Economía y Politica Internacionales
Golpe para Bush: Un aliado en España es rechazado por los votantes anti-guerra
Autor:
David E. Sanger
Fecha:
14/3/2004
Traductor:
Celeste Murillo, especial para P.I.
Fuente:
New York Times
La expulsión del partido de centro-derecha en España, sólo días después de un ataque terrorista, quizás ligado al al-Qaeda, es el primer rechazo a uno de los aliados fijos del presidente Bush en la guerra de Irak.
Cuando Francia y Alemania se negaron a apoyar la guerra en Irak, el primer ministro español, José María Aznar, respaldó públicamente al Sr. Bush en la cumbre de Azores hace un año, y días antes de que la guerra comenzara. Ahora los votantes eligieron a los socialistas de la oposición, aunque la centro-derecha había encabezado las encuestas hasta el atentado terrorista.
La administración Bush debe luchar ahora contra la percepción, exacta o no, de que los actos terroristas contra los aliados de EEUU pueden llevar a las naciones a re-pensar si es correcto estar tan cerca del Sr. Bush.
Repetidas veces, el presidente Bush respondió a los críticos que dicen que alejó a los aliados más cercanos de EEUU, señalando al Sr. Aznar como un ejemplo valiente de un líder que ignoró los números de las encuestas -más del 90% de los españoles se opuso a la guerra- y que actuó en favor de los intereses de España.
Sólo la semana pasada varios miembros importantes de la administración dijeron que esperaban que los conservadores resultaran victoriosos. De hecho, hace meses un consejero del Sr. Bush predijo que si había un atentado terrorista en Europa, este probablemente acercaría a los europeos a Estados Unidos y a su enfoque de la campaña contra el terrorismo, no alejarlos.
El domingo por la tarde los funcionarios de la administración escondieron su desilusión. El secretario de Estado Colin L. Powell, saliendo para la India, se negó a responder públicamente sobre la victoria socialista, y la Casa Blanca publicó una declaración con tono positivo, diciendo que el presidente Bush esperaba trabajar con José Luis Rodríguez Zapatero, el líder socialista que ahora será primer ministro.
Pero nadie en el círculo íntimo de Bush pasa por alto que Zapatero llega a esta victoria denunciando el enfoque de Bush, y que prometió llevar a casa las 1,300 tropas españolas que están en Irak en julio. "No sabemos cuánto afectó el factor del atentado de Madrid en este resultado”, dijo un funcionario norteamericano. "No sabemos si lo que sucedió España marca una tendencia más general. Pero no estaría diciendo la verdad si dijera que esta es la clase de resultado que hubiéramos querido”.
Los funcionarios de la administración dijeron este fin de semana que ofrecían España toda la ayuda posible para determinar quién estaba detrás del atentado, y si la adjudicación al-Qaeda era creíble. Pero ahora, Bush enfrenta la tarea de persuadir a un nuevo liderazgo español -los mismos políticos que dijeron que Aznar estaba demasiado cerca de Bush y su política de acción preventiva- de que la única manera de confrontar al terrorismo es responder.
Diplomáticos norteamericanos señalaron rápidamente que incluso los socialistas habían prometido participar en la preservación de la paz en Irak si Naciones Unidas pasaba una resolución aceptando el gobierno iraquí de transición, que está planificado que tome la posta de la Autoridad Provisional de la Coalición el 30 de junio. Esta resolución parece sumamente probable. En todo caso, la contribución de España en Irak es simbólica, menos del 1% de las fuerzas.
Antes de que se conocieran los resultados de la elección, Condoleezza Rice, la consejera nacional de seguridad, dijo en el programa “Meet the Press” de la NBC, “creo que los españoles entienden que han tenido un liderazgo fuerte y bueno en el presidente José María Aznar y su gobierno, que en la lucha contra el terrorismo no puede permitirse ser intimidado”. Se estaba refiriendo al primer ministro.
Más tarde, después de decir que era poco claro si los ataques en España fueron llevados a cabo por el grupo terrorista nacional ETA o por al-Qaeda, o por alguna combinación, dijo: "Ellos no ganarán, y nosotros no vacilaremos”.
“Es demasiado temprano para valorar el impacto del atentado en la política de España y el resto de Europa. En casa, los socios de Bush, dirigidos por el vicepresidente Dick Cheney, ya están utilizando las explosiones de Madrid para reforzar su argumento de que el mundo sigue siendo un lugar muy peligroso, y que sería enormemente arriesgado abandonar la estrategia de Bush.
El domingo, el Sr. Cheney citó los ataques a los trenes en Madrid para atacar la estrategia del candidato demócrata, el senador John Kerry de Massachusetts.
"El senador Kerry dijo que debemos tratar los ataques en nuestro país centralmente como asuntos de aplicación de la ley y de inteligencia”, dijo Cheney al público en Florence, Ky. “Está con la estrategia de los ‘90, que sostiene que cuando somos atacados, debemos atrapar a los responsables directos, procesarlos, y hacer el juicio un día”.
Pero esa estrategia, dijo, es insuficiente porque “virtualmente no toca a la red detrás de los ataques”. Concluyó señalando que el atentado en España “es un recordatorio de que hay personas malvadas en el mundo, capaces de cualquier atrocidad, y determinadas a matar inocentes”.
El Sr. Kerry dice que la administración simplifica demasiado su posición, y que él, también, emprendería la guerra con los terroristas. Pero dice que lo haría de forma que se preserven las alianzas y se evite la clase de reacciones que los votantes españoles expresaron el domingo. “No podemos pelear contra el terrosismo sólo con la ayuda de nuestros aliados”, dijo en una entrevista reciente y eso significa idear una estrategia que mantenga no sólo a los líderes como Aznar del lado de Washington, sino también a su electorado.
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