Victoria de Bush y los republicanos

El imperialismo a la ofensiva

 

Autor: Carlos Broun

Fecha: 4/11/2004

Fuente: Especial para Panorama Internaciona


Millones de personas siguieron los resultados de las elecciones norteamericanas en todo el mundo. Esta claro que el triunfo de Bush impone una perspectiva sobre el conjunto de la situación mundial alentando a los conservadores y reaccionarios. Pero este curso no es unilateral. Nuevas crisis y tempestades se avecinan.

1- Triunfo de los neo-conservadores

120 millones de personas fueron a votar. Si bien este numero solo representa el 60% de quienes están en condiciones de votar, la participación ha sido la más alta desde 1968 - cuando fue elegido Nixon- . Bush ha reunido la mayor cantidad de votos para presidente en la historia de EE.UU.

Bush ha sido el primer presidente desde Calvin Coolidge en ganar la reelección y la mayoría de los puestos parlamentarios en el Senado. Incluso desbancando y humillando al jefe del bloque parlamentario demócrata el Senador Tom Daschle en Dakota del Sur.


"Esta realidad resulta difícil de digerir para muchos en Europa, que no comprenden cómo un presidente que embarcó a su país en una guerra con argumentos a todas luces falaces puede incrementar su popularidad. Durante la campaña electoral, Bush alegó continuamente a su favor que, con él, la gente sabía a qué atenerse. Y ése es precisamente el problema." Cuatro años más de Bush Fuente: DW /Emilia Rojas - panorama internacional 3/11/04.

Este triunfo fortalece claramente el programa guerrerista que fuera tan cuestionado por millones en todo el mundo.

En el mes de Septiembre de este año hasta el semanario imperialista británico The Economist cuestionaba a Bush su aventura guerrerista,

¨...la guerra en Irak ha hecho agujeros a su credibilidad. Que paso con las armas de destrucción masiva? O las alfombras de flores que esperaban a las tropas yanquis? Irak parece menos la punta de lanza de una democracia y mas el fracaso de este intento y la guerra menos una idea valiente y mas una ola de ¨think tankers¨ (pensadores de las corporaciones) sin experiencia militar”.

Así proponían una visión mas moderada del rol dirigente de EE.UU. haciéndose eco de una fracción interna del Partido Republicano dirigida por el célebre Francis Fukuyama.

¨La debacle en Irak inevitablemente genero fuertes criticas tanto de la izquierda como Michael Moore y de la derecha de Pat Buchanan. En el actual numero de National Interest, Francis Fukuyama ataca al ala guerrerista de los neo-conservadores -particularmente a Charles Krauthammer - por ignorar las tradiciones del movimiento. Para Fukuyama el movimiento neo- conservador fue fundado sobre el escepticismo en la ingeniería social - la convicción de que grandes esquemas como el Programa por una Gran Sociedad de LBJ - Lyndon Baines Johnson - producen consecuencias no deseadas e incontrolables. Pero cuando se trata de implementar la democracia en Irak, los neo-conservadores cambiaron el escepticismo por la ingenuidad Wilsoniana. El Sr. Fukuyama destaca que el lamentable desempeño en ”nation building” (construir naciones), la ausencia de tradiciones democráticas en el medio oriente y el fracaso de los neo-conservadores en tomarse el problema de la legitimidad norteamericana con seriedad.¨

Pero de conjunto, en su análisis del rol de los conservadores en la dirección de la principal potencia hacia la guerra, estos ponían de relieve la capacidad de los republicanos de asumir abiertamente un liderazgo imperialista sin vergüenza.

“Pero lo impresionante del asunto, en diversos temas, es la necedad de los neo-conservadores. La mayoría de los movimientos intelectuales hubieran hecho gala de humildad frente a esta realidad.”

Los neoconservadores se llevarán las culpas si Bush pierde en las elecciones de Noviembre. Si gana, podrían estar en aún mayores problemas si tanto Irak o el conservadurismo del gobierno implosionan.

Si bien alertaban sobre las consecuencias no deseadas del programa de Bush, abrían la posibilidad para un revés de la enorme impopularidad de este, apostando a una “renovación” en el ideario republicano.

“Así y todo, en su propia extraña manera, el duelo entre Fukuyama y Krauthammer apunta a otra ventaja neoconservadora: su enorme capacidad de reinventarse a si mismos. Los neoconservadores han cambiado de aspecto dramáticamente desde 1960; ahora el Sr. Fukuyama y otros disidentes neoconservadores pueden cambiarla una vez mas. Es que hasta el partido republicano, una vez ridiculizado como el partido estúpido, necesita de combustible intelectual para seguir andando. Hasta ahora, a pesar de los errores, los neoconservadores no tienen rivales cuando se trata de proveer ese combustible”. (The Economist, Yesterday's men, and tomorrow's, 16/09/2004).

2- Un país partidos en dos

Esta por verse cual será el futuro de las políticas guerreristas de EE.UU luego de este triunfo. Pero queda demostrado que el sector mas rancio de la política imperialista ha renovado su imagen y su apoyo y se ha “reinventado” sobre la base de un descarado discurso imperialista.

“En números redondos, Bush se ha llevado mayoritariamente el voto de los blancos, habitantes de entornos rurales y cristianos, mientras que las mujeres, los negros, los latinos y la gente de menores convicciones religiosas, así como los que viven en grandes ciudades, ha optado por Kerry”. (El Mundo, 03/11/2004)

El vertiginoso ascenso de la imagen de Bush, producto del triunfo electoral, no puede dejar de mostrar las enormes contradicciones que se incuban en el seno de la “democracia” yanqui. Aparentemente los Republicanos han logrado darle un sesgo de credibilidad a su programa y ahora buscarán equilibrar esta fortaleza con mayor cohesión interna.

Esta división entre lo más granado de la reacción y los sectores populares, las minorías étnicas, los movimientos de mujeres y sectores de trabajadores lejos de atenuar las enormes tensiones desatadas por la guerra ha dividido al país en dos.

El mismo Bush da cuenta de esta situación en su discurso de victoria, llamando a la unidad del país: ”Tenemos un país, una constitución y un futuro que nos une”.

“Los EE.UU pueden haber ido a elecciones como una nación dividida, confundida y paralizada por el miedo. Hoy aún está dividida, confundida y paralizada por el miedo, pero ahora con un claro mandato de sacudir el mapa geopolítico”.
(Asian Times, Editorial de Pepe Escobar, 04/11/2004)

Esta división social y el rumbo militarista no debe dejar lugar a equívocos, la guerra de clases se profundizará al calor de los exabruptos de los neoconservadores y su doctrina.

En este sentido las fuerzas que se pusieron en movimiento para enfrentar la guerra y que fueron desviadas hacia una campaña electoral sin perspectivas deben romper con todo escepticismo y prepararse para el verdadero combate.


3- La humillante derrota de los demócratas

Mientras los republicanos “reinventan” su imagen, frente a los ojos atónitos del mundo, los hechos pusieron abiertamente en cuestión las distintas estrategias para derrotar a Bush en un vertiginoso combate político.

Todas las voces “progresistas” del mundo se hicieron oír para reclamar que había que levantar una opción contra Bush.

“...la derrota de Bush implicaría el rescate de principios humanitarios y de civilización que su gobierno aplastó con idéntico fanatismo al de los enemigos que dice perseguir”.
(Página/12, Destinos, J. M. Pasquini Durán, 03/11/2004)

Así se propugnaba el triunfo de Kerry como una opción “realista” frente al peligro de que Bush saliera nuevamente ganador. Desde los viejos burócratas del partido demócrata hasta activistas anti-global, estrellas de rock, intelectuales, cineastas, etc., impulsaron una fuerte campaña agitando la consigna “Anybody but Bush” (cualquiera menos Bush).

Horas después de concluidos los escrutinios, todos buscaban una explicación a lo sucedido.
Los “progresistas” del diario The Nation escriben en un editorial: “...una de las cuestiones fundamentales sobre esta campaña ha sido el dilema de si es posible derrotar un enemigo firme sin una alternativa política sustancial, y esta vez no lo conseguimos. Kerry ofreció inteligencia, un plan fiscal disciplinado, una muralla contra una corte de derecha y un plan de salud que pocos comprendieron. Kerry falló al no usar el mensaje moral de “las dos Américas” para erosionar la imagen de Bush. Desafió de forma tardía la desastrosa guerra en Irak, pero también habló sobre “mantener el curso”. Así nunca alcanzó una visión positiva coherente ningún mensaje moral o populista para complementar su campaña. Tenemos que construir una política con convicción, pasión y sustancia. Está allí pero hay que luchar por ella”.
(The Nation, Editorial “Stand and fight”, Katrina Vanden Heuvel, 03/11/2004)

Esta recriminación deja ver la verdadera bancarrota del progresismo yanqui. Una política convencida, con pasión y substancia! Nada más lejos que John Kerry de esta descripción.

Pero no es solamente un problema de personalidad o psicologías. La reconstrucción de los republicanos como fuerza dirigente fortalece el dominio imperialista en todo el mundo. Esta fue su verdadera apuesta y demostraron tener una base social fuerte, atemorizada y aventurera, millonaria y dispuesta a dejar que el mundo salte por la borda con tal de no perder sus privilegios.

Hemos presenciado un contorno de la fisonomía social e ideológica de la reacción mas granada, de la contrarrevolución, que se nos aparece tanto en el mas descarado conservadurismo, como en la estéril demagogia "progresista" cuya única función es desarmar a las masas frente los peligros mas extremos, llevando a los millones que están en contra de la guerra a la desesperanza.

A pesar de que millones salieron activamente a votar contra bush, la vía electoral - y menos dirigidos por el Partido Demócrata!- no es salida alguna para parar el asalto de locura de los conservadores. Hay que volver a las calles.

4- Las tareas y las fuerzas

El imperialismo yanqui es fuerte y tiene apoyo, pero a un alto costo, dividiendo el país en dos, erosionando los mitos pacifistas que los demócratas y la política burguesa inculcan sobre los trabajadores y el pueblo, agudizando las fuerte contradicciones sociales que se venían expresando hacia adentro de EE.UU..

De una manera casi simbólica, mientras millones votaban en EE.UU; simultáneamente en Alemania - el país de Marx y Engels, de Rosa Luxemburgo y Karl Liebnetch - cerca de 40.000 trabajadores del gigante automotriz alemán Volkswagen dejaron sus labores este martes en huelgas de advertencia, reportó la agencia AFP. La automotriz más grande de Europa está buscando un congelamiento salarial de dos años para el plantel de 103.000 trabajadores de las líneas de ensamblaje en Alemania, y un 30 % de reducción en sus costos laborales para el 2011. (Reuters)

Más allá del carácter sindical de las luchas que el movimiento obrero está protagonizando en Europa, está tomando cuerpo una nueva fuerza social, que lenta y traumáticamente, puede ser la verdadera alternativa a los designios imperialistas de las clases dominantes.

Si los millones que salieron en todo el mundo a manifestarse contra la guerra, el movimiento anti-global, y sobre todo la fuerza de los trabajadores logran salir nuevamente a las calles a enfrentar la guerra, la victoria electoral de Bush se desvanecerá en el aire.

Ahora empieza la verdadera pelea contra el imperialismo.

Bush en su discurso alardeo amenazante sobre sus planes para el mundo: “Hay un viejo dicho, no reces por tener tareas iguales a tus fuerzas, sino reza por tener fuerzas a la altura de tus tareas”. (New York Times, 03/11/2004)

En este nuevo escenario de guerras imperialistas, de grandes tensiones sociales, de ofensiva del capital, los trabajadores y pueblos del mundo debemos prepararnos para conquistar las fuerzas a la altura de las nuevas tareas.

Trabajadores del mundo uníos para derrotar al imperialismo y abrir las puertas de la revolución mundial. Esta es la única alternativa realista frente a la masacre que nos amenaza.


     
 

 

   
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