Estados Unidos

Huelga en Visteon

 

Autor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fecha: 27/6/2004

Fuente: Panorama Internacional



Los trabajadores rechazan el convenio negociado por la burocracia

Junio no empezó nada tranquilo para la patronal de Visteon, acostumbrada al trato amigable con la burocracia sindical durante los ’80 y los ’90. Los 1000 trabajadores de la auto-partista, que trabaja para Ford, decidieron en una asamblea de fábrica rechazar el convenio acordado por el sindicato (1).

Los dirigentes sindicales, junto con la burocracia de la UAW (2) (sindicato de la rama automotriz), han pasado las últimas décadas votando cada uno de los convenios por empresa en clara oposición a los intereses de los trabajadores, negociando incluso despidos masivos, rebajas de salarios y pérdidas de conquistas como la cobertura médica. Esta viene siendo la constante en los sectores más concentrados de la industria norteamericana, que además ha sido el sector más golpeado por la recesión económica que comenzó en el 2001.

Lo novedoso fue que los trabajadores de la planta de Detroit decidieron que ese acuerdo con la patronal no era justo. Aunque la empresa anunció oficialmente la tentativa de acuerdo, los trabajadores no la aprobaron. El acuerdo consistía en el traslado de puestos de trabajo y la posibilidad de contratar nuevos trabajadores con salarios menores, para así bajar los costos y aumentar las ganancias.

Aunque el sindicato trató de dilatar las negociaciones con Pestillo, el CEO de la Visteon, que era hasta esta huelga un empleador modelo de las plantas de Ford en Estados Unidos, finalmente se decidió la huelga por un contrató más favorable a los trabajadores.

La huelga duró cerca de 5 días, e incluyó piquetes y enfrentamientos con la policía y los carneros. Por primera vez desde que comenzó la gestión de Pestillo fue necesario contratar empleados temporales para romper la huelga. El enfrentamiento más importante terminó con 12 trabajadores internados en el hospital y decenas de arrestos.

Después de una semana de huelga, la empresa y el sindicato llegaban a un nuevo acuerdo, que mantiene los puestos de trabado amenazados por los despidos, aunque se abrió la negociación por las escalas salariales (o sea, crear segmentos de trabajadores con salarios y condiciones laborales diferentes).

La huelga de los trabajadores de Visteon se inscribe en un año donde las acciones de los trabajadores han desafiado el polarizado clima de Estados Unidos, donde reina la legislación anti-obrera de George W. Bush y los conservadores. Esta huelga inaugura las acciones en el sector de auto-partes, el corazón del movimiento obrero norteamericano, junto con la industria del acero.

Los sectores automotriz, metalúrgico y manufacturero en general han sido los más afectados por la recesión y la política de las grandes empresas de trasladar gran cantidad de puestos de trabajo a “estados libres” (donde no hay leyes sindicales) o directamente a países con mano de obra mucho más barata.

Los trabajadores de Visteon se negaron a ser parte de los millones que no pueden encontrar trabajo. La pérdida de puestos de trabajo es moneda corriente en los sectores de la industria concentrada, por ejemplo sólo en Detroit (la ciudad de las automotrices) el desempleo llegó a fines del año pasado al 7.2%, y ahora producto del tan nombrado “rebote” económico ha bajado al 6.5%, según las últimas estadísticas del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

Más allá de la magnitud específica de la acción de un pequeño sector de trabajadores, es necesario observarla como parte de los procesos que vienen desarrollándose en el movimiento obrero de Estados Unidos. Desde el 2003 en importantes sectores de servicios se han desatado huelgas, incluso en sectores donde no hay sindicatos o leyes que protejan los derechos de los trabajadores. Las más destacadas fueron sin duda la gran huelga de los trabajadores de supermercados en Southern California, que paralizó durante meses a Albertson's, Vons y Ralphs, causando pérdidas millonarias. Siguieron las huelgas de los camioneros de California por mejores condiciones de trabajo y la huelga de tres días de los trabajadores de la SBC, donde 100 mil trabajadores agrupados en el CWA (sindicato del sector de comunicaciones) lograron sus reivindicaciones. Pero no sólo hay grandes acciones, existen pequeñas luchas (muchas que llevan meses de resistencia) en sectores de servicios, donde se viven las peores condiciones laborales. Tal es el caso del boicott y la lucha de las trabajadoras/es del vestido contra Forever 21 o la campaña permanente contra Taco Bell (famosa empresa de comidas rápidas), explotadora de miles de trabajadores inmigrantes.

En medio de la gran polarización que divide a la sociedad norteamericana en dos, alrededor de la guerra en Irak y la política exterior de Bush, los trabajadores comienzan a entrar en escena.



Notas:
1 UEW-CWA, Sindicato de Trabajadores de la Electricidad-Trabajadores Norteamericanos de Comunicaciones, Local 84907 (Detroit)
2 United Auto Worker


     
 

 

   
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