Intelectuales y Académicos

La Debilidad Norteamericana y la Lucha por la Hegemonía

 

Autor: Immanuel Wallerstein *

Fecha: 1/8/2003

Traductor: Juan D'Psico, especial para PI

Fuente: Monthly Review


Voy a empezar con dos cosas con las que pienso que casi todos lectores de MR probablemente estarán de acuerdo. Uno, el imperialismo es una parte integral de la economía mundial capitalista. No es un fenómeno especial. Siempre ha estado allí. Siempre estará allí con tal de que nosotros tengamos una economía mundial capitalista. Dos, nosotros estamos experimentando en el momento una forma particularmente agresiva y egregia de imperialismo que está ahora incluso listo para exigir que ésto es ser imperialista.
Ahora, yo le pido que reflexione sobre esta anomalía. Como llega el momento que estamos viviendo a una forma particularmente agresiva y egregia de imperialismo, la cual por primera vez en más de cien años ha estado lista para usar las palabras “imperial” e “imperialismo” ¿Porqué lo harían ahora? Ahora, la respuesta que la mayoría de la gente da en EEUU es fuerza. Y la respuesta que yo daré en una palabra es la debilidad norteamericana.

Debemos comenzar en 1945, cuando los EEUU se hicieron hegemónicos, realmente hegemónicos. ¿Qué significa hegemonía en este contexto? Significa que el Estado-Nación Norteamericano era por mucho el más fuerte, tenía una capacidad económica mucho más delante que la de cualquier otro en el mundo en 1945, que podía sub-vender a cualquiera en sus propios mercados locales. Los EEUU tenían una fuerza militar sin paralelos. Como consecuencia, tenía una habilidad para crear alianzas formidables: OTAN, el pacto de defensa EEUU-Japón, y así. Al mismo tiempo los Estados Unidos, en tanto poder cultural, se hicieron el centro del nuevo mundo. Nueva York se convirtió el centro de la alta cultura y la cultura popular Norteamericana siguió su marcha a lo largo del mundo.

La primera vez que estuve en la Unión Soviética, en la era Brezhnev, mi anfitrión me llevó a un nightclub en Leningrado. La única cosa que me dejó perplejo en la Unión Soviética, en todo el tiempo que estuve allí, fue que en este club uno escuchaba música popular norteamericana cantada en inglés. Y, por supuesto, ideológicamente, pienso que subestimamos el grado en el cual el tema del “mundo libre” había tenido legitimidad entre amplios segmentos de la población mundial.
Los EEUU estuvieron realmente en la cima del mundo por cerca de veinte años, y se hicieron las cosas de la manera en ellos quisieron.
Es verdad que existía la Unión Soviética, la cual propuso una dificultad militar para los EEUU. No obstante, los EEUU manejaron esto simplemente con un acuerdo. Fue llamado Yalta, el cual abarca más que sólo lo que pasó en Yalta mismo. Yo pienso que la izquierda subestimó históricamente la realidad de la importancia de los arreglos de Yalta que hicieron a la Guerra Fría un arreglo coral en el cual nada pasó por 40 años. Esto fue lo importante en la Guerra Fría. Ésta dividió al mundo en una zona Soviética que era casi un tercio del mundo, y la zona de EEUU, que era aproximadamente dos tercios. Éste mantenía las zonas económicamente separadas y permitía que se griten unas a otras fuerte mente para mantener su propio lado en orden, pero nunca para hacer un cambio realmente sustancial en el arreglo. Los EEUU estaba, no obstante, en la cima del mundo.

Esto duró aproximadamente cerca de 20 años. Los EEUU estuvieron en dificultades en algunos lugares entre 1967 y 1973 como producto de tres cosas. Uno, perdió su eje económico. Europa Occidental y Japón se hicieron suficientemente fuertes para defender sus propios mercados. Inclusive comenzaron a invadir los mercados norteamericanos. Eran en ese entonces casi tan fuertes y competitivos económicamente como los EEUU y esto, por supuesto, tuvo implicancias políticas. En segundo lugar, estuvo la revolución mundial de 1968 en la que muchos lectores de MR [Montly Review, N. del T.] estuvieron involucrados, de una manera u otra. Piensen en lo que pasaba en 1968. En 1968, habían dos temas que eran repetidos en todo lugar a lo largo del mundo en diferentes versiones. Uno, no nos gusta la dominación Norteamericana y su hegemonía del mundo, y no nos gusta la colusión Soviética en ésta. Ese era el tema en todo lugar. Ésta no sólo era la posición china sobre las dos superpotencias sino también de la mayoría del resto del mundo.
La segunda cosa que 1968 aclaró fue que la vieja izquierda, la cual se había hecho poderosa en todos lados –los PC’s, los partidos socialdemócratas, y los movimientos de liberación nacional– no había cambiado al mundo y al debía hacerse al respecto. No estabamos seguro de seguir confiando en ellos. Esto indeterminó la base ideológica del acuerdo de Yalta, esto era muy importante, y fue muy importante.

La tercera cosa que pasó es que había gente que no estaba de acuerdo con Yalta. Ellos están situados en el tercer mundo y había al menos cuatro derrotas significantes del imperialismo que ocurrieron en el Tercer Mundo. La primera fue la China, donde el Partido Comunista desafió a Stalin y marchó a la Shanghai controlada por el Kuommintang en 1948, sacando así a China fuera de la influencia de EEUU en el continente. Esta fue una derrota central en el intento norteamericano de controlar la periferia. En segundo lugar, estaba Algeria y todas sus implicancias como un modelo para otros territorios coloniales.
Estaba Cuba, en el patio trasero de EEUU. Y finalmente estaba Vietnam, a la cual tanto Francia como luego EEUU fueron incapaces de derrotar. Esto fue una derrota militar para los EEUU que ha estructurado las geopolíticas mundiales desde entonces.
El hecho del creciendo de los rivales económicos, la revolución mundial de 1968 y su impacto en las mentalidades alrededor del mundo, y la derrota de EEUU en Vietnam, tomadas de conjunto, marcan en comienzo de la declinación de los EEUU.

¿Cómo podrían los gobernantes de los EEUU manejar la pérdida de hegemonía? Este ha sido el problema desde entonces. Habían dos modos dominantes de manejar esta pérdida de hegemonía. Uno es aquel llevado a cabo desde Nixon hasta Clinton, incluyendo a Roland Reagan, incluyendo George Bush padre. Todos estos presidentes de los EEUU se manejaron de la misma manera, básicamente una variante del guante de terciopelo escondiendo al puño.
Parecían persuadir a Europa Occidental y Japón y a otros de que los EEUU podían ser cooperativos; de que los otros podrían tener un alianza de semi-iguales, aún con los EEUU ejerciendo el “liderazgo”. Esta es la Comisión Trilateral y el G7. Y , por supuesto, ellos estaban usando todo este tiempo la fuerza unificada de la oposición a la Unión Soviética.
En segundo lugar, estaba el llamado “Consenso de Washington” que de coligó en los 1980’s. ¿De qué se trata el Consenso de Washington? Le recuerdo que los 1970’s fue una era en la que la ONU proclamaron la década del desarrollo. Desarrollismo fue el nombre del juego desde los 1950’s hasta los 1970’s. Todos proclamaron que los países podrían desarrollarse. Los EEUU lo proclamaron. La Unión Soviética lo proclamó, y todos en el Tercer Mundo lo proclamaron – sólo si un Estado estaba debidamente organizado. Por supuesto, la gente estaba en desacuerdo en cómo organizar un Estado correctamente, pero si sólo estaba organizado adecuadamente y hacía las cosas bien, podría desarrollarse. Esa era la ideología básica, el desarrollo debía ser logrado mediante algún tipo de control sobre la soberanía de los Estados nacionales.
Ahora el Consenso de Washington fue abandonado y la denigración del desarrollismo, que había fallado visiblemente ya a fines de los 1980’s, y, por consiguiente, todos estaban listos para abandonarlo. Substituyeron por el desarrollismo lo que llamaron Globalización, la cual simplemente significaba abrir todas la fronteras, tirar abajo todas las barreras para: a) el movimiento de bienes; y más importantemente, b) Capital; pero no c) Trabajo. Y los EEUU se dispusieron a imponer esto al mundo.

La tercer cosa que llevaron adelante en esta línea de “cooperación” fue una construcción de consenso ideológico en Davos. Davos no es sin importancia. Davos fue un intento de crear un campo de encuentro de las elites del mundo, incluyendo desde el tercer mundo, y constantemente reuniendo y bendiciendo su actividad política.
Al mismo tiempo, los objetivos de los EEUU durante este período tomaron tres formas. Una fue lanzar una contraofensiva. Ésta fue una contraofensiva del neoliberalismo en tres niveles para: 1) reducir los salarios en todo el mundo; 2) reducir los costos de (y terminar con los constreñimientos ecológicos en ) las compañías, permitiendo la externalización total y la socialización de tales costos; y 3) reducir los impuestos, los cuales estaban subsidiando el bienestar social (lo que es lo mismo que decir subsidiando la educación, la salud, y los seguros de ingresos de por vida).
En todos estos tres niveles fueron sólo parcialmente exitosos. Ninguno de estos tres triunfaron totalmente, pero todos lo hicieron un poco. Como sea, las curvas de costos no cayeron para nada al nivel de 1945. Las curvas de costos se habían ido arriba y están abajo ahora, peor no están debajo de los niveles de 1945, y seguirán creciendo nuevamente.
El segundo objetivo fue el de enfrentar la amenaza militar. La amenaza real al poder militar de EEUU, y lo dicen todo el tiempo, asi que creámosle, es la proliferación nuclear; porque si cada pequeño país libre tiene armas nucleares se vuelve muy trapacero para los EEUU comprometerse a la acción militar. Esto es lo que Norcorea esta demostrando en estos momentos. Norcorea sólo tiene dos armas nucleares, si los diarios dicen lo correcto. Pero esto es suficiente como para sacudir las cosas por el aire.
El tercer objetivo -y este era muy crucial y habían estado trabajando en él desde los 1970’s– fue el de parar a la Unión Europea. Los EEUU estaban con la Unión Europea en los 50’s y los 60’s cuando esto era un medio para llevar a Francia a aceptar tener a Alemania rearmada. Pero una vez que se hizo serio que esto era visto como un intento de crear un Estado Europeo de una u otra variedad, y los EEUU estaban fuertemente opuestos a esto.

¿Qué pasó? Primero, tuvimos el colapso de la Unión Soviética. Esto fue un desastre para los EEUU, removió el arma política más importante que tenían en relación a Europa Occidental y el Este de Asia.
Segundo, estaba Saddam. Saddam Hussein comenzó la primera Guerra del Golfo. Lo hizo deliberadamente. Lo hizo deliberadamente para desafiar a los EEUU. No lo podría haber hecho si la Unión Soviética hubiese sido todavía un poder activo. Los habrían parado porque habrían sido demasiado peligrosos en términos del acuerdo de Yalta. Y lo pudieron hacer. Es por eso que estuvieron en el tapete por diez años. Esto es decir que al final de la guerra, todo lo que perdió fue todo lo que ganó. Estaba nuevamente en el punto de partida. No fue una victoria para los EEUU.
Tercero, lo vimos en los 90’s, para estar seguro, un borbotón momentáneo de la economía norteamericana, pero no la economía mundial como un todo y un borbotón que no ha finalizado aún. Pero ahora que se ha debilitado el dólar, y el dólar ha sido una palanca fundamental de los EEUU, permitiéndoles tener el tipo de economía que tenían cuando dominaban al resto del mundo. Y finalmente, tuvimos el 11 de Septiembre, que mostró que los EEUU eran vulnerables.
Entran los halcones. Los halcones no se ven como la continuación triunfante del capitalismo norteamericano o del poder norteamericano o de lo que sea. Ellos se ven como un grupo de forasteros que por no pudieron entrar en camino ni siquiera con Ronald Reagan, ni aún con George Bush padre, ni aún con George Bush hijo antes del 11/9. Todavía están preocupados por si George Bush Jr. los dejará en banda. Ellos piensan que la políticas que vino desde Nixon hasta Clinton y hasta el primer año de George Bush, la de tratar de manejar la situación, diplomáticamente, multilateralmente –yo lo llamo el guante de terciopelo– fue otra falla absoluta. Piensan que esto sólo aceleró el declive de los EEUU y piensan que tenía que ser cambiada radicalmente a partir de comprometerse en una egregia, abierta, campaña imperial – guerra por el botín de guerra. No fueron a la guerra sobre Irak o Saddam Hussein porque fuera un dictador. No fueron a la guerra sobre Irak ni siquiera por petróleo. No defenderé este punto aquí, pero no necesitaban una guerra sobre Irak por petróleo. La necesitaban para mostrar que los EEUU podían hacerlo, y necesitaban una demostración en orden de intimidar dos grupos de gente: 1) cualquiera en el tercer mundo que piense que deberían comprometerse en la proliferación nuclear; 2) Europa. Fue un ataque sobre Europa, y es por esto por lo que Europa respondió de la manera en que lo hizo.
Escribí en un artículo en 1980, “Es geopolíticamente inevitable que en el próximo período, emergerá una alianza París/Berlín/Moscú”. Decía esto cuando la Unión soviética todavía existía y lo he repetido desde entonces. Ahora todos hablan sobre esto. Hay actualmente un sitio web, www.paris-berlin-moscou.info/, el cual reproduce lo que la gente está escribiendo en francés, alemán, ruso, e inglés a lo largo de Europa sobre las virtudes de un puente París/Berlín/Moscú.
No debemos subestimar la no votación del Consejo de Seguridad en Marzo de este año. Es la primera vez desde que fuera fundada la ONU que los EEUU, en un problema que le importaba, no pudieron conseguir la mayoría en el Consejo de Seguridad. Por supuesto, tuvieron que vetar varias resoluciones en el pasado pero en ningún tema que fuera crucial para ellos. Pero en Marzo de 2003 retiraron la resolución porque no podrían conseguir más de cuatro votos para ésta. Fue una humillación política universalmente reconocida como tal. Los EEUU ha perdido legitimidad, y esto es por lo que no puede seguir siendo llamado hegemónico. Como quiera llamarlo, no hay legitimidad ahora y eso es crucial.

Por lo tanto, ¿que deberíamos esperar en los próximos diez años? Primero, está la cuestión de cómo Europa se construirá. Sí será muy dificultoso, pero se construirán y construirán una armada. Puede no ser toda Europa, pero el centro. Los Estados Unidos esta realmente preocupado por esto, y la armada se contactará tarde o temprano con la armada rusa.
Segundo, mire hacia el Noreste de Asia. Es más difícil pero pienso que China, una Corea reunida, y Japón comenzarán a moverse juntos política y económicamente. Ahora, esto no será fácil. La reunificación de Corea será un una cosa tremendamente difícil de lograr. La reunificación de China también será algo difícil de lograr, y aquellos países tienen toda clase de razones para odiarse mutuamente y tensiones con raíces históricas, pero la presión está en ellos. Si, realisticamente, van a sobrevivir como fuerzas independientes en el mundo, se moverán en esa dirección.
En tercer lugar, debería observar al Foro Social Mundial. Yo pienso que es donde está la acción. Es realmente el movimiento social más importante ahora sobre la faz de la tierra y el único que tiene una chance de jugar un rol realmente significante. Ha florecido muy rápido. Tiene una salud de contradicciones internas que no deberíamos subestimar y deberá sortear todo tipo de períodos difíciles, y puede no lograrlo. Puede no sobrevivir como movimiento que es movimiento de movimientos, que no tiene un centro jerárquico, es tolerante con todas las variantes dentro de él y aún se posiciona para algo. Este no es un juego fácil, pero están los mejores augurios.
Finalmente, yo pensaría que usted debería mirar hacia las contradicciones internas entre capitalistas. La contradicción política básica a lo largo de la historia ha sido que todos los capitalistas tienen un interés común en la medida en que lucha de clases en el mundo. Al mismo tiempo, todos los capitalistas son rivales de otros capitalistas. Ahora esta es una contradicción fundamental del sistema y será muy explosiva.
Pienso que no deberíamos subestimar el hecho de que en Abril de 2003 Lawrence Eagleberger, el secretario de Estado bajo el primer presidente Bush, y aún un consejero cercano del padre del actual presidente, dijo en la prensa que si EE.UU. invadían Siria ahora, él, Eagleberger, estaría acusando a George W. Bush. Ahora, no es una cosa muy brillante para una persona de su talla decir esto. Por lo que hay un mensaje siendo enviado, y ¿de quién viene el mensaje? Pienso que viene desde el padre, por una cosa. Y más allá de esto, viene desde un importante segmento del capital norteamericano y del capital mundial. Ellos no están contentos con los halcones. Los halcones no han ganado el juego. Ellos han agarrado la maquinaria estatal norteamericana; el 9/11 lo hizo posible. Y los halcones saben que es ahora garantía de éxito, y algunos de sus más grandes enemigos son otros capitalistas a quienes no les gusta la línea con Europa y Japón porque básicamente sí creen en la unidad del capital; quienes no piensan que el modo de manejar la cuestión es golpear a toda oposición, sino que preferirían cooptarla. Están terriblemente preocupados por si Sansón esta tirando abajo la casa.

Hemos entrado en un mundo caótico. Tiene que ver con la crisis del capitalismo como sistema, pero no defenderé esto ahora. Lo que diré es que esta caótica situación mundial seguirá aún por los próximos veinte o treinta años. Nadie la controla, menos que menos el gobierno de EEUU. El gobierno de EEUU está a la deriva en una situación que está tratando de manejar en todo lugar y que será incapaz de manejar. Esto no es ni bueno ni malo, pero deberíamos no sobrestimar a esta gente ni la fuerza con la que cuentan.

* Immanuel Wallerstein dirige el Centro Fernand Braudel para Estudios Económicos, Sistemas Históricos, y Civilizaciones, es Editor del Review, y es Investigador Senior en la Universidad de Yale. Es autor de El declive del poder americano: Los EEUU en un mundo caótico (The New Press, 2003).


     

 

   
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