Izquierda Marxista

Brasil: Carta abierta a los militantes del PT

 

Autor: L. Genro, Babá, J. Fontes; Diputados del PT

Fecha: 20/9/2003

Traductor: Isabel Infanta, Especial para P.I.

Fuente: Boletín Electrónico Babá


Carta abierta a los militantes del PT:

1) Consideramos que los ocho meses del gobierno Lula son hartos en demostraciones de que la política del núcleo dirigente del PT provocó un cambio brusco en el partido. De oposición más o menos firme al neoliberalismo, el partido ha sido transformado en pilar principal de sostenimiento de los planes capitalistas. Se ha integrado completamente al régimen político burgués brasileño, un régimen antipopular, marcado por el fisiologismo y por el sostenimiento de relaciones dependientes con los banqueros internacionales y con el sistema capitalista imperialista dominado por la burguesía norteamericana.

2) Consideramos ese curso del partido irreversible porque la decisión del núcleo dirigente no es expresión solo de un error de recorrido, de una táctica mal pensada o de una relación de fuerzas impeditiva de otro rumbo, sino una estrategia consciente, asumida, correspondiente a la defensa de los intereses y privilegios de una castaburocrática, una casta en la cual sus principales secotes, vía la gestión de distintas esferas del estado burgués, la administración de los fondo de pensión y las relaciones con los grandes empresarios, buscan convertirse directamente en nuevos burgueses. Para eso necesitan un nuevo PT, como Tony Blair hizo en Inglaterra armando al nuevo laborismo asociado a los intereses de Washington.

3) Contribuyó en el cambio irreversible del curso del partido la vergonsoza capitulación de la mayoría de las direcciones de la llamada izquierda petista. El mayor ejemplo de esa rendición se dio en la votación de la “reforma de la previsión social”, cuando la mayoría de los parlamentarios de la llamada izquierda votaron por una reforma, o mejor dicho, por una contrareforma dictada por el Fondo Monetario Internacional. En algunos casos la capitulación fue patética. La simple amenaza de expulsión le dobló la espina a políticos más preocupados con sus carreras políticas que con la defensa de principio, por ejemplo, Lindberg Farias. Con el voto de esta izquierda favorable a la reforma, la posibilidad de una resistencia que detuviese la mano dura de las expulsiones fue desperdiciada, porque en vez de decenas de votos contrarios a la privatización de la previsión social y a los ataques a los empleados públicos - decenas de votos que obviamente provocarían una enorme y positiva crisis - solo tres diputados petistas defendieron la orientación de la huelga nacional de los empleados y los derechos de los trabajadores. En el Senado, hasta ahora la única que garantizó que no se inclinará fue la Senadora Heloísa Helena, manteniendo su coherencia con su conocido coraje. Coraje y coherencia que la conviertieron en la principal referencia de la izquierda brasilera después que Lula empezó su gobierno burgués y, para completar, ahora declaró que nunca fue de izquierda. Las próximas “reformas”, en armonía con la desastrosa política económica de superávit primario y pago de la deuda, seguirán en la misma línea neoliberal. Ya está para ser votada la reforma tributaria que transforma en permanene la CPMF, desvía los 20% de la DRU para lograr superávit primario y concentra el ingreso en las manos de la Unión, dificultándole la vida a estados y municipios, no terminando con las desigualdades regionales tan prometidas por el Presidente Lula. Se viene la Ley de Quiebras, la reforma laboral para privilegiar a los más ricos y autonomía del Banco Central, que de hecho ya es dominado por los banqueros via Henrique Meirelles. La contracara, ha sido desocupación crónica, caída de la renta, del consumo, ajuste salarial y aumento de la dependencia.

4) Como Tony Blair, para terminar de imponer el New PT, el núcleo dirigente del partido decidió expulsar a la izquierda que resiste de modo decidido la política del gobierno de defensa de los intereses burgueses. No se preocupan en desacatar y dejar dejar de respetar los propios estatutos del partido para llevar a cabo su plan. Primero, convocaron una Comisión de Ética para juzgar a los parlamentarios por delito de opinión. Después, aplicaron una expulsión blanca, sin deliberación del Directorio Nacional, casando los derechos de los parlamentarios (Heloísa Helena, Luciana Genro y João Fontes) de integrar la bancada del partido en el Senado y en la Cámara. Finalmente, utilizaron y siguen utilizando los medios nacinales y la propia prensa del partido para divulgar nuestra expulsión sin siquiera haber un parecer de la Comisión de Ética, parecer que ya debería haber sido emitido de acuerdo con a las normas estatutarias. Su intensión es clara: forzar nuestra salida del partido sin tener que expulsar o expulsar con el mínimo impacto.

5) Declaramos en alto y buen sonido que no le facilitaremos el trabajo a los nuevos serviciales políticos de los intereses burgueses de nuestro país. No dejaremos al partido antes de la expulsión. Nos sumamos a la exigencia hecha por la Senadora Heloísa Helena de que la comisión de Ética emita su parecer y el Directorio Nacional lo juzque inmediatamente, o que sean anuladas todas las acusaciones y propuestas de expulsión. Sabemos que las constantes retrasos también buscan impedir que el pueblo de Alagoas vote en Heloísa Helena para la prefectura de Maceió y denunciamos esa maniobra. Reiteramos la exigencia a un Encuentro Nacional inmediato del partido. Si un Encuentro Nacional de los militantes del partido garantizase el curso trazado por la dirección, no tendríamos otra salida salvo abandonar el PT. Pero eso no sucedió. Y si sucede después de las expulsiones de nada servirá.

6) Sabemos, sin embargo, que todas las demandas democráticas no tienden a ser respetadas por el núcleo dirigente del PT. Ellos van a seguir sin apelar a la decisión de las bases partidarias - hoy solo “consultada” vía encuestas del Ibope - y por lo tanto nada nos llevará a creer que nuestra expulsión blanca sea revertida. Y todo indica que no tendremos ninguna instancia de base en el corto plazo, con la expusión siendo finalmente decidida por un Directorio Nacional de cartas marcadas. Así, al mismo tiempo que mantenemos nuestras exigencias, aceleramos la articulación de la construcción de una alternativa política para los trabajadores y el país. Esa necesidad no responde solo al hecho de que la democracia en el PT está siendo aplastada. Pero principalmente al abandono por parte del núcleo dirigente del partido de las banderas históricas del PT. Ese abandono quiebra el vínculo del partido con miles de simpatizantes y militantes petistas y con los intereses de millones de trabajadores. La huelga de los empleados públicos federales fue la principal expresión de esa ruptura en curso, pero no la única. Innumerables intelectuales históricamente ligados al partido sacaron esa misma conclusión de miles de servidores públicos: el PT está defendiendo a los intereses capitalistas. Por eso, en contraste con el parlamento y con el Directorio Nacional, son centenares de miles de amigos, simpatizantes y militantes del PT que apoyan las posiciones delos llamados radicales. Es a ese apoyo al que la dirección le tiene miedo.

7) En Rio de Janeiro, onde hacemos ese acto público, la anunciada entrada en el PSB de Vladimir Palmeira, fundador del PT y uno de los principales símbolos de la izquierda carioca es, por otra vía, expresión de la ruptura en el partido y una confirmación de que la disputa de los rumbos del PT es una imposibilidad evidente. Pero los que no aceptan la política de la dirección petista, los que rechazan la entrada en siglas de partidos burgueses, sean o no leyendas de alquiler, y tampoco aceptan solo engordar un partido de izquierda que no reune las condiciones para convertirse en un polo de unidad de los socialistas y luchadores brasileños deben tener la responsabilidad de discutir una alternativa. A ese desafío estamos lanzados.

8) Nuestra responsabilidad es organizar la resistencia de los petistas y la construcción de una nueva alternativa con esos miles de luchadores que le dicen no al New PT. En primer lugar discutiremos exhaustivamente con los militantes petistas, con los dirigentes sindicales y luchadores y los activistas sociales cuál es la alternativa que necesitamos. Decidiremos junto a ellos y con la Senadora Heloísa Helena cuáles son los caminos a seguir. No está demás recordar que la opinión de Heloísa es para nosotros de enorme importancia. La apoyaremos y la acompañaremos si su decisión es la de disputar la prefectura de Maceió y estaremos con ella exigiendo la democracia en el partido en el tiempo que nos fuere posible mantener de pie esa exigencia. En ese sentido, nuestra propia expulsión es nuestro límite, como es el límite de miles de petistas que firmaron con nosotros el “Manifiesto de Urgencia contra el hambre, la miseria y la desocupación”. Así, como hemos firmado innumerables veces, después de la expulsión no vamos a bajar nuestras banderas ni hacer nuestras maletas rumbo a la pasividad política. Vamos a mantener y profundizar nuestros vínculos con esos miles de luchadores sociales que no cambiaron de lado. Vamos a llamar a la construcción de una nueva herramienta política, un nuevo partido anticapitalista, antiimperialista, democrático, de lucha y de clase, que incluya la pluralidad de la izquierda socialista, incorporando a todos los sectores que quieran participar tanto del PT como los compañeros del PSTU que ya ha llamado a la construcción de un nuevo partido.

9) Defendemos que ese nuevo partido sea anticapitalista porque estamos convencidos que el capitalismo solo reserva más miseria y hambre, amenazando la existencia de la propia especie humana. Que sea antiimperialista porque el imperialismo es la expresión máxima de la fuerza destructiva del capital, su lógica bélica y parasitaria llevada a las últimas consecuencias. Nuestro país o rompe con el imperialismo, con el Fondo el Fondo Monetario Internacional, con el ALCA y construye lazos de solidaridad con otros países, particularmente en Latinoamérica, con Cuba, con Venezuela, con Argentina, o está condenado a quedarse cada vez más cerca de la condición colonial.

10) Para la construcción de esa herramienta tenemos una gran ventaja que facilita la unidad de los socialistas. Sus bases programáticas ya están lanzadas e incluso una parte de ellas firmemente asumidas por un sector expresivo dela clase trabajadora. Las banderas levantadas por la clase trabajadore y que el PT levantó en estos últimos veinte años son las bases sólidas para empezar la construcción de ese partido. La defensa de las huelgas, del aumento de los salarios, de la reducción de la jornada de trabajo sin reducción de los salarios, la defensa de las ocupaciones de tierra y de la reforma agraria, la lucha contra el Fondo Monetario y contra el ALCA, la bandera del no pago de la deuda externa y de la estatización del sistema financiero, la solidaridad internacional, en fin, en el país hay un cúmulo de medidas concretas, de banderas programáticas de transición al socialismo, por lo tanto que solo pueden serimplementadas con el enfrentamiento contra el capitalismo y el imperialismo. Banderas que garantizan, sin interminables discusiones, la base programática para poner em pie una herramienta política en un tiempo relativamene rápido.

11) Un nuevo partido debe privilegiar la lucha y la acción directa de los trabajadores y no las elecciones, porque, como decía el PT, solo con la lucha la vida va a cambiar, aunque no puede despreciar la lucha politica en todos los espacios, entre ellos el electoral. En fin, apartada de cualquier control sobre la propiedad y la producción - origen primero del poder en una sociedad capitalista - la clase trabajadora no conseguirá encontrar el camino del cambio simplemente por la participación electoral y por la ocupación de espacions en el aparato del Estado. Solo habrá transformación social si rompemos con esa “democracia” del capital, para instituir un orden verdaderamente democrático, de la clase trabajadora - comprendida como todos los que dependen solamente de su trabajo para sobrevivir - lo que incluye hoy al conjunto de los asalariados, pero también a los millones de precarizados y desempleados. Defendemos también que un nuevo partido debe aprender las lecciones del PT y vacunarse contra lo que fue su principal falencia: la colaboración de clases. En ese sentido, además de un partido de lucha, es necesario un partido clasista, que rechace la concepción de la colaboración de clases, el gobierno común con la burguesía y asuma la defensa de la movilización de masas para construir un nuevo Estado basado en la autoorganización democrática de los trabajadores y sectores populares, es decir, construir un verdadero gobierno de los trabajadores y para los trabajadores.

12) Otro antídoto determinante para evitar el curso tomado por el PT, es una necesidad elemental de la construcción de una herramienta efectivamente nueva, es la cuestión democrática. En un partido verdaderamente democrático la base tiene que tener plenas condiciones de organizarse para el debatir la política del partido y para controlar a los dirigentes y las figuras públicas del partido. Para eso, en primer lugar, es necesario núcleos militantes y organismos de decisión soberana en el cual todos deben estar sometidos. Los militantes deben ser los que deciden a través de los encuentros y congresos soberanos que no puedan ser olímpicamente desrespetados como hace la dirección del PT con las resoluciones de los Congresos y Encuentros Nacionales del partido, ni sustituidos por previas y plebiscitos. Por últimos, pero no menos importante, un partido capaz de unir a los luchadores y a la izquierda socialista en las condicines políticas actuales de nuestro país debe respetar sus distintas tradiciones y sensibilidades, con proporcionalidad en la conformación de la dirección y libertad de debate en su interior.

13) Sin eso, la fragmentación de las fuerzas socialistas es inevitable y perderemos una enorme oportunidad de construir un polo de referencia la izquierda en el país. Ese polo, seguramente, con la aceleración de las confrontaciones de clases se verá obligado a responder a nuevos y mayores desafíos. Pero el desafío que se abre ahora, el desafio que asumimos abiertamente como tarea presente cuando la expulsión sea confirmada es iniciar la construcción de esa nueva herramienta. No nos quedaremos de brazos cruzados ni nos contentaremos con debates. Vamos a construir con todos los que quieran, con todas las fuerzas políticas de izquierda, con activistas sindicales, estudiantiles, populares y campesinos, en ese año y en el año de 2004 un movimiento que busque apoyar a las clases explotadas y oprimidas, incentivar su organización independiente y junto a esas fuerzas buscar los apoyos necesarios para poner en pie en el país un nuevo partido, intentando ganar influencia en los movimientos sociales, colaborar con luchadores anticapitalistas de otros países, conquistar la legalidad e intervenir en las luchas para presentar al país una alternativa socialista.


Luciana Genro PT/RS Babá PT/PA Joao Fontes PT/SE

Rio de Janeiro 01 de Septiembre de 2003


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