Nicaragua
Sobre una revolución estrangulada. Ellos no usaban guayaberas
Autor:
Milton D'Leon, especial para P.I.
Fecha:
18/7/2004
Fuente:
Panorama Internacional
En el fondo de los jardines de la embajada americana,
los "honorables" dueños de casi todo Nicaragua
esperaban el avión que los llevaría a Miami.
Todos ellos vestían reverentes guayaberas.
Yo no veía, ni en la televisión ni en los diarios,
Usar guayaberas a los millares que se insurreccionaban o que combatían
En todas las ciudades de Nicaragua.
Eran días previos al 19 de julio.
Odié las guayaberas en aquellos días.
Y el usarlas en el colegio me resultaba repugnante.
Leía de los poetas que había que luchar,
Que lo que se tenía ni se le podía llamar de patria,
Pues no era más que un montón de hombres,
Un panal de hombres, millones de hombres
Que no sabían siquiera de donde venía el semen de sus vidas
Inmensamente amargas.
Y que un puñado de ladrones asaltaba en pleno día
La sangre de los pobres.
Conocí Nicaragua a los 13 años de la mano de mi viejo
Dos años después de la caída de Somoza.
Le insistía que quería conocer a Ernesto Cardenal,
Y me decía que era imposible,
Que ahora como ministro de Educación viajaba mucho,
Y que no estaba en Managua.
Pensé entonces que los poetas de la revolución
Siempre terminaban siendo ministros de Educación,
Pues el viejo me había dicho que Nicolás Guillén
También lo había sido. Y me puse contento.
El montón de contradicciones
hacía de mí un sobresaltado,
De aquellas que humedece la frente.
No volví a Nicaragua sino 16 años después.
Y me preguntaba si alguna vez allí
Había habido una revolución.
No había ni rastros de una revolución,
Apenas viejas placas frente al malecón.
Pero las imágenes de la televisión, las fotografías de los diarios,
De aquel entonces, no huían del recuerdo:
Los dueños de toda Nicaragua,
De elegantes guayaberas esperando la salida del avión,
Tras los muros de la embajada americana.
Pero se estranguló la revolución.
Me vienen los nombres de los Ortegas, de los Ramíres, de los Borges.
Lo hicieron los mismos que hablaban en nombre de ella.
Hoy en los diarios de Centro América se leen otras cosas.
Hoy leo en los diarios sobre los planes del congresista Jerry Weller.
Mr. Jerry, de guayabera, se casará con la hija de Ríos Mont.
Mr. Jerry Weller usará guayabera. Es el calor estridente.
Todos de guayaberas en el Weekend de Guatemala, con la hija del dictador.
Leo que en Honduras se cotiza a nueve lempiras el kilo de frijoles,
Y se mantienen a cinco lempiras el precio de las papas.
Leo que el gobierno de El Salvador enviará más tropas a Irak,
y que el costo de vida continua creciendo.
Leo que en Guatemala los "honorables" diputados
del no menos "honorable" Congreso Nacional
han decidido comprarse guayaberas.
La problemática nacional lo exige.
En los pasillos del "honorable" Congreso
Algunos legisladores se prueban muestras del look que desean lucir.
Esta es la Guatemala del look guayaberal como en la época de Somoza.
Leo tantas cosas en este mes de julio de una región donde los trabajadores
Y los campesinos pobres le hablaron al mundo, con el lenguaje de la revolución. Pues sí,
Allí hubo una revolución, pero la estrangularon.
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