Izquierda Marxista

El miedo triunfa de la esperanza

Autor: Daniel Bensaïd

Fecha: 16/10/2003

Traductor: R. Cortez y Mito especial para PI

Fuente: Rouge N° 2033 2 octobre 2003

Política anti-social en Brasil
El miedo triunfa de la esperanza


Ya pasó casi un año desde la victoria de Lula en la elección presidencial del 2002. Si una mayoría aplastante de la población considera siempre a este gobierno como suyo, aquella considera cada vez en menor medida como suya la política que este lleva a cabo.

Desde la campaña presidencial del 2002, a través de una “Carta a todos los Brasileños”, Lula se comprometió a asegurar los mercados, el Fondo Monetario Internacional y los Estados Unidos. Desde la formación del gobierno, estos compromisos fueron confirmados por la nominación a la cabeza del Banco Central del viejo director del Banco de Boston y por la nominación al Ministerio de Economía y de Finanzas de un equipo más liberal que social. El discurso oficial es claro: en principio, dominar la inflación y asegurar los mercados. Luego, solamente, según una formula involuntariamente humorística del presidente Lula, “el espectáculo del crecimiento iba a comenzar”.
A pesar del espectáculo anunciado, la economía brasileña se asfixió. La “transición” anunciada fue prorrogada para el día del juicio final. Invirtiendo la consigna de la campaña electoral, el sociólogo Chico de Oliveira estima ya que “el miedo triunfa de la esperanza”. Para atraer las inversiones extranjeras, el gobierno se comprometió a pagar hasta el último centavo el servicio de la deuda.
Fijó tasas de interés astronómicas (superiores a 26 %). Mantuvo el objetivo irracional de un excedente presupuestario de 4,5 % en detrimento de los servicios y de la inversión pública, pero también de la inversión privada. En consecuencia, los gastos de inversión cayeron el 12 % tan solo en el curso del primer semestre. El desempleo trepó y la situación del empleo en la región de San Pablo nunca fue tan mala desde 1995.
La reforma de la jubilación, adoptada en agosto por el Parlamento, bajo la cobertura de una lucha contra los privilegios, se inscribe dócilmente en el cuadro exigido por el Banco Mundial y el modelo de reformas en curso en varios países del mundo. Aquella prolonga en siete años la duración de la cotización exigida a los empleados públicos, lo que significa una baja importante de las jubilaciones para la mayoría de los asalariados, particularmente para las mujeres, en razón de las interrupciones de la trayectoria laboral. Aquella abre igualmente la puerta a los fondos de pensión “públicos” cuya gestión será confiada a los bancos privados. También se encuentra bajo estudio la privatización parcial de los servicios públicos.


“Good Bye mister da Silva! Lula volvé!”

Las primeras consecuencias visibles de este desastre son dobles.
Por un lado, las reformas anunciadas se encuentran “espectacularmente” averiadas. La campaña “hambre cero” se tendría que haber inscripto en un proyecto social de conjunto incluyendo reforma fiscal, política de empleo, desarrollo de los servicios públicos; a falta de medios, esta se redujo a una campaña de caridad pública de mediocres resultados. Además, los créditos destinados a la reforma agraria, siempre anunciada como una prioridad del gobierno, son miserables (ver más abajo).
Por otra parte, los signos de la desilusión y del descontento se multiplican en los movimientos sociales. En primer lugar, en los movimientos de empleados públicos victimas de la reforma de la jubilación que se movilizaron masivamente en julio-agosto, y cuya manifestación invadió el Parlamento durante el debate sobre dicha reforma. Se trata de un componente importante del electorado petista de las grandes ciudades, pero si el actual gobierno persiste en el curso actual, las elecciones municipales de fines del 2004 podrían saldarse con un voto sanción. Desde el 1º de mayo, una serie de personalidades (entre los cuales se encontraban sacerdotes de San Pablo, figuras de la Teología de la Liberación o el cantor Chico Buarque), dirigieron una carta pública al gobierno para interpelarlo sobre el tema de la Zona de Libre Comercio de las Américas (Zlea- Alca en español) creando un gran mercado latinoamericano dependiente de los Estados Unidos. El 30 de mayo, treinta diputados de los noventa que forman parte del grupo parlamentario del PT firmaron un texto criticando la política monetarista del Banco Central. El 10 de junio fue publicado un manifiesto de alarma firmado por un buen número de intelectuales prestigiosos, la mayor parte de los cuales son miembros o simpatizantes del PT. El 12 de junio, varias centenas de economistas conocidos publicaron una crítica a la política económica y financiera seguida por el gobierno. A inicios del mes de junio, el congreso de la Central Unica de Trabajadores (CUT, cuyo 80 % de los 2700 delegados pertenecen al PT o a partidos de la coalición gubernamental) traducía el malestar de numerosos responsables sindicales. La dirección de la CUT oponía al proyecto de reforma de la jubilación tres enmiendas que no fueron integradas. El Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes testimoniaba, él también, sobre la progresión de las corrientes de izquierda crítica. Las ocupaciones de tierra se triplicaron desde los inicios de año y los enfrentamientos se multiplicaron cotidianamente entre los Sin Tierra (MST) y las milicias “ruralistas” de los propietarios1.
Las críticas contra el gobierno son cada vez más numerosas pero en los sondeos de opinión Lula permanece en el cenit, cercano al 80 % de opinión favorable. Una gran parte de la población trabajadora considera a este gobierno como suyo, pero cada vez es menor la cantidad de gente que considera su política como la suya. Algunas pancartas aparecidas en las manifestaciones de empleados públicos lo resumen bien: “Good bye mister da Silva! Lula, volvé!” La política económica y social del gobierno es resultado de una apuesta de fondo. No habrá por consiguiente una reorientación significativa sin crisis y rupturas, en el PT, y en el seno del gobierno.
El “grupo de los 30” diputados críticos del partido se dividió durante el voto parlamentario sobre las jubilaciones. Veinticuatro se resignaron a votar de manera positiva “por disciplina”, criticando el proyecto de ley. Siete se abstuvieron durante el voto final declarando que ellos no querían votar ni contra su partido ni contra su conciencia. Cuatro _ entre los cuales estaba nuestro camarada Walter Pinheiro diputado de Bahía _ votaron en contra. Tres de ellos están siendo excluidos y viendo la posibilidad de sumarse al PSTU para crear un nuevo partido. Nuestra camarada senadora Héloïsa Helena se encuentra igualmente bajo pena de ser excluida.

Un PT blairista versión bossa nova

El sentido de esta ofensiva disciplinaria, en detrimento del pluralismo que hace a la riqueza del PT, es claro: el partido debe elegir entre su rol de porta-voz político de los movimientos sociales y el de correa de transmisión de las medidas gubernamentales en la sociedad.
El desafío es el futuro de un partido “clasista”, reflejo de una radicalización masiva de las luchas sociales desde fines de los años `70. Su transformación en “nuevo PT”, suerte de “tercera vía” blairista versión bossa nova, no se llevará a cabo durante los meses que viene sin resistencia del PT histórico, tanto como la política gubernamental constituye la indisciplina mayor en relación a las resoluciones del último congreso del partido que tuvo lugar en diciembre del 2001.
La cuestión brasileña ocupara por consiguiente un lugar central en los debates de la izquierda. En primer lugar, en América latina: si, en los países más potentes del sub-continente, un gobierno de izquierda no puede hacer mejor cosa que someterse a las restricciones del FMI y del Banco Mundial, que conclusiones deberían sacar los movimientos populares en Ecuador, Bolivia, Uruguay, etc.? Sin embargo, es posible oponer a los acreedores internacionales y a los proyectos del ALCA un frente de países deudores junto con la Argentina y Venezuela. Luego, a nivel internacional: la social-democracia con falta de proyecto se apropia de la experiencia “lulista” para hacer de esto una bandera, oponiendo la sapiencia del paso de tortuga y las alianzas amplias del “modelo brasileño” con la fuga hacia adelante de la Unión popular chilena que habría facilitado (sino provocado!) el golpe de Estado de Pinochet.
Si no hay un cambio de rumbo rápido y radical en Brasil, el desengaño será brutal.

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1 Una Coordinadora formada en agosto último entre diversos movimientos (Marcha mundial de las mujeres, el MST, la CUT, el movimiento estudiantil, asociaciones de desempleados y sin vivienda, diversos sindicatos y movimientos católicos así como artistas e intelectuales) trabajó sobre proposiciones alternativas en relación a las tres reformas anunciadas por el gobierno: la seguridad social, el sistema fiscal y la educación. Ya comprometida en una campaña contra el ALCA, esta coordinadora decidió una iniciativa nacional contra el desempleo y por el derecho al empleo.
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¿DÓNDE ESTA LA REFORMA AGRARIA?

En un país en donde el 10% de los propietarios acaparan el 80% de las tierras, la cuestión de la reforma agraria es urgente. No puede reducirse a la distribución de las tierras. Así, de las 500.000 familias que han recibido tierras entre 1995 y 2002, el 90% no tiene acceso al agua, el 80% no tiene ni electricidad, ni acceso a las rutas, el 57% no tiene acceso a créditos para la vivienda, y más de la mitad no reciben ninguna ayuda técnica.
Desde su puesta en función, el Ministerio de Desarrollo Rural y de la Reforma Agraria ha duplicado los recursos consagrados a la agricultura campesina, ha renegociado las deudas de numerosos agricultores, ha instituido un seguro para los campesinos pobres víctimas de catástrofes naturales, ha desarrollado líneas de crédito específicas para las mujeres, los jóvenes, la agroecología, y ha creado un programa de compras federal, garantizando un precio de venta de los productos.
Para pasar a una segunda fase de la reforma, centrada en la distribución de tierras, la cuestión presupuestaria se hace decisiva. Se estima en cerca de cuatro millones el número de familias que aspiran a la distribución de tierras. Ahora bien, estaba presupuestado apenas como instalar una decena de miles de familias. La hora de la verdad va a llegar con la adopción del presupuesto para el 2004. Tanto más cuanto que la tensión sube y se multiplican los enfrentamientos violentos entre los sin tierra y las milicias "ruralistas" organizadas por los grandes propietarios. Así, varias decenas de militantes y de sin tierras son detenidos por iniciativa del poder judicial en diferentes estados, mientras que la derecha lleva adelante una campaña permanente contra el ministro Miguel Rossetto, denunciado como el ministro de los "fuera de la ley".

D.B.


PETICION INTERNACIONAL CONTRA LAS MEDIDAS DE EXPULSION DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT).

Desde julio, circula una petición internacional por iniciativa de militantes de la izquierda británica para protestar contra el procedimiento disciplinario que apunta a tres diputados y a la senadora Heloisa Helena. El texto destaca: "Con preocupación y consternación nos enteramos que el Partido de los Trabajadores alienta la expulsión de tres de sus representantes intransigentes por haberse pronunciado públicamente contra la reforma de las jubilaciones propuesta por el gobierno [...] Si bien no tenemos que pronunciarnos en detalle sobre la política del gobierno brasileño, nos parece muy grave que el partido adopte sanciones extremas contra aquellos y aquellas que siguen siendo fieles a sus posiciones tradicionales [...] Por eso pedimos que se abandone toda medida de expulsión, para que el rol del PT sea reafirmado, y también la esperanza de la que es portador para todos aquellos en el mundo entero que quieren realizar nuestro sueño común de otro mundo posible".
Este texto ha sido firmado por numerosos diputados nacionales o europeos (socialistas, de la izquierda radical, verdes), por responsables sindicales y personalidades, entre ellos, Noam Chomsky, Giuseppe Di Lello Sinuoli, Ken Loach, Ken Coates, Alex Callinicos, Annick Coupé, Robin Blackburn, Peter Gowan, Jean Lambert, Paul Lannoye, Chico Louça, Alain Krivine, Didier - Claude Rod, Roseline Vachetta, Greg Tucker.