Si tratamos de analizar con la mente fría,
sin perder por ello el odio de clase que provoca la barbarie capitalista
que ya empezó a descargar sus bombas sobre el sufrido pueblo
de Irak, podemos ver que la propaganda que domina las pantallas
de TV no condice con la realidad de las primeras horas de la guerra.
Bush amenazó con descargar en las primeras 48 horas de ataque
el doble de los misiles que utilizó su padre en la Guerra
del Golfo del 91. Pero en 24 horas no han tirado más de 100
misiles. El "Centro del Alto Mando en Qatar" no tuvo informaciones
durante todo el primer día (una situación "surreal",
la llamó la televisión francesa) o peor aún,
del propio terreno de las operaciones salían noticias dos
horas después que las daba la CNN que a su vez repetía
las que salían de Washington. Y las tropas terrestres (en
realidad una división de ellas) estuvo todo un día
"cruzando la frontera" con Kuwait. ¿Por qué?
Porque el plan imperialista, en esta primera fase, es evidentemente
tratar de conseguir el colapso sin combate del régimen iraquí.
Desde los informes de la "inteligencia inglesa" reproducidos
por el diario inglés The Guardian que dicen que los miembros
del ejército regular se rinden en masa, pasando por la "ventana
de oportunidad" con que se inició la guerra, continuando
con la discusión cómica de si el Saddam que dio el
discurso después de las primeras bombas es realmente Saddam
o un doble, e incluyendo la comedia de la "desaparición"
del ministro Tarek Asiz y el bombardeo de "sus oficinas";
todo apunta en la misma dirección, es decir a explorar la
hipótesis que tiene Bush y su "equipo de hombres duros":
que el régimen está al punto de colapsar y amedrentándolo
pueden lograr que Saddam Hussein se exilie (o que lo maten). La
puerta de salida se la mostró el rey de Bahreim (donde hay
una alta concentración de tropas americanas) que volvió
a ofrecerle al presidente irakí lo mismo que la Liga árabe:
"un exilio con todas los honores de ex jefe de estado".
No hay que olvidar que hace una semana la Liga Arabe le propuso
al mismísimo Asiz que "le sugiriera a Saddam y familia
partir" para que él quedara como "jefe transitorio".
En función de este eje político el ritmo de las operaciones
aéreas (y terrestres) de las primeras horas de guerra está
planificado como un "diálogo armado". Lo que antes
era hecho a través de palabras, ahora es con misiles y bombas
pero el objetivo es el mismo, que se rindan.
¿Y qué hace Saddam? Hay que recordar que la única
guerra que libró hasta el final es la que fue apoyada por
yanquis y franceses, la guerra fratricida contra Irán durante
8 años con 1.000.000 de muertos de ambos bandos.
Hasta ahora el régimen iraquí contesta como en la
primera Guerra del Golfo, con misiles que no dan en el blanco, mientras
por TV dice que EE.UU. ha "subestimado los valores"...
¿de Saddam? ¿Estará hablando de "valores"
cash para un exilio dorado?
Así como Bush y cía. apuestan al colapso del régimen,
la "esperanza" de Hussein está en que la "presión
internacional" de Rusia, Francia, China, Alemania y de sus
"hermanos árabes" (con hermanos así quien
necesita enemigos) le consigan una sobrevida.
Como ya la agencia de inteligencia yanqui Stratfor ha planteado
como conclusión de sus vistosos "escenarios de guerra":
a los jefes norteamericanos no les extrañaría ni el
colapso del ejército iraquí, como tampoco la resistencia
de un sector de él (la Guardia Republicana). Lo único
que les parecería extraño sería "una resistencia
generalizada".
En este "diálogo armado", tal vez Hussein les esté
diciendo, por ahora al menos, "go ahead" (adelante), tomen
Bagdad y van a ver como la Guardia Republicana se mantiene fiel
y los obliga a un escenario de lucha urbana que, ligado a la presión
internacional, conseguirá la sobrevida de mi régimen.
Pero EE.UU. y los ingleses retrucan - quizá exagerando un
poco- que "están en contacto" con la mayor cantidad
de generales del ejército y de la Guardia Republicana que
se tenga memoria entre dos fuerzas militares enfrentadas. En conferencia
de prensa Rumsfeld y el "general de escritorio" Myers
(un asesor de Bush) dieron el mensaje de que si Saddam no se exilia,
o lo matan sus "amigos", van a aniquilar a compañeros
de tropelías y familias... hasta la 5ta generación.
Es decir que cada uno "dialoga" basándose en los
puntos débiles (o desconocidos) del otro (en última
instancia en eso consiste la guerra).
Pero los malos presagios para los cálculos imperialistas
están en que si, finalmente, el régimen no hiciera
un (como lo llamó la cadena italiana RAI) "fuggi fuggi",
es decir un "sálvese quien pueda", la coalición
sajona va a tener que bombardear en mayor escala y hasta pensar
en hacer... realmente una guerra de Irak, toma de Bagdad incluida.
Y la guerra, como las revoluciones, se sabe como empiezan pero no
como terminan.
Ya hay complicaciones adicionales como el hecho de que Turquía
permite el "sobrevuelo" en su territorio pero no el paso
de tanques como pedía los EE.UU. Con esto el llamado "segundo
frente" desde el norte queda restringido sólo a operaciones
aéreas, pero a los yanquis ¿para qué diablos
les interesa bombardear desde el norte si desde el sur igual pueden
tirar 2000 misiles simultáneos? Peor aún, el parlamento
turco (luego que los yanquis les retiraran la coima de 28 mil millones
de dólares) autorizó al ejército turco a entrar
en Irak... ¿para quedarse con el petróleo del Kurdistán?
Aunque no sean tan audaces como para animarse a disputar el botín
de guerra, como mínimo va a haber en el norte de Irak tres
ejércitos, el de Turquía, las milicias kurdas y coalición
aliada imperialista, que pueden terminar a los tiros entre sí.
En este tire y afloje el resultado no es neutro. Si el régimen
colapsa en pocos días casi sin lucha, como pretende en esta
fase Bush y los suyos, de ello resultará un fortalecimiento
del imperialismo y puede provocar la desmoralización del
extendido movimiento antiguerra, por lo menos en lo inmediato.
Pero si hay combate o si al menos estallan muchas contradicciones
- como enfrentamientos en el norte en el curso de la guerra, o una
posguerra muy complicada -, entonces las perspectivas de agudas
peleas interimperialistas y su eventual aprovechamiento por el movimiento
de masas seguirán abiertas.
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