El "boom" económico norteamericano desde mediados
de los años 90 y toda la mistificación sobre la "Nueva
Economía", así como la existencia de EE.UU. como
única superpotencia mundial nos han hecho olvidar que desde
hace más de quince años, el país del norte
es la principal nación deudora en el ámbito mundial.
Hoy en día, la deuda acumulada por EE.UU. alcanza la friolera
de 2,7 billones de dólares, un tercio de su PBI. Como explicamos
en Ofensiva guerrerista de Bush. Un intento de redefinir la hegemonía
imperialista, EE.UU. puede sobrellevar esta situación sin
caer en un crash de su economía al estilo latinoamericano
gracias a la existencia del dólar como principal moneda de
reserva y medio de pago internacional. Se estima que al fin de los
años 90 más de cuatro quintos de todas las transacciones
en el mercado de divisas y la mitad de las exportaciones mundiales
fueron realizadas en dólares; dando cuenta el dólar
de dos tercios de las reservas oficiales de todos los países
del mundo. Gracias a este rol de señoreaje, EE.UU. es capaz
de sostener anualmente su cada vez mayor déficit de cuenta
corriente, que en el 2002 ha alcanzado una cifra record (casi un
5% del PBI) y el reciente retorno a los déficit fiscales
de millones de dólares. Este privilegio reservado solo a
los EE.UU. le permite vivir más allá de sus medios,
exportando la crisis sobre sus competidores y amortiguando asi la
declinación de su hegemonía histórica.
Un factor determinante de esta realidad macroeconómica es
el hecho de que las transacciones de petróleo se hacen en
la divisa norteamericana. Desde su creación en los años
70, EE.UU. ha tolerado la existencia de la OPEC -como cartel de
las principales naciones productoras de petróleo- en tanto
y en cuanto éstas reciclaran sus ganancias en petrodólares
canalizándolas al sistema financiero internacional dominado
por los bancos y fondos de inversión norteamericanos. Gracias
al control de los precios del petróleo y su estrecha relación
con el dólar, EE.UU. pueden regular en su provecho la liquidez
monetaria de la economía mundial otorgándole una posición
dominante en el mercado de capitales globalizado. Estas es una de
las claves de la actual economía política del sistema
internacional.
Esta realidad comenzó a ser alterada con el surgimiento del
Euro hace tres años. Al principio la debilidad de su cotización
con respecto al dólar y las importantes divisiones de las
potencias europeas no auguraban un futuro auspicioso al Euro que
rivalizara con la posición dominante del dólar como
moneda de reserva mundial. No nos olvidemos que en estos años
era el momento más alto de la burbuja de Wall Street cuando
los gurúes de la "Nueva Economía" vaticinaban
el "fin del ciclo económico" y un crecimiento de
la economía norteamericana ininterrumpida como consecuencia
de la revolución informática. La historia desde entonces
ya es por todos conocida. Primero fue el hundimiento de las puntocom,
luego de la rama informática, mas tarde las bancarrotas corporativas
más grandes de la historia y un largo período de un
mercado accionario a la baja - el mas extenso de la historia - que
aun no ha cesado. En síntesis, el súbito reconocimiento
de las debilidades de la economía norteamericana y la pesada
carga que implica sobre esta las desigualdades heredadas de los
años del "boom". Todo esto se manifiesta en la
reciente vulnerabilidad del dólar, que puede ser la espada
de Damocles de la nueva ofensiva imperialista norteamericana.
En el ínterin, algunos acontecimientos significativos han
sucedido en la escena internacional. En noviembre del 2000, Irak,
decidió cobrar su crudo en Euros. A pesar de la oposición
de la ONU la amenaza de Irak de paralizar la producción petrolera
logró su cometido. En esos días el diario El Mundo
de España tituló: "El petroeuro rompe el cascarón".
En dicha nota sostenía que: "Saddam Hussein, ha convertido
una de sus rabietas contra el Tío Sam en una pica en Flandes
para la vituperada y maltrecha moneda europea. Si con el tiempo
la semilla germina, sería de justicia reservar un pequeño
hueco en la historia de los mercados de divisas y de materias primas
para el tirano que provocó la Guerra del Golfo pero que,
por sorpresa se sacó de la manga el petroeuro." Y sobre
el éxito de su medida comentaba: "En otras circunstancias
la ONU se hubiera opuesto - Irak dejará de ingresar diez
centavos de dólar por barril debido a que los tipos son más
bajos- pero la posibilidad que la retirada del mercado de los 2,3
millones de barriles diarios de Irak provocaran una nueva convulsión
en el precio del petróleo y los buenos oficios de Francia
-movida, bien es verdad, más por los intereses de TotalFina-Elf
en los campos de Majnoumn y Nahr Oumar que por su pasión
por la moneda única - permitieron a Hussein salirse con la
suya."
Este movimiento fue hecho en la misma semana en que el Euro alcanzó
su piso más bajo (0,82 centavos por dólar). El subsiguiente
30 por ciento de aumento en el Euro ha significado un importante
aumento de divisas del programa de la ONU "comida por petróleo"
en Irak.
Posteriormente, Jordania lanzó su esquema de comercio bilateral
con Irak, realizado enteramente en Euros. Corea del Norte, otra
pata del "eje del mal", abrazó el Euro para el
comercio desde el 7/12/02. Durante ese mismo año, el Banco
Central de Irán, la tercera pata del "eje del mal"
pasó la mayoría de sus reservas al Euro. El parlamento
iraní está discutiendo realizar el comercio de petróleo
en esa divisa. Lo mismo ha hecho recientemente el parlamento ruso.
El año pasado Rusia entró en negociaciones con Alemania
sobre el establecimiento de un intercambio de petróleo a
futuro denominado en Euros. Llamativamente, un año antes
del golpe de abril en Venezuela su embajador en EE.UU. sugirió
la posibilidad de cambiar al Euro. Al calor del deterioro de la
divisa norteamericana en el mercado mundial, el impulso hacia el
Euro podría estar cobrando fuerza.
En este sentido es interesante el discurso dado por Javad Yarjani,
jefe del Departamento de Análisis del Mercado petrolero de
la OPEC, en su visita a España en abril del 2002. Extractamos
algunas partes significativas de este discurso que tratan sobre
las condiciones que posibilitarían un giro de la moneda de
transacción de la OPEC hacia el Euro. Reseñando las
condiciones que posibilitan la dominación del dólar
sobre el mercado petrolero, este importante funcionario de la OPEC
luego sostuvo: "Habiendo dicho esto, es importante notar que
en el largo plazo el Euro no está en tal desventaja versus
el dólar cuando uno compara el tamaño relativo de
las economías aludidas, especialmente dado los planes de
expansión de la Unión Europea. Más aún,
la eurozona tiene un mayor porcentaje del comercio mundial que EE.UU.
y mientras EE.UU. tiene un gran déficit de cuenta corriente,
el área del Euro tiene una más, o balanceada, posición
de sus cuentas externas. Uno de los argumentos más fuertes
para mantener los precios y los pagos del petróleo en dólares
ha sido que los EE.UU. permanecen como un gran importador de petróleo,
a pesar de ser él mismo un sustancial productor de crudo.
Sin embargo, viendo las estadísticas de la exportación
de petróleo crudo, uno nota que la eurozona es aún
un más grande importador de petróleo y de productos
petroleros que los EE.UU. (
)" y más adelante entre
otras de las razones del potencial giro al Euro sostuvo: "Es
muy posible que en tanto el comercio bilateral entre Medio Oriente
y la UE se incremente podría ser realizable cotizar al petróleo
en Euros considerando que Europa es el principal socio económico
de tal región. Esto podría potenciar mayores lazos
entre estos bloques por el incremento de su intercambio comercial,
y ayudando a traer las muy necesitadas inversiones europeas al Medio
Oriente."
Es en este contexto, que se debe considerar la futura intervención
norteamericana en Irak y su plan de rediseñar todo el Medio
Oriente. Es posible conjeturar que junto a los demás motivos
que empujan a esta guerra imperialista , una de las razones - y
quizás una de las fundamentales que la explican- es el intento
norteamericano de prevenir un mayor impulso de la OPEC hacia el
euro.
De imponerse un cambio de régimen en Bagdad, con el solo
anuncio por las nuevas autoridades irakies de que ellas solo aceptarían
el pago de petróleo en dólares, invertir sus ganancias
en dólares (además de los negocios que podrían
surgir para las exportadoras norteamericanas de bienes y servicios)
la situación del dólar se fortalecería. Es
evidente que para algunos estrategas norteamericanos esta salida
minimiza temporariamente las perspectivas de que los prestamistas
extranjeros privados puedan huir de los activos denominados en esta
moneda frente a la cada vez mayor sospecha por parte de estos de
que el balance financiero de los EE.UU. es cada vez más frágil.
No otra cosa indica la lenta pero sostenida caída de la divisa
norteamericana incluso aún contra el yen, la moneda de una
economía como la japonesa que es sinónimo de estancamiento
de los últimos catorce años.
Desde este ángulo, estaríamos presenciando una operación
imperialista que busca cambiar la relación de fuerzas entre
las distintas potencias y asegurarse en el plano económico
que ninguna de estas pueda rivalizar a los EE.UU.; tal como sostiene
la nueva estrategia de seguridad nacional de Bush. Pero a diferencia
del inicio de la época imperialista, la intervención
norteamericana en Irak no sería una operación exclusiva
por la apropiación de una materia prima clave como el petróleo
sino - en el marco de las importantes transformaciones de la economía
mundial de los últimos treinta años y el creciente
peso de la financierización- una acción que busca
asegurarse una ventaja estratégica en el mercado de capitales
sosteniendo la primacía del dólar.
Esta solución, difícilmente, sea una salida de largo
plazo para los graves problemas que afectan a los Estados Unidos.
Mas bien parece una de las ultimas jugadas de una potencia declinante.
La solución militarista a sus problemas económicos
podría volverse en contra suyo. La fuerte oposición
de Francia y Alemania y de Rusia a la actual política norteamericana
es una muestra. Un interesante articulo de The Observer de principios
de este año vaticina: "Si EE.UU. y Gran Bretaña,
desprecian una segunda resolución de la ONU y van a la guerra
con la activa oposición de miembros claves como Francia o
Rusia estemos seguros que el flujo de dólares hacia los EE.UU.
se lentificará dramáticamente y estemos seguros que
habrá una estampida de extranjeros tratando de vender. Las
acciones en Wall Street que Bush está tan ansioso de alentar
están aún masivamente sobrevaluadas. Con este trasfondo,
podría haber una devastadora venta, con todas las consecuencias
depresivas para la confianza en el consumidor norteamericano y la
inversión empresarial. Lo que los mercados estuvieron señalando
la semana pasada es que esto está dentro de los límites
de ser una posibilidad por lo que vale tomar acciones precautorias
de ahí la venta. Si la guerra termina en unas pocas semanas,
los riesgos podrían ser contenibles, y podrían haber
algunas acciones que valiera la pena comprarla a los precios actuales.
Pero si la guerra fuera prolongada o la subsecuente paz inestable,
entonces la presión sobre el dólar y Wall Street podría
convertirse ciertamente en muy severa, reforzando las influencias
depresivas sobre la economía donde las desigualdades prevalecientes
son tan extraordinarias". Este analista concluye: "La
capacidad militar norteamericana podría permitirle el unilateralismo:
su frágil situación económica, que nosotros
estamos descubriendo, no".
En conclusión la rivalidad interimperialista podría
escalar a nuevos peldaños en el corto o mediano plazo. Que
hasta ahora estos países sostuvieran la actual división
mundial del trabajo que reserva un rol de privilegio al dólar
y al capital financiero norteamericano -cuando esta es la nación
más endeudada- se debe, por un lado, a los beneficios mutuos
(la posibilidad de exportar al mercado norteamericano para el resto
de los países), y sobretodo, al temor que el caos resultante
seria ominoso para todos. Pero esto podría convertirse en
una opción si el peligro de una hegemonía norteamericana
tan exclusiva se transforma en una carga mayor que el peligro del
derrumbe de actual orden internacional.
1. "The Choice of Currency for the Denomination of the Oil
Bill", discurso dado por por Javad Yarjani, jefe del Departamento
de Análisis del Mercado petrolero de la OPEC, sobre el rol
internacional del Euro, invitado por el Ministro español
de Asunto Económicos durante la presidencia española
de la UE, 14/04/02 Oviedo, España. El discurso completo puede
encontrase en la página Web de la OPEC.
2. Ver artículo Ofensiva guerrerista de Bush. Un intento
de redefinir la hegemonía imperialista en Estrategia Internacional
N° 19, Bs. As. 2003.
3. " Why Bush is sunk without Europe", Will Hutton The
Observer 26/01/03.
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