La otra cara de las elecciones yanquis
Las bombas de la “democracia” caen sobre Fallujah
Autor:
Isidoro Díaz, especial Panorama Internacional
Fecha:
13/11/2004
Fuente:
Panorama Internacional
Menos de una semana tuvo que pasar para que la democracia imperialista yanqui mostrara su verdadero rostro, y también para que quede completamente al desnudo el carácter de la democracia que quieren imponer los imperialistas en Irak. La victoria de Bush en las urnas fue tomada por su administración como el refrendamiento de su política exterior agresiva. Indudablemente, los comicios expresaron una base social que permite que el gobierno norteamericano lleve adelante una masacre como la que ya se ha iniciado en Irak . El Lunes 08 de Noviembre comenzaron las operaciones militares tendientes a acabar con el más importante bastión de la resistencia iraquí: Fallujah. Luego de largas semanas de bombardeos constantes y de un criminal asedio a la ciudad de 300.000 habitantes, el primer ministro títere de Irak, Iyad Allawi, dio luz verde para que las tropas estadounidenses y de las fuerzas de seguridad del gobierno penetren en la ciudad.
El domingo por la noche el gobierno de Allawi declaró el estado de emergencia por 60 días en todo el país, a excepción de la relativamente más tranquila zona del Kurdistán. “Queremos que las elección tengan lugar. Queremos asegurar el país así las elecciones pueden llevarse a cabo de un modo pacífico y el pueblo iraquí puede participar en las elecciones libremente...” declaro Allawi para justificar la medida. El “modo pacífico” para asegurar que los iraquíes voten “libremente” en las primeras elecciones “democráticas” de Irak es suspender las libertades democráticas por 60 días en la mayor parte del país y mandar a 6.500 soldados y marines de EE.UU. y 2.000 tropas iraquíes fieles al gobierno interino a aplastar a sangre y fuego a una ciudad . “Aún si Fallujah tiene que seguir el camino de Cartago, reducida a fragmentos, el precio valdrá la pena,” escribió un ex oficial militar neo-conservador, Ralph Petrs, en el New York Post. Este es el modo “pacífico” en que pretende el imperialismo imponer un Irak cliente, bajo la máscara de la democracia a la yanqui.
Las elecciones, previstas para el 27 de Enero, pretenden (y de alguna forma están consiguiendo ya) alinear a las fuerzas políticas burguesas iraquíes. Sin embargo, el asalto a Fallujah está resquebrajando al gobierno interino. El presidente al-Yawar (figura meramente decorativa pero representante de la comunidad sunita) se opuso al inicio de la campaña, y uno de los grupos políticos sunitas más importantes, el Partido Islámico Iraquí, renunció a su participación en el gobierno . En el plano internacional, también Kofi Anna, Secretario General de Naciones Unidas, ha elevado sus quejas. Más allá de las declaraciones, lo cierto es que ninguno de estos personajes, ni tampoco las otrora rivales del “unilateralismo” yanqui potencias europeas, han tomado ninguna acción efectiva para detener la masacre que se avecina. Más escandaloso es el silencio cómplice de las direcciones clericales chiítas y del resto de los países árabes que, con matices, terminan alineándose con Estados Unidos. Por ejemplo, el gobierno sirio, supuesto integrante del “eje del mal”, ya ha acordado con el gobierno iraquí cerrar sus fronteras para evitar el ingreso (y egreso) de supuestos terroristas . En palestina, donde durante las anteriores batallas en Fallujah (Abril) y Najaf (Agosto) tuvieron lugar las más importantes movilizaciones de solidaridad, hoy se vive una situación bastante confusa ante la inminente muerte del líder de la OLP Yasser Arafat.
Las tareas que nos pone por delante la ofensiva yanqui en Medio Oriente son las urgentes tareas de organizar las fuerzas antiimperialistas alrededor del globo, únicas capaces de acabar con las constantes matanzas que propinan los imperialistas de todo color en Afganistán, Irak, Palestina, Haití y ahora en Costa de Marfil. La verdadera acción antiimperialista tendrá que estar encabezada por la clase trabajadora que en alianza con los pueblos oprimidos e imponiendo sus métodos (huelga general, boicot a la industria militar) puede plantear la perspectiva de destruir la dominación imperialista desde sus cimientos para reorganizar la sociedad sobre nuevas bases y así acabar con la explotación y la opresión, imponiendo la democracia de los trabajadores contra la democracia de las bombas El movimiento antiguerra, que el año pasado mostró una potencialidad y una energía sinprecedentes con las manifestaciones callejeras coordinadas mundialmente más grandes de la historia, debe articular las acciones de masas, a partir de una perspectiva anticapitalista, con las acciones que actualmente está llevando a cabo el proletariado en Europa y Estados Unidos para avanzar en esta perspectiva.
Llamamos a lo jóvenes luchadores y a los trabajadores a levantar una vez más las banderas anitiimperialitas, luchando contra los gobiernos amigos de Bush como los de Kirchner y Lula, que pagan la deuda externa a rajatabla y mandan tropas a Haití, y gritando bien alto la consigna. ¡Fuera Yanquis de Irak y Medio Oriente!
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