Izquierda Marxista
Brasil: Dilema en la izquierda del PT
Autor:
Ernesto Herrera
Fecha:
6/9/2003
Fuente:
Rebelión
Incómodos adentro ¿peor afuera?
La "prudencia" fue dando paso a la "perplejidad"...hasta llegar a lo que hoy es incontestable. No se trata de un "resbalón social-liberal", sino del curso irreversible del gobierno Lula.
Hoja de ruta neoliberal
El sociólogo y economista André Gunder Frank, (1) fue más lejos todavía: comparó a Lula con el dirigente de Solidarnosc, Lech Walesa, quien al tomar la presidencia de Polonia, hizo una política económica más conservadora que sus antecesores. ¿Exagera?
Al asumir el 1º de enero, el presidente Lula prometió "el rescate de las centenarias deudas sociales de este país." y comenzar a remontar la "herencia maldita" dejada por Fernando Henrique Cardoso y los sucesivos gobiernos neoliberales. Nada de eso se vislumbra vaya a suceder. Por el contrario, el cambio cedió paso al continuismo más descarnado.
El gobierno Lula terminó por aceptar las reglas de juego del capital transnacional. Acordó con el monitoreo del FMI, de los banqueros, y de los principales accionistas del Estado brasilero privatizado. Impuso la "reforma" de la Previdencia (sistema de seguridad social) para satisfacción de los fondos de pensión privados; y encamina la otra "reforma" ordenada por Washington: la tributaria.
Siguiendo la hoja de ruta neoliberal, prepara la flexibilización de las leyes laborales (exigida por las patronales y el FMI); aumenta la deuda pública en relación al PIB; y tramita la "autonomía" de un Banco Central que es, en verdad, el brazo local de la FED norteamericana.
Todo sigue igual...o peor. El desempleo alcanza el 20% en las grandes ciudades; los ingresos de las familias cayeron un 16% en julio; y más del 50% de los que trabajan, están sin ninguna seguridad social. Entre tanto, el plan Hambre Cero apenas alcanza a 350.000 personas. Es decir, está paralizado. Y depende, más que nunca, de que en la próxima negociación con el FMI se incluya una "cláusula social" y una rebaja del "superávit primario", además de la "comprensión" del Banco Mundial...y de las "donaciones" de multinacionales como Coca Cola.
La Reforma Agraria que los sin tierra exigen, se tuerce hacia un modelo agrícola de mercado exportador y responde a los intereses de las multinacionales del alimento. La reciente destitución del presidente del INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria) Marcelo Resende (ligado a la Comisión Pastoral de la Tierra), es un golpe letal a la esperanza de millones de campesinos. Y el anuncio que sólo habrá 7.000 familias asentadas este año (cuando se prometían 60.000) indica que el gobierno ha optado por ceder a las presiones del latifundio representado por el ministro de Agricultura, Roberto Rodrigues.
En este paisaje, el papel del ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto, es cada vez más subordinado.
Mientras tanto, se agudiza la guerra en el campo: los pistoleros del latifundio ya han asesinado a 30 sin tierra en lo que va del año...y el único preso es un dirigente del MST, José Rainha.
El Presupuesto 2004, presentando al Congreso, reduce todos los recursos destinados a las políticas sociales, aunque el pago de los intereses de la deuda externa permanece intocable.
Compromisos incompatibles
Se explica. Antes de llegar al gobierno, Lula y la fracción dirigente del PT, establecieron una alianza con sectores decisivos de la clase dominante brasilera para "desarrollar el mercado interno", el "capitalismo productivo" y efectuar una muy publicitada "redistribución equitativa del producto nacional". Y pactaron con lo mercados financieros.
Esto, implicó adoptar dos compromisos incompatibles: el cambio (reivindicado por el pueblo pobre y trabajador) y el respeto de los contratos y acuerdos con el FMI, los banqueros y, en fin, con los grandes capitalistas.
Obviamente, casi nadie esperaba la apertura de un escenario de "transición al socialismo", en la medida que la fracción dirigente del PT -Lula y la Articulacao- subordinarían cualquier programa de cambio a la institucionalidad capitalista. Al adaptarse política y materialmente al aparato del Estado, la fracción dirigente del PT se volvió irrecuperable para la lucha revolucionaria.
De la misma manera, muy pocos creían todavía en la posibilidad de iniciar un proceso de "ruptura democrática". Ni siquiera, en una extensión de la experiencia del Presupuesto Participativo, focalizada siempre en Porto Alegre.
La fracción dirigente del PT, se fue convirtiendo en un componente de sustento del orden burgués...aunque se mantenía como oposición a los sucesivos gobiernos neoliberales, adecuando el tono de su discurso al voltaje de las luchas sociales. La asimilación ideológica, y la incorporación de la tesis sobre la "neutralidad" de las instituciones democrático-burguesas, aplastaron no solo cualquier perspectiva clasista y anticapitalista, sino también, una tímida opción antineoliberal.
La capa de burócratas con aspiraciones a "hombres de Estado" que se fue galvanizando a lo largo de años de electoralismo, prebendas parlamentarias, y práctica empresaria-gerencial (estadual y municipal), terminó por reafirmar, definitivamente, la estrategia de llegar al Planalto (palacio de gobierno en Brasilia) como "una alternancia de cambio sin ruptura" para asegurar una "gobernabilidad democrática". (2)
Para ello, hay que evitar a todo precio, el "caos social" y la "ingobernabilidad" que generan el "exceso de demandas" y "la incapacidad para atenderlas". Si esto exige mover a las tropas de choque, apelar a los oportunistas que "defienden al gobierno" por encima de los intereses de los trabajadores, y expulsar a los "radicales" que no renuncian a la historia de luchas y al compromiso del partido con los de abajo, al gobierno y al lulismo no les temblará el pulso.
Ocho meses después, dos haberes en el "saldo favorable". Por un lado, una política exterior pintada de "independiente" y "progresista", donde se mezclan: el sermón crítico a la globalización en los foros internacionales, con la condena al "terrorismo"; las iniciativas para fortalecer el MERCOSUR y la "alianza estratégica" con Argentina; los acuerdos comerciales con Venezuela y con la Comunidad Andina; y la apuesta a un ALCA light, en la vana ilusión que negociar con Bush (y todo lo que él representa) puede implicar alguna concesión.
Por el otro lado, la encuestas de "opinión pública": mecanismo de manipulación de la "ciudadanía", con el cual se ha desplazado el funcionamiento del partido y cualquier otra instancia de democracia participativa. Al 23 de agosto, el desempeño del presidente Lula era considerado "optimo por el 45% de los entrevistados", tres puntos más que en junio; el 42 % lo considera "regular", y solo un 10% "malo". (3) Aplausos de la tribuna. Bajo esta lógica de puro markenting político, es un dato anecdótico que, ya en abril, el 38% de los entrevistados, considerara al presidente Lula, de "centro" o "centro- derecha".
Como para confirmar la palabra del propio presidente en su reciente visita a Venezuela: "En toda mi vida, nunca me gustó ser considerado de izquierda".
Inicio de una ruptura
Al decir de la senadora Heloísa Helena (4) opositora intransigente al curso neoliberal del gobierno Lula y una de las principales referencias de la izquierda revolucionaria y de los movimientos sociales resistentes (entre otras cosas porque se negó a aprobar la designación de Henrique Meirelles como presidente del Banco Central, y actualmente está suspendida de la bancada del PT), los que votaron la contrarreforma solo pueden calificarse de "pusilánimes y cobardes", y definió al Congreso como "un vergonzoso mostrador de negocios". (5)
Es un punto de inflexión. Con la votación favorable (6) el gobierno Lula obtiene una doble victoria política: emite una señal de confianza al FMI y a los inversores extranjeros de fondos de pensión, reafirmando su conversión al mercado y, simultáneamente, consigue la capitulación de un sector de diputados federales del llamado "campo de izquierda".
Con esta capitulación, el "campo de izquierda" que votó las contrarreformas, se neutraliza como polo de resistencia contra la política del gobierno y de la fracción dirigente del PT...a no ser que cambie radicalmente su estrategia y rompa con su institucionalizada comodidad.
Simultáneamente, el gobierno utiliza esa capitulación para poner fin a la preocupación de sectores de la burguesía y los medios de prensa nacionales y extranjeros en torno al mapa interno petista que mostraba a los "radicales" con el 30% del partido y su bancada parlamentaria.
Sin embargo, esta primera victoria del gobierno Lula (todavía falta la votación en el Senado, aunque la única que anuncia su voto en contra es Heloísa Helena), no le ha salido gratis.
Los 60.000 manifestantes en Brasilia, la masiva huelga de los funcionarios públicos, y el crecimiento de una oposición clasista a la burocracia de la CUT, tanto como el repudio a la fracción dirigente del PT por parte de amplios sectores de luchadores sociales y militantes políticos, marcan el inicio de un proceso de ruptura política.
Proceso que se acelera a partir de que un amplio sector del activismo resistente y de los movimientos sociales, "hacen la experiencia" a partir del gobierno Lula. Como los miles de estudiantes que se rebelan en Salvador, protestando contra el aumento del precio del transporte.
Es decir, se trata de la culminación del recorrido político-estratégico del PT. Un proceso de decantación que -estaría de mas decirlo- será marcado por expectativas, ritmos y experiencias diferenciadas.
Decenas de miles de luchadores sociales y militantes petistas se niegan a caer en la complicidad. Manifiestan su indignación, y se rebelan ante lo que consideran una rendición incondicional del gobierno Lula y el PT. Volantes y carteles callejeros, multitudinarias marchas, asambleas sindicales y congresos estudiantiles, seminarios y debates públicos en diversas ciudades, acusan ya de "traición" al gobierno...y a los diputados federales que votaron la contrarreforma de la Previdencia.
Los sin tierra y los sin techo se cansaron de las promesas ministeriales y han pasado a la acción directa tomado latifundios y predios públicos y privados. Numerosos intelectuales y economistas del partido, critican sin piedad el continuismo económico neoliberal.
La "luna de miel" de los sectores más concientes y politizados del movimiento popular con el gobierno empieza a terminarse. Una fase de inestabilidad, de aceleración de las experiencias y de enfrentamiento con el régimen político de dominación, se abre. En este cuadro, una nueva vanguardia social desvinculada del pasado petista se reorganiza en la búsqueda de un nuevo polo de referencia política.
Pero, "si tal referencia no se construye en el próximo período, viviremos un proceso de dispersión y la decepción con el gobierno dará lugar a la desorganización y al retroceso. El vacío abierto a la izquierda no quedará así mucho tiempo". (7)
Mientras tanto, los movimientos sociales se organizan en torno a la elaboración de un programa alternativo para "organizar la esperanza", y "para dar respuesta a la necesidad de unificar las acciones de los movimientos sociales en el nuevo escenario que vive el país luego de la victoria de Lula, buscando definir una plataforma común de propuestas y organizar acciones conjuntas, con el objetivo de fortalecer el campo de los cambios, del desarrollo y de la valorización del trabajo". (8)
La idea de que el curso del gobierno está en "disputa" se esfuma o permanece como coartada tacticista para "evitar el aislamiento".
La relación de fuerzas entre los conservadores y los "nichos progresistas", fue y es aplastante. No hay dos proyectos antagónicos enfrentados. La fracción dirigente del PT y sus nuevos aliados (banqueros, empresarios, latifundistas, políticos corruptos del PMDB como Sarney y otros tránsfugas) comandan la nave ...desde el inicio de la travesía.
Para la izquierda revolucionaria no caben dudas en cuanto al programa económico en sus aspectos fundamentales, Luciana Genro lo precisa: "El camino elegido es muy categórico en el sentido de la profundización del modelo neoliberal. No hay ningún síntoma de fuerzas internas en el gobierno que pretendan realizar un viraje. Por otro lado, las alianzas imponen límites a la voluntad de algunos sectores del gobierno (...) Usted no puede decir me gané la confianza de los mercados y luego hago lo que quiero, porque esa confianza hay que ganarla todos los días. El PT ha optado de forma clara por seguir pagando la deuda externa y no se pueden hacer cambios sin promover rupturas". (9)
Podrán haber giros más o menos al centro, más o menos a la izquierda, y hasta muecas de un regreso a la sensibilidad social. Pero el círculo se cierra. En tal sentido, tanto la participación en el gobierno, como la táctica de cohabitar críticamente con la fracción dirigente del partido, es incompatible con una política de acumulación revolucionaria y socialista.
Nueva alternativa
La intoxicación mediática de la derecha monta su circo: "Radicales del PT discuten creación de nuevo partido de izquierda" (10) o "radicales del PT anuncian nuevo partido" (11)
La fracción dirigente del partido y el propio presidente Lula desprecian el fenómeno político: "aprendí que hay determinado tipo de gente que es mejor que esté en contra de uno a que esté a favor" (12).
Los aliados oportunistas del lulismo, lo ridiculizan al reducirlo a una pequeña minoría nostálgica de otras épocas: "Quiero alertar a los más desinformados que la opción que algunos hicieron por tensionar hasta las últimas consecuencias hace parte de una estrategia política. Quieren ser expulsados del PT. Creen que llegó la hora de la construcción de un nuevo partido, este verdaderamente revolucionario. En el fondo, están presos de un viejo esquema: el de la Revolución Rusa de 1917". (13)
Otros, agitan entre sus militantes desconcertados y descontentos, el peligro de que el proceso de ruptura y reorganización termine en un nucleamiento de "los trotskismos" doctrinarios.
Unos y otros trazan una tramposa operación para disminuir el significado de la ruptura a un puñado de militantes. Y a tres diputados y una senadora. Se niegan a reconocer que en las bases del partido, universidades, empresas, fábricas, y movimientos populares, ya son decenas de miles los que toman conciencia y extraen conclusiones políticas. Se niegan a digerir, que la columna vertebral del movimiento obrero, campesino y popular, no contrajo un matrimonio indisoluble con el lulismo.
La construcción de una nueva alternativa de la izquierda está colocada ...y es inevitable. ¿Izquierdismo febril?
El economista y reconocido dirigente del partido, Plinio Arruda Sampaio Jr, quien impulsa un documento firmado por más de 2.000 militantes (14) ha sido tajante en cuanto al diagnóstico: "Estamos viviendo una nueva onda neoliberal. Y la ironía de la historia, es que sea un obrero quien lidera esta nueva onda neoliberal. Estamos en un momento muy grave. El partido que construimos en 25 años, se hace pedazos". (15)
Por su parte Waldemar Rossi, ex-dirigente sindical metalúrgico y miembro de la Pastoral Obrera, afirma que "la fidelidad partidaria, es por lo tanto, relativa, Solo es válida si estuviera al servicio y en el camino correcto de la práctica de la justicia social" (16)
Es bajo estas nuevas condiciones políticas, que toma cuerpo tanto el debate como el movimiento por la construcción de una alternativa de izquierda con una fisonomía programática definida. Un primer paso, ha sido la iniciativa lanzada por los diputados, Luciana Genro, Joao Bautista Babá y Joao Fontes.
"Nuestra responsabilidad es organizar la resistencia y la construcción de una nueva alternativa con esos millares de luchadores que dicen no al New PT. El primer lugar discutiremos a fondo con los militantes petistas, con los dirigentes sindicales luchadores y los activistas sociales cual es la alternativa que necesitamos. Decidiremos junto con ellos y la senadora Heloísa Helena cuales son los caminos a seguir. No está demás recordar que la opinión de Heloísa Helena es para nosotros de enorme importancia. La apoyaremos y la acompañaremos si su decisión fuera la de disputar la alcaldía de Maceió y estaremos con ella exigiendo la democracia en el partido en el tiempo que nos fuera posible mantener de pié esa exigencia. En ese sentido, nuestra expulsión es nuestro límite, como es el límite de millares de petistas que firmaron con nosotros el ´Manifiesto de Urgencia contra el hambre, la miseria y el desempleo` (...) Vamos a mantener y profundizar nuestros vínculos con esos millares de luchadores sociales que no cambiaron de lado. Vamos a llamar a la construcción de una nueva herramienta política, un nuevo partido anticapitalista, antiimperialista, democrático, de lucha y de clase que incluya la pluralidad de la izquierda socialista incorporando a todos los sectores del PT que quieran participar, como a los compañeros del PST-U que ya llamaron a la construcción del nuevo partido". (17)
El PST-U (Partido Socialista de los Trabajadores-Unificado), (18) había convocado a construir "un movimiento por un nuevo partido que una a todos los luchadores, radicales del PT, PST-U, activistas de los movimientos sociales para que podamos luchar por una alternativa militante y de masas para los trabajadores brasileros" . (19)
Sin embargo, ha puesto el pié en el freno. Ahora considera apresurado la creación de ese nuevo partido. Propone discutir un proyecto para no hacer "un acuerdo de cúpula", y ofrece su legalidad para participar en las elecciones municipales de octubre 2004. (20)
Más allá de este tipo de contorsiones, y de los cruces tácticos (que envuelven diferencias políticas legítimas, miopías sectarias y/o pretensiones hegemonicistas), lo cierto es que los tiempos de una alternativa de la izquierda han comenzado a andar; y tiene, como lo dice Valerio Arcary, un primer desafío "construir un movimiento unitario, a partir de este momento dramático que vive la izquierda brasilera. Un movimiento que incorpore todas las fuerzas vivas que vienen de la lucha de clases en la construcción de una nueva alternativa política." (21) Un movimiento que, en definitiva, "combine renovación con radicalidad". (22)
Todas las corrientes internas de la izquierda petista (donde, indiscutiblemente se concentra la mayor acumulación política, marxista y revolucionaria) se ven atravesadas por este dilema estratégico. Lo mismo ocurre en el PST-U donde existen divergencias. Tensiones, reorientaciones y rupturas con la rutina institucional, estarán en el orden del día.
Lo decisivo, sin embargo, es el vínculo de estas corrientes con la intensidad de los movimientos sociales, y con el proceso de extensión y radicalización de las luchas de resistencia. Allí se juega el desenlace la batalla abierta.
Repercusiones exteriores
El "PT de los orígenes" se (des)construye como partido de clase, como opción real de cambio, como expresión de masas de la resistencia antineoliberal y antiimperialista. Su derrota, en tal sentido, es un hecho de trascendencia.
Si desde las fuerzas populares que han articulado una feroz resistencia al neoliberalismo, y han protagonizado incontables protestas, rebeliones, y levantamientos revolucionarios como el "argentinazo" , si desde el movimiento "alter-mundialización" que enfrenta la ofensiva depredadora y guerrerista del imperialismo, si desde la izquierda socialista que se construye al calor de las luchas y la radicalización de masas, el PT y un gobierno Lula, eran "un laboratorio social y político de experiencias" con dimensión internacional, el "momento muy grave" no lo es solamente para la izquierda brasilera.
La transformación de la naturaleza del PT y el curso irreversible del gobierno Lula, refuerzan todas las tendencias "social-liberales" de un sector de la izquierda "cultura de gobierno" en América Latina y, la idea conservadora, de que las relaciones de fuerzas desfavorables y la trágica herencia social del neoliberalismo, impiden, siquiera, un camino de "reformas estructurales" que apunten a la satisfacción de las necesidades sociales básicas más urgentes.
En un escenario de recolonización imperialista acelerada (Plan Colombia, ofensiva desestabilizadora contra Chávez, bloqueo y agresiones a Cuba, Plan Puebla- Panamá, ALCA, ajustes fondomonetaristas, deuda externa, y reglas draconianas de la OMC), la rendición incondicional del gobierno Lula y la fracción dirigente del PT, se torna en un pesado lastre a remontar.
Su derechización y fracaso introduce una carga de confusión, desconcierto y desesperanza, justamente, cuando la crisis de legitimidad del "modelo" neoliberal enfrenta un proceso de organización, movilización y radicalización de una izquierda social a escala continental.
En tal contexto, el desafío es doble para las fuerzas marxistas revolucionarias: por un lado, recomponer una perspectiva programática transicional desde las luchas sociales. Perspectiva renovadora y radical.
Y, por el otro lado, relanzar en la práctica -sin calculo mezquino y "orgánico" de ningún tipo- una estrategia de reagrupamiento de la izquierda anticapitalista y socialista a escala nacional, regional e internacional, con campañas, iniciativas y tareas comunes, que vayan más allá de congresos autoproclamatarios, de foros académicos, y de seminarios estilo ONGs con discusiones más o menos eruditas.
Evidentemente, hay un insoslayable primer punto de encuentro: el apoyo y la solidaridad política con la lucha de la izquierda y los movimientos sociales de Brasil, que inician con todas las dificultades imaginables, y sin plazo fijo, la (re)construcción de una alternativa revolucionaria.
Como único camino hacia la recuperación de ese "mandato popular" que Pachakutik y el movimiento indígena ecuatoriano reivindican, al romper con el gobierno neoliberal de Lucio Gutiérrez.
5 de setiembre
* Miembro de la dirección nacional de la Corriente de Izquierda, reagrupamiento radical en el Frente Amplio de Uruguay. Durante muchos años fue miembro de la dirección de la Cuarta Internacional-Secretariado Unificado, y hasta febrero 2003, coordinador del trabajo latinoamericano. Desde julio 1999, edita el Correo de Prensa de la Cuarta Internacional (boletín electrónico para América Latina y el Caribe). Colabora regularmente con las revistas Desde los Cuatro Puntos (México) e Inprecor (Francia). Recientemente, participó en Brasil de diversas actividades organizadas por el Movimento Esquerda Socialista y movimientos sociales.
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Notas
(1) Folha de Sao Paulo 24-8-03. Gunder Frank fue uno de los invitados principales en el Seminario "Hegemonía y contra-hegemonía: impasse de la globalización y los procesos de regionalización". Río de Janeiro, agosto 2003.
(2) Marco Aurelio García, uno de los promotores de la socialdemocratización del PT y asesor de Lula para la política exterior. Coloquio "Sistema de partidos y el rol de los partidos políticos en el sistema democrático". Montevideo, julio 2003.
(3) Encuesta Datafolha, Folha de Sao Paulo, 31-8-03.
(4) Senadora por el estado de Alagoas y militante de Democracia Socialista (DS). Su posición política está en plena contradicción con la orientación de la DS que participa en el gabinete del gobierno Lula, con Miguel Rossetto como ministro de Desarrollo Agrario.
(5) Correo de Prensa de la Cuarta Internacional (boletín electrónico para América Latina y el Caribe) No 855, 7-8-03.
(6) Solamente votaron en contra de la "reforma", los diputados Luciana Genro, estado de Río Grande del Sur, militante del Movimento Esquerda Socialista (MES); Joao Bautista Babá, estado de Pará, militante de la Corrente Socialista dos Trabalhadores (CST); y Joao Fontes, estado de Sergipe, que no está afiliado a ninguna de las tendencias internas del PT. La mayoría de los diputados federales del PT votaron a favor. También la mayoría de los diputados de la DS y de la Articulacao de Esquerda (AE) que, aún con diversas críticas, lo hicieron por "disciplina partidaria". Ocho diputados, de los cuales dos de la DS se abstuvieron en la primera votación en la Cámara. Para la segunda, el diputado Walter Pinheiro DS- estado de Bahía, también votó en contra.
(7) Infor-MES, 12-8-03. Documento MES sobre coyuntura nacional y orientación política.
(8) Coordinación de los Movimientos Sociales. Participan entre otros el MST, CUT, UNE, Pastoral Obrera. Se realizaron durante el mes de agosto, cinco encuentros regionales. El documento se puede leer en Rebelión del 21-8-03: http://www.rebelión.org/
(9) Lula es el continuismo de Cardoso. Entrevista en el semanario Brecha, Montevideo, 22-8-03.
(10) Folha de Sao Paulo, 30-8-03.
(11) Folha de Sao Paulo, 2-9-03.
(12) Estoy jugando mi historia en este mandato. Entrevista en la revista Veja, Sao Paulo, 20-8-03.
(13) Lindberg Farias, diputado federal, Río de Janeiro ¿Lo que no hacer? Folha de Sao Paulo, 16-8-03.
(14) "Rescate del PT", documento presentado publicamente en Sao Paulo, que propone retomar banderas históricas como la defensa de la Previdencia. Los promotores de este documento, no plantean la construcción de una nueva alternativa de la izquierda.
(15) Ponencia en el seminario internacional "Otro mundo es posible. La construcción de una izquierda anticapitalista". Organizado por el MES, Porto Alegre, 15-8-03.
(16) Infor-Mes, Porto Alegre, agosto 2003.
(17) "Nota pública a los militantes del PT", acto público en Río de Janeiro, 1-9-03. Se puede leer integra en el sitio web de Espacio Alternativo (Estado español): http://www.espacioalternativo.org/
(18) El PST-U es la mayor de las fuerzas trotskistas de Brasil. Con una importante implantación sindical, universitaria y juvenil, supera los 2.000 miembros rígidamente organizados. Esta afuera del PT desde hace diez años. En las elecciones presidenciales del 2002, su candidato y presidente nacional José María de Almeida (Ze María), obtuvo 400.000 mil votos. No tiene representación parlamentaria. Considera al gobierno Lula como un "frente popular, de colaboración de clases y por lo tanto burgués anormal, en el sentido de que la mayoría de la burguesía, si fuera posible, preferiría y tendría mas confianza en un gobierno directamente suyo..." Marxismo Vivo No 6, noviembre 2002.
(19) Opinión Socialista No 156, 8-8-03.
(20) La legalidad es una cuestión importante, la ley electoral brasilera no permite presentar candidaturas si no se está afiliado a un partido antes del 2 de octubre 2003. Los 8 puntos de la nueva propuesta del PST-U, se pueden leer en su sitio web: http://www.pstu.org.br/
(21) Dirigente del PST-U, y miembro del Instituto de Estudios Socialistas que edita la revista Octubre. Ponencia en el seminario internacional "Otro mundo es posible. La construcción de una izquierda anticapitalista"...
(22) Ricardo Antunes, sociólogo, militante del PT, editor de la revista Margen Izquierdo. Ibdem.
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