Izquierda Marxista

¡Nuestro movimiento no está en venta! ATTAC ataca a la izquierda

Autor: Workers Power

Fecha: 11/11/2003

Traductor: Guillermo Crux, especial para PI

Fuente: Workers Power Global

En la carrera hacia el Foro Social Europeo (FSE) se corren rumores de que los organizadores utilizarán su enorme poder material para asegurarse de que el foro no lleve a ningún tipo de acción radical. Los líderes de ATTAC Francia, sus íntimos aliados en la burocracia sindical de la CGT y el reformista Parti Communiste Français (PCF) dominan el comité organizador. Se informa ampliamente de agudos conflictos con la Ligue Communiste Révolutionnaire (LCR).

La "dirección" de este Foro por parte de Attac ciertamente no fue ganada en los campos de batalla del movimiento anti-capitalista y la lucha de clases de los últimos tres años. ¿Pero qué es Attac y quiénes son sus líderes?

Attac es una sigla que significa "Asociación para la Tasación de las Transacciones financieras para la Ayuda de los Ciudadanos".) Fue fundada en junio de 1998 por los editores de Le Monde Diplomatique, un suplemento mensual independiente del prestigioso diario parisino. Su figura central era Bernard Cassen, académico y periodista.

Attac es el centro de los esfuerzos derechistas y reformistas de domesticar políticamente y jaquear organizativamente al movimiento anti-capitalista. Bernard Cassen inició los principios de Porto Alegre - que tienen que ser firmados por todos los participantes - prohibiendo formalmente la participación de los partidos y prohibiendo la toma de decisiones o la emisión de declaraciones por parte de los foros sociales mundiales o regionales.

De hecho, esta prohibición sólo afecta a los partidos anti-capitalistas militantes, los que luchan en las calles y en los piquetes de trabajadores. Los grandes partidos reformistas como el Partido de los Trabajadores de Brasil y el PCF estarán representados a través de sus consejeros, parlamentarios y presidentes.

El reformismo de Attac también se muestra por su propia vida interna, que es casi tan antidemocrática e impenetrable como las instituciones neoliberales contra las que lucha. Para sus miembros, las reuniones locales consisten en breves discusiones seguidas por largas presentaciones educativas sobre los detalles de la economía internacional. Pero los voceros principales como Susan George y Bernard Cassen no son electos.

ATTAC, como es bien conocido, ha hecho un fetiche de la Tasa Tobin - un pequeño impuesto porcentual para todas las transacciones financieras internacionales, que será utilizado para la inversión en bienestar social en casa y ayuda para el desarrollo en el exterior. Su defecto - aparte de su insignificancia como ataque contra el capital (0,5% por transacción) - es lo utópico de sus fines - sólo los estados más poderosos, el G8 y EE.UU. específicamente, podrían imponerlo y recaudarlo - y su carácter reaccionario - apunta a una reforma del sistema financiero mundial, no a su expropiación.

Los líderes de Attac rechazan el término anti-globalización para describir el movimiento y mucho más aún el término anti-capitalista. En cambio, Cassen y Cía han propuesto el horrible neologismo "altermundialización" - o globalización alternativa. Esto indica que desean darle al capitalismo globalizado una cara humana - "arreglarlo, no aniquilarlo."

Bernard Cassen no tiene empacho en mostrar su reformismo nacional. En el contra-encuentro de Attac en Ginebra en junio, declaró:

"El marco de nuestra lucha sigue siendo nacional ...el nacional es lo apropiado... Uno todavía puede logar algún progreso a nivel nacional - aun cuando sea menos que antes."
Cassen - con la arrogancia típica de la casta intelectual - descarta terminantemente la idea de discutir siquiera la alternativa estratégica de "reforma o revolución":
"El debate que nos ha ocupado, y particularmente a mí, durante décadas, entre la reforma y la revolución, francamente es completamente poco interesante... creo que se ha vuelto un ejercicio puramente retórico que tiene escaso valor en lo que concierne a la acción. Lo importante es adónde se dirigen las fuerzas sociales, si tan sólo han empezado a ponerse en movimiento o si ya están acelerando."

Prosiguió:
"Uno no debe medir la radicalización de la sociedad a partir de la cantidad de gente que participa en las manifestaciones. Eso sería un gran error. Es bueno cuando mucha gente participa en las manifestaciones. Pero esto no es lo decisivo. Miren lo que pasó en España: entre tres y cuatro millones se manifestaron contra la guerra, contra Aznar, y después Aznar casi no perdió terreno en las elecciones. No se derrumbó. ¡Así que tomen nota! Las manifestaciones no son todo. Lo que cuentan son los votantes."

De hecho Cassen se ha pasado todo este año, desde que en el FSE de Florencia lamentara la influencia de Rifondazione Comunista y la extrema izquierda y el carácter antiguerra de la enorme marcha de un millón de personas en el cierre del Foro. En una entrevista ofrecida recientemente - actuando, según el entrevistador "como un árbitro de fútbol, marcando los off-sides, y las distorsiones de los principios de los foros sociales" - dijo de Florence:

"El movimiento no necesita de pilotos". Una lectura atenta de la lista de disertantes italianos le permitieron detectar que "los miembros, o los acercados a Rifondazione Comunista se quedaron con la parte del león y le dieron [a Florencia] una tonalidad definitivamente menos pluralista que a Porto Alegre."

No importa la presencia masiva de los líderes del PT brasileño en Porto Alegre y la histeria por Lula, Cassen plantea que esto no apenas importaba ya que "nunca interfirieron ni en la planificación del programa, ni en la elección de los disertantes, y creo que tengo autoridad para dar cuenta de ello."

De hecho, el presidente honorario de Attac cree que la no-interferencia con sus decisiones es la prueba de la democracia y el pluralismo. Ninguno de los informes de los dos eventos por parte de participantes comunes y corrientes sugieren que Porto Alegre fue más democrático que Florencia. Más bien lo opuesto.

Cassen saluda la mayor participación de los sindicatos en el movimiento, obviamente refiriéndose a su burocracia.

Recientemente, Attac incluso ha girado más a la derecha con la designación del economista del PCF Jacques Nikonoff como su Presidente. El nombramiento de Nikonoff (no su elección) siguió a un largo período de lucha interna dentro del cuerpo dirigente, pero a los miembros no les fue permitido votar.

Después del festival masivo de Larzac durante el verano, cuando en un incidente menor algunos anarco-sindicalistas de la CNT destrozaron un puesto del Partido Socialista, Nikonoff dio rienda suelta a su ira contra el conjunto de extrema izquierda. Hizo una serie de ataques tanto en la prensa como en la escuela de verano de Attac, utilizando términos que recuerdan al stalinismo de los años treinta. Acusa a la extrema izquierda y a la derecha neo-liberal de tener un interés común.

"En lugar de reunir, el extremismo divide. La verbosidad, la violencia, los ademanes, el sectarismo que marcan la tradición de la extrema izquierda anunciarían la derrota del movimiento si este último se rindiera ante ella. Los neo-liberales siempre prefieren a la extrema izquierda, porque saben que nunca ganó nada y que nunca lo hará. El movimiento altermundialista debe preferir resueltamente la diversidad que hace a su riqueza y a su fuerza."

Utiliza las viejas imputaciones - que justificadamente se han hecho contra el PCF - de "recuperación" (es decir, de intentar copar el movimiento) contra la izquierda. Él dice que la izquierda tiene su lugar "en tanto que, como todos los demás, abogue por las reglas democráticas del movimiento". Y luego llama a una burocratización del movimiento anti-globalización erigiendo "sistemas de cortafuegos que puedan evitar a los grupúsculos que está intentando manipular las cosas entre bambalinas."

Nikonoff también ha criticado las distintas acciones de masa radicales que tuvieron lugar durante la primavera/verano (por ejemplo, los enfrentamientos con la policía al final de la marcha contra la reforma de las pensiones, los destrozos contra las oficinas de la MEDEF (corporación de la gran patronal) e incluso las amenazas de huelga por parte de los docentes mientras se acercaban los turnos de exámenes.

Esperemos que en París - como en Florencia - una participación masiva de los activistas sindicales de base y de la juventud anule los esfuerzos de los líderes de Attac para transformalo en un charlatanerío impotente al servicio de los peces gordos reformistas como los propios Cassen y Nikonoff.

¡Necesitamos mostrarles a los periodistas burgueses, los consejeros municipales, los funcionarios de las ONGs y los burócratas sindicales que se arriman tras la bandera de Attac que si piensan que pueden comprarse al movimiento anticapitalista, se les va a venir pesada... ¡Nuestro movimiento no está en venta!