visto entonces como la gran amenaza a los intereses del
imperialismo en la
región. En la guerra irano-irakí Saddam Hussein gaseó a
miles de soldados
iraníes. Hacia el final de la guerra hubo un notorio
gaseamiento de 5.000
kurdos en Halabja.
Los comentarios oficiales de EEUU en ese tiempo eran
¡que las fuerzas
iraníes habían sido las responsables! Podemos ver que
este mismo método de
negar tajantemente lo que es obvio y los intentos por
desviar las
responsabilidades continúa siendo usado actualmente. Los
misiles que
recientemente alcanzaron dos mercados callejeros en
Bagdad ¡“puede que no lo
fueran por misiles de EEUU sino por cohetes antiaéreros
irakíes que erraron
su objetivo”! Unos pocos meses después del ataque sobre
Halabja otros
100.000 kurdos fueron gaseados durante la llamada
Operación Anfal. Donald
Rumsfeld (el actual Secretario de Defensa de EEUU), y
otros miembros de la
actual administración Bush, estaban entonces encubriendo
estas atrocidades y
concientemente mintieron sobre lo que estaba ocurriendo.
El entonces
gobierno de Thatcher en Gran Bretaña tampoco tenía
escrúpulos en
despilfarrar 1.000 millones de libras para sostener al
gobierno de Saddam
Hussein.
Fue solamente cuando él atacó e invadió Kuwait en 1990
que Occidente se
volvió contra él. Eso fue porque las reservas
petrolíferas combinadas de
Irak y Kuwait le daban el control sobre, al menos, el
20% de las reservas
mundiales de petróleo conocidas en ese momento. La
Guerra del Golfo no tuvo
nada que ver con la defensa del “pobre Kuwait”.
Solamente se trató de
defender los intereses económicos y estratégicos del
imperialismo en la
región.
La traición de 1991
Si alguien tuviera dudas sobre esto sería suficiente
recordar lo que sucedió
a los kurdos en el norte de Irak y a los shiístas en el
sur. Las tropas de
EEUU permanecieron tranquilamente sentadas junto a la
frontera de Kuwait
mientras la Guardia Republicana de Saddam Hussein
aplastaba sangrientamente
la revuelta de estos pueblos. El pueblo irakí no ha
olvidado todo esto, lo
cual está jugando un rol en su determinación y actitud
ante la actual
invasión de las tropas de EEUU y Gran Bretaña. Esto es
particularmente
evidente en Basora.
Como el Mayor General Abd al-Amir Abais señaló
recientemente: "En 1991 nos
levantamos porque pensamos que el régimen de Saddam
había colapsado. Los
norteamericanos habían prometido que nos ayudarían, pero
no lo hicieron.
Cuando Saddam envió sus carros blindados para aplastar
al pueblo, los
aviones norteamericanos volaban sobre nosotros. Ellos
vieron como nuestro
pueblo era asesinado. El pueblo irakí ya no confía en
los norteamericanos”
(El Mayor General Abd al-Amir Abais sirvió en el
ejército irakí. Él condujo
el levantamiento en el área de Diwaniya en el sur de
Irak en 1991. Nosotros
estamos citando un artículo que él escribió para el
Informe de Crisis de
Asuntos Irakíes del Instituto de la Guerra y la Paz, Nº
7, 24 de Marzo del
2003).
Luego hubo más de una década de sanciones impuestas a
Irak, gracias
principalmente a los EEUU y Gran Bretaña dentro de la
ONU. Como resultado,
los niveles de ingresos de Irak son ahora una décima
parte de lo que eran en
1980. Una cuarta parte de los chicos irakíes padecen
hambre ¡Más de un
millón murieron desde que las sanciones fueron
impuestas!
Este tratamiento a Irak durante más de una década es una
prueba suficiente
para la población irakí de que esta Guerra no tiene nada
que ver con el
terrorismo o las armas de destrucción masiva. El pueblo
irakí,
independientemente de lo que ellos piensen del régimen
de Saddam, sabe
perfectamente que éste nunca tuvo nada que ver con la
red terrorista
Al-Kaeda. Es de todos conocido que el régimen de Saddam
ha estado en
conflicto con los fundamentalistas. Es un hecho que a
Bin Laden le gustaría
ver el fin de Saddam Hussein.
La decisión de atacar Irak no maduró después de los
acontecimientos del 11
de Septiembre. Es de conocimiento común que ya desde
1997 Rumsfeld and
Cheney habían estado involucrados en la llamado
“Proyecto para un Nuevo
Siglo Norteamericano”. Quienes elaboraron el Proyecto
son ahora
mayoritariamente miembros de la administración Bush.
Además de Rumsfeld y
Cheney (Secretarios de Defensa y Vicepresidente de EEUU,
respectivamente)
están Paul Wolfowitz, Richard Perle, Elliott Abrams and
Zalmay Khalilzad,
(este último enviado especial a Irak que también
aprovechó para trabajar
para la multinacional petrolera norteamericana Unocol).
Un objetivo clave de
este “Proyecto” era el control de los recursos
petrolíferos de Oriente
Medio, y esto podía ser alcanzado con la ocupación de
Irak. La invasión de
Kuwait por Irak les permitió retratar al régimen de
Saddam Hussein como “la
más grande amenaza para la seguridad de la región".
Sin embargo, sus presiones sobre el anterior presidente
Clinton fracasaron
sin obtener resultados, pero unos meses más tarde, con
la administración
Bush ellos comenzaron a dar los pasos encaminados a
implementar sus planes.
De la experiencia del comportamiento de los países de la
OPEP en los años 70
ellos sacaron la conclusión de que los EEUU debían tener
un control directo
de las mayores reservas mundiales de petróleo conocidas.
Éstas se encuentran
en Arabia Saudita, Irak, los Emiratos Árabes Unidos y
Kuwait. De ahí que
cocinaron la excusa de las armas de destrucción masiva
de Irak, que
repentinamente se convirtió en una amenaza para la
seguridad de los EEUU (y
Gran Bretaña).
El futuro de Irak bajo la dominación imperialista
Ya quedan bastante claras las acciones pasadas del
imperialismo encaminadas
para iniciar la actual guerra. Pero sus planes para el
futuro de Irak
también están muy claros. La administración Bush ya puso
absolutamente de
manifiesto que tras su victoria sobre Irak no
establecerá ningún tipo de
régimen democrático. Blair está intentando
tranquilizarnos a todos con que
Irak será gobernado por el pueblo irakí. Pero Bush está
planeando imponer un
gobierno military bajo la dirección del General Tommy
Franks que actualmente
dirige las operaciones militares en la guerra.
El diario británico The Guardian (1 de Abril del 2003)
publicó un artículo
con el titular: “EEUU traza un plan secreto para imponer
su régimen en
Irak”. El hecho es que el plan no era tan secreto como
este mism artículo
aclaraba desde el comienzo. Pero añade detalles
interesantísimos: “ Con este
plan, el gobierno constará de 23 ministerios, cada uno
de ellos encabezado
por un norteamericano. Cada ministerio tendrá cuatro
consejeros irakíes
elegidos por los norteamericanos .... El gobierno tomará
posesión de Irak
ciudad por ciudad. Las áreas declaradas “liberadas” por
el General Tommy
Franks serán transferidas a un gobierno temporal bajo la
supervisión de Jay
Garner, el anterior general de EEUU destinado a
encabezar la ocupación
militar de Irak" Y el reporte también añade que. “Con
anticipación a la
caída del régimen de Bagdad, los miembros interinos de
este gobierno
comenzaron a llegar a Kuwait”.
Esto confirma sin la menor duda que ellos no van a
devolver el gobierno de
Irak a su pueblo. Cuando las fuerzas norteamericanas
alcanzaron la ciudad de
Umm Qasar plantaron la bandera norteamericana al estilo
de los colonialistas
de los siglos XVIII y XIX. Esta pequeña anécdota muestra
sus verdaderas
intenciones. Por supuesto, ellos arriaron la bandera muy
rápidamente cuando
se les señaló que haciendo eso se daría “la impresión”
(?) a los irakíes de
que actuaban como colonialistas. El pueblo irakí va a
sentir en sus propias
carnes lo que sucederá en su país una vez que los
norteamericanos se
apresten a tomar el control.
Las verdaderas intenciones fueron reveladas en una
declaración de Ahmed
Chalabi, del llamado Congreso Nacional Irakí. Esta es
una organización sin
ningún apoyo popular al interior de Irak. Cuenta
totalmente con el respaldo
occidental. Chalabi declaró que “las compañías
norteamericanas van a tener
una gran participación en el petróleo irakí ... “ ¿Es
una coincidencia que
Rumsfeld hubiera indicado que Chalabi era el hombre que
ellos esperaban
imponer al pueblo irakí una vez que Saddam Hussein fuera
derrocado?
El Congreso Nacional Irakí sería el candidato ideal para
que se hiciera con
rol de “gobierno democrático” de Irak. Pero ahora parece
que la
administración de EEUU no tiene mucha confianza ni
siquiera en lacayos como
Chalabi y han decidido imponer su propia dominación
directa a través de
gente como ¡el General Franks y su amigo Garner! Esto
también es revelador.
Incluso los elementos serviles del Congreso Nacional
Irakí, quienes
servirían obedientemente los intereses del imperialismo
(por supuesto, a
cambio de una cómoda, bonita y bien pagada posición)
pueden ver que no
tienen ninguna chance de ganar ningún tipo de influencia
entre la población
irakí si son vistos como colaboradores de la actual
invasión. Serán vistos
como meros colaboradores con el enemigo que está
destruyendo su propio país.
Va a tomar un tiempo antes de que los imperialistas sean
capaces de gobernar
Irak a través de marionetas como Chalabi. Incluso,
cuando este “gobierno del
pueblo de Irak” sea establecido eventualmente, no será
una expresión genuina
de los deseos del pueblo. Será un régimen títere
completamente controlado
por los imperialistas. Actuará solamente para los
intereses del imperialismo
y serán incapaces de consolidar un genuino apoyo de
masas para ese gobierno.
Un gobernador militar
Esto explica por qué, por el momento, las perspectivas
son que Irak sea
gobernado, inmediatamente después de la guerra, por un
gobernador militar,
el General Franks. A su lado colocarán alguien a quien
llamarán “coordinador
de la administración civil”. El candidato para esta
tarea es Jay Gardner, un
general norteamericano retirado. El Pentágono ha
establecido ya la Oficina
para la Reconstrucción y Asistencia Humanitaria, que él
encabezará ¡Ya
establecieron este organismo antes de completar la
destrucción de Irak!
Gradner tiene lazos muy cercanos con Donald Rumsfeld. De
hecho, ¡fue
Rumsfeld quien le dio su última posición!
Garner trabaja para una compañía especializada en la
fabricación de sistemas
de misiles que actualmente están siendo usados por las
fuerzas de EEUU en
Irak. Así que esto es ¡como poner a un lobo a vigilar un
rebaño de ovejas!
La tarea de estos caballeros no sera proveer al pueblo
irakí con lo que
necesita. ¿Cómo puede nadie que tenga un mínimo de
cerebro pensar que tal
cosa pueda suceder?
Bush y sus compinches: Rumsfeld, Cheney, Wolfowitz y
gente parecida. Tienen
una clara filosofía: estamos suministrando fuerzas
militares, estamos
gastando miles de millones de dólares para ocupar Irak,
por lo tanto son
nuestras compañías quienes tienen que beneficiarse con
esta Guerra. Y cuando
decimos “nuestras compañías” en algunos casos esto
significa literalmente
“nuestras. Halliburton es un gran conglomerado
estadounidense con fuertes
vínculos con el Partido Republicano. Dick Cheney, el
actual VicePresidente
de EEUU fue una vez el jefe de esta compañía.
Se van a hacer grandes beneficios
Halliburton puede hacer mucho dinero con esta guerra. Ya
tiene el permiso
para construir rutas, puentes e incluso campamentos
militares para los EEUU.
Según Michael Urban del Deutsche Bank, Halliburton y las
otras compañías que
trabajarán en Irak, tienen asegurados contratos por
valor de 3.000 millones
de dólares allá. Esto puede explicar por qué las
acciones bursátiles de
Halliburton van en dirección contraria a la corriente
general (que es hacia
abajo). Desde el comienzo de la guerra su valor subió
más de un 11%. Uno
casi puede sentir el frotamiento de las manos de los
directivos de esta
compañía estadounidense en sus oficinas calculando
fríamente cuántos
beneficios hará Halliburton con la muerte y la
destrucción que se está
inflingiendo al pueblo irakí.
Una compañía subsidiaria de Halliburton ya se aseguró un
contrato para
apagar los pozos de petróleo que están ardiendo.
Halliburton, junto con
Bechtel (también vinculada al Partido Republicano) ya
figura en la lista de
las compañías estadounidenses que tienen contratos por
valor de más de 900
millones de dólares en la reconstrucción de Irak. ¿Y
quien estará a cargo de
manejar todos estos contratos? Vos lo adivinaste, el
mismo Garner.
Merece la pena también detenerse en conocer qué tipo de
compañías están
obteniendo estos contratos. Incluso antes de que el
puerto de Umm Qasar
hubiera sido tomado, un contrato por valor de 4,8
millones de dólares fue
adjudicado a la compañía Stevedoring Services of America
(SSA) para que
dirigiera la gestión de dicho puerto. Esta es la misma
compañía que estuvo
involucrada en una dura disputa con un sindicato obrero
norteamericano, el
International Longshore and Warehouse Union (ILWU), el
pasado año en los
puertos de la costa del pacífico de EEUU. La SSA es
conocida como una
compañía anti-sindical. Bush corrió en su ayuda
imponiendo el Acta
Taft-Hartley en dicha disputa, forzando a los
estibadores de los puertos a
volver al trabajo. Ahora está siendo nuevamente ayudada
por Bush con
contratos lucrativos que son más que gravosos para Irak.
La SSA
aparentemente no tiene experiencia para operar en zonas
devastadas por la
Guerra. Pero sí tiene bastante experiencia en otro tipo
de guerra, la guerra
de clases. Para ella, combatir a los trabajadores
estadounidenses en casa o
a los trabajadores de Irak no tiene ninguna diferencia.
Esta compañía
rehusará conceder derechos sindicales a los trabajadores
de ambos países.
Lo que esto significa literalmente es colocar al
complejo militar-industrial
de EEUU a cargo del gobierno de Irak. Esto significa que
todos los contratos
serán manejados por companies pro-Bush que succionarán
la sangre vital del
pueblo irakí. Éstas participarán de la privatización de
la industria
petrolífera, por supuesto para beneficio de las
compañías petroleras
estadounidenses (Por cierto, esto explica la furia de
los franceses y rusos
en particular. Ellos van a ser los que más van a perder.
El conflicto en la
ONU nunca tuvo nada que ver conque si era una “guerra
justa” o no, u otras
definiciones ingenuas).
En el pasado Irak consiguió construir “un estado
impresionante” que ofreció
a su pueblo “servicios estatales generosos” (como
incluso el reaccionario
diario británico, The Economist, tuvo que admitir en su
edición del 8 de
marzo). Una vez que los imperialistas norteamericanos
consigan meter sus
codiciosas manos en los recursos de Irak no habrá lugar
para ningún tipo de
Estado del Bienestar o servicios sociales. La primera
tarea será maximizar
los beneficios para los barones estadounidenses. Irak ya
está en bancarrota.
Tiene deudas de entre 60.000 y 140.000 millones de
dólares. Ellos no dudarán
en conseguir que Irak “pague amablemente” exportando
enormes cantidades de
capital.
Mientras tratamos este tema, hay una parte divertida en
todo esto. El
carácter rapaz de los imperialistas estadounidenses se
demuestra en su
actitud hacia sus “aliados“ británicos. La Secretaria de
Comercio británica,
Patricia Hewitt, ha estado presionando al gobierno de
EEUU para que permita
que las compañías británicas obtengan una parte de la
torta. Como resultado
consiguieron colocar un subalterno de coordinador junto
a Garner. A pesar de
esto parece que las compañías británicas van a ganar muy
poco en toda la
operación. Las corporaciones estadounidenses están
intentando quedarse con
todo. Ellas serán las únicas que van a decidir, y las
compañías británicas
solamente pueden esperar a quedarse con las sobras.
Blair como un perro
guardián obediente se conformará con los restos de
comida que caen de la
mesa de su amo.
Todos estos hechos demuestran que el ánimo de los
imperialistas es instalar
un régimen de títere cuasi-colonial en Irak. Éste se
convertirá en la
plataforma base para dominar toda la región. Ellos
tienen planes para
privatizar la industria petrolífera irakí ¡Podemos hacer
una adivinación
inteligente sobre qué compañías se quedarán con la mayor
parte de esta
industria! Una vez que sean capaces de reestablecer todo
su potencial serán
capaces de establecer los niveles adecuados de
producción y precios para sus
intereses. La idea es crear una situación donde los
países industrializados
de occidente no queden a merced de los países
productores de petróleo.
Un descarado robo imperialista
Lejos de beneficiar al pueblo irakí, toda esta operación
servirá para
organizar un descarado robo imperialista de sus
recursos. Sobre estas bases,
¿cómo puede el pueblo irakí esperar un genuino
desarrollo de su economía?
¿cómo pueden ellos esperar que los recursos de su país
sean usados para
proveer un moderno sistema educativo para sus chicos, un
eficiente sistema
de salud para los enfermos, y en general todos los
atributos de una
infraestructura moderna que los permita gozar de una
existencia civilizada?
No, primero deben ser bombardeados. Sus rutas, escuelas,
industrias serán
destruidas por los imperialistas. Luego, las
corporaciones estadounidenses
vendrán y harán enormes beneficios con la
“reconstrucción”, y será el
petróleo irakí el que pagará por todo esto.
Es por eso que el pueblo irakí está combatiendo y
resistiendo. Rumsfeld está
demandando nada más que una corta y total rendición.
Pero el pueblo irakí no
se va a entregar sin lucha. Es un deber de todos los
genuinos socialistas y
de todos los trabajadores de todos los países apoyar al
pueblo irakí en su
lucha por la independencia nacional. Al final, puede ser
que la maquinaria
de guerra Norteamericano-británica triunfe. Pero será a
un gran precio,
especialmente para el pueblo irakí.
Podemos citar al Mayor General Abd al-Amir Abais de
nuevo: "Yo creo que los
aliados conseguirán librarse de Saddam si su estrategia
consiste en
bombardeos continuos sobre Bagdad. Pero será una
catástrofe si intentan
entrar en Bagdad por la fuerza. El levantamiento de 1991
destruyó
aproximadamente el 10% de la infraestructura del sur.
Imaginá la destrucción
que habría en la Bagdad del 2003".
Ya han sido asesinados cientos de civiles irakíes, y
posiblemente miles de
sus soldados. Tomar Basora, Bagdad y las otras ciudades
implicará terribles
combates en las calles. Las fuerzas estadounidenses y
británicas sufrirán
grandes pérdidas. Este es el barbarismo sobre el Marx
advirtió.
Sin embargo, el sufrimiento no terminará con la
ocupación final de Irak. El
pueblo de Irak enfrenta la perspectiva de años de
sufrimiento en las manos
del imperialismo de EEUU. Pero como todos los pueblos,
no aceptarán el
dominio imperialista. Resistirán. Eso explica por qué
los expertos del
Pentágono están ya diciendo que pueden tener que dejar
unos 100.000 soldados
estacionados en Irak durante dos años. Otros expertos
militares
estadounidenses dicen que van a tener que permanecer
cinco años.
El costo de la ocupación de Irak
El costo del mantenimiento de 100.000 soldados
norteamericanos estacionados
allá sería de 25.000 millones de dólares. Esto es
equivalente a todo el
Producto Bruto Interno (PBI) de Irak en un año. El costo
total de toda la
reconstrucción ha sido calculado en alrededor de 100.000
millones de
dólares. ¿De dónde va a venir todo este dinero?
Actualmente Irak obtiene
15.000 millones de dólares al año de sus exportaciones
de petróleo. Para que
Irak comience a financiar su propio desarrollo se
necesitaría más del doble
de su actual nivel de exportaciones de petróleo. Para
conseguir esto se
necesitaría invertir al menos más de 20.000 millones de
dólares y llevaría
10 años conseguirlo. Todo esto, por supuesto, sin tomar
en cuenta los pagos
que tendrá que hacer para pagar su deuda externa actual.
Realmente, llevaría
décadas, en el escenario más optimista, antes de que el
pueblo irakí pueda
incluso empezar a esperar genuino desarrollo y económico
y prosperidad. A
esto es necesario añadir el hecho de que si los EEUU
meten sus manos en el
petróleo irakí querrá incrementar la producción para
forzar una bajada del
precio general del petróleo. Así que todos los cálculos
realizados antes
tienen que ser rehechos hacia arriba.
Lo que todo esto significa es que ellos intentan colocar
al pueblo iraquí en
la misma situación que la que los palestinos tuvieron
que sufrir durante más
de cincuenta años. Serán privados del derecho de
autodeterminación. Serán
gobernados por un ejército de ocupación y serán
condenados a una pobreza y
miseria duradera.
De ahí que una lucha antiimperialista de liberación
nacional por parte del
pueblo iraquí es lo que se está preparando, y esto
continuará durante años.
El imperialismo EEUU está sembrando las semillas de
conflictos incluso
mayores en el futuro. Su dominación sobre Iraq va a
crear las condiciones en
las que el fundamentalismo islámico puede crecer.
Estos
fundamentalistas
serán capaces de secuestrar los sentimientos
genuinamente antiimperialistas
de las masas iraquíes y desviarlos en líneas
reaccionarias. Los
imperialistas justifican esta guerra como una guerra
contra el terrorismo,
pero lo que están haciendo es crear un terreno fértil
para el incremento del
terrorismo. Bin Laden debe estar riéndose a carcajadas.
En el período que viene la atención de las masas se
concentrará en la lucha
contra el imperialismo. Es el deber de todos los
socialistas genuinos apoyar
esta lucha del pueblo iraquí. La tragedia es que no
existe una genuina
alternativa obrera que pueda dirigir este movimiento y
darle un genuino
contenido proletario. Este vacío deja espacio para que
los fundamentalistas
islámicos se puedan desarrollar. Sin embargo justo al
otro lado de la
frontera, en Irán, otra forma de fundamentalismo
islámico ha permanecido en
el poder durante más de dos décadas. No han solucionado
ninguno de los
problemas más apremiantes que sufren las masas iraníes.
En el período
reciente ha habido movimientos de la juventud, en
particular de los
estudiantes, y estos se han vuelto inevitablemente
contra los "muláhs"
(clérigos islámicos) que están en el poder. Los
trabajadores y jóvenes
iraquíes no deben olvidar esto y sí sacar todas las
conclusiones necesarias.
En la medida que el capitalismo y el imperialismo
dominen el Oriente Medio
no habrá solución a los problemas que enfrentan los
pueblos de esta región.
Las soluciones a sus problemas se encuentran en el
camino de la lucha de
clases, el socialismo y el internacionalismo. La región
es rica en recursos.
No hay razón alguna por la cual estos pueblos no
debieran vivir libres de la
pobreza y la miseria. El problema es que los recursos
están controlados por
los imperialistas y sus corruptos títeres locales. La
tarea es derribar
todos estos regímenes reaccionarios, tomar los recursos
y colocarlos bajo el
control de los trabajadores de todos estos países. Esto
sólo se puede
conseguir por medio de la construcción de una Federación
Socialista de todo
el Oriente Medio.
3 de Abril del 2003.
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