Intelectuales y Académicos

¿Cuándo caerá Bush?

 

Autor: I. Wallerstein

Fecha: 15/7/2003

Traductor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fuente: F. Braudel Center, Binghamton Univ.


Los días de Bush están contados. Está en serios problemas, y el problema no se irá. El tejido de justificaciones para la invasión de Irak se deshilacha poco a poco. Ambos, él y Blair, han tenido que retractarse de algunas de las más atroces declaraciones. Las famosas armas de destrucción masiva no se encuentran por ningún lado. Y si aparece alguna, enterrada profundamente en algún lugar, resultará que las armas no eran utilizables en una guerra -ciertamente no en el famoso intervalo de 45 minutos de Tony Blair. Los tubos de aluminio parecen ser exactamente lo que Saddam Hussein dijo que era, material para cohetes. Los supuestos vínculos entre Saddam Hussein y al Qaeda fueron siempre improbables y ninguna evidencia ha ayudado a confirmarlos. Ahora Bush ha culpado a la CIA, mientras la bancada republicana del Comité de Inteligencia del Senado acusa a la CIA de filtrar información para avergonzar al presidente Bush. Los ladrones están cayendo.

Los EEUU ya pasaron por un escenario similar antes, y no hace mucho tiempo. El encubrimiento del Watergate del presidente Nixon funcionó al principio. Pero cuando Nixon trató de señalar con el dedo a los muchachos (recuerden a John Dean), comenzaron a revelar la verdad. Nixon ganó su reeleción. Se mantuvo todo ese tiempo. Pero al final, tuvo que renunciar a la presidencia cuando una exitosa acusación se hacía inminente.

Por supuesto, las dos situaciones son bastante diferentes en sus detalles. Pero hay ciertas similitudes llamativas. Ambos sucedieron dentro del contexto de la ambivalencia en la opinión pública de EEUU sobre una guerra. Ambos presidentes implicados estaban dispuestos a utilizar todos los instrumentos en sus manos para golpear duramente a través de políticas e intimidar a los adversarios. Ambos tienen personas alrededor que fueron maestros de las evasivas. El vice-presidente Cheney debe haber tomado clases de John Mitchell, Jefe de Abogados de Nixon.

En política -política mundial, nacional, local- se puede obtener mucho apoyo si se gana. Pero el apoyo a menudo se va tan pronto como se comienza a perder. Bush le prometió a EEUU y al mundo una transformación en Irak, de hecho del Medio Oriente, si sólo Saddam Hussein pudiera ser expulsado. A esta altura, cerca de tres meses luego del desplome militar del régimen iraquí, ¿cuál es la situación en Irak? Cada día, soldados americanos son asesinados por lo que es claramente una acción guerrillera. Los policías iraquíes, designados por los ocupantes norteamericanos, amenazaron con renunciar si los soldados de EEUU no se van de su comisaría, ya que sienten que sus vidas están en peligro por estar demasiado asociados con el ejército estadounidense. Aparentemente, los soldados de EEUU no son vistos como protectores de aquellos que cooperan con ellos, sino como una asociación de fuerza que pone en peligro sus vidas.

Los ocupantes estadounidenses no han sido incapaces de restaurar siquiera una parte de la electricidad en los centros urbanos de Irak. Francamente, estoy asombrado de esto. Uno pensaría que el gobierno de EEUU podría tener los ingenieros necesarios, el equipo necesario, y suministrar la protección necesaria a esos ingenieros para que se pueda restaurar la electricidad en una semana o dos. ¿Es demasiado costoso? ¿Hay otras prioridades? ¿No cree EEUU que esto sea importante? Los iraquíes comunes creen que es la prioridad número uno y se están enojando. Pronto, el país podría estar inundado con cierta nostalgia por el régimen que EEUU expulsó.

Mientras tanto, en Gran Bretaña, el heroico aliado de EEUU, Tony Blair, está en problemas que se están profundizando. Los conservadores han decidido que no existe ninguna ganancia en apoyarlo. Los liberales nunca lo hicieron. Y el número de MPs del Laborismo que están intranquilos crece. En este mismo momento, EEUU ha anunciado que pondrá a prueba a seis personas en Bahía de Guantánamo, dos de los cuales son ciudadanos ingleses. Una tormenta que crece en Gran Bretaña, entre respetados juristas que se oponen a lo que ellos ven como dudosos, incluso ilegales, procedimientos. Están llamando a que Blair logre que EEUU entregue a estos hombres a la justicia inglesa. Pero Blair no puede prometer a EEUU que las confesiones en ausencia de asesoría legal puedan convencer a tribunales ingleses. No hay manera fácil en que EEUU pueda ayudar a Blair con esta dificultad sin arriesgar toda la estructura de la pesadilla de Guantánamo. Al mismo tiempo, al gobierno norteamericano le está costando mucho convencer a algún abogado de EEUU para actuar en la defensa porque aseguran que las normas están arregladas contra ellos ilegítimamente.

La victoria de EEUU en Irak suponía algún efecto en lograr que los aliados recalcitrantes -Francia, Alemania, Rusia- reviertan sus posiciones. No hay signo de que esto suceda. ¿Por qué deberían hacerlo? Cuando la revista Time hizo una encuesta en Europa durante el mes de marzo, preguntando cuál de estos tres países-Corea del Norte, Irak o Estados Unidos- era la amenaza más grande a la paz mundial, la friolera de 86.9% contestó Estados Unidos. Y EEUU y Europa están en un curso de coaliciones por cuestiones banales de comercio. En esto, EEUU ha estado claramente en una posición débil. La Organización Mundial del Comercio gobierna contra EEUU en estas cuestiones. Muchos países pequeños se están negando silenciosamente, y algunos no tanto, a aceptar la insistencia de EEUU de ser el único país por encima del derecho internacional.

Y por último pero no menos importante, la economía de EEUU no está bien. Además, hay conservadores gritando que el régimen de Bush no es realmente conservador, porque aumenta, no reduce, el papel del estado. Howard Dean está despegando como potencial candidato demócrata. E incluso si no obtiene la nominación, que de hecho puede obtener, ha forzado ya a los otros candidatos demócratas a "girar a izquierda" tratando de capturar un poquito del apoyo que Dean parece estar logrando

¿Puede Bush cambiar todo esto? A corto plazo, quizá. Si puede capturar a Saddam Hussein, lo ayudaría. Una vez más, estoy asombrado de que EEUU no haya sido capaz de hacer esto. Pero quizás no debo estar tan asombrado. Osama bin Laden no ha sido capturado, ni muerto ni vivo, en los casi dos años que Bush ha estado persiguiéndolo. El Mullah Omar sigue libre, y parece que ha estado reorganizando al Talibán.

En cuanto a los halcones que rodean a Bush, el día después de la caída de Bagdad, empezaron a clamar por invadir Siria. Pero todo está callado ahora. Ni Irán ni Corea del Norte han frenado su campaña para adquirir armas nucleares. Todo lo contrario. Virtualmente lo están ostentando. Y EEUU es muy prudente. No parece tener aún tropas disponibles para hacer lo que se necesita urgentemente, reforzar su posición en Irak. No parecen estar en condiciones de tomar a Irán o Corea del Norte seriamente. Tampoco las iniciativas diplomáticas han logrado mucho -en Israel/Palestina, en Noreste de Asia, o incluso en América Latina.

Si yo fuera George W. Bush, estaría muy preocupado. Quizás él no lo esté. Será el orgullo antes de la caída. Pero apuesto a que alguno de sus hábiles consejeros debe estar comiéndose las uñas. Se sentían muy seguro de sí mismos no hace mucho. Pero el barco del estado ha entrado en aguas tempestuosas. Puede no hundirse inmediatamente. ¿Pero llegará a la costa a salvo? Las probabilidades no son tan altas como para estar sonriendo satisfecho de uno mismo.


     

 

   
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