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Gran Bretaña: Manchester cubierta con las pancartas contra la guerra
Alejandra Ríos, corresponsal de la FT en Londres
Especial para Partes de Guerra
FT Europa

08/03/03

Las consignas ¡No en mi nombre! ¡No a la guerra en Irak! ¡No sangre por petróleo! ya se han vuelto parte del paisaje cotidiano de cualquier ciudad en Gran Bretaña. El símbolo del misil cayendo que está atravesado por una línea en diagonal indicando un NO ya se ha vuelto un rasgo que indica el clima antibélico que se vive en este país.

Al menos 10 mil manifestantes salieron hoy a las calles de Manchester a expresar su oposición a la guerra en Irak. Los marchistas no se acobardaron frente a las adversidades del ventaval y la fuerte lluvia y decidieron que era más imporante recordarle a Blair que la mayoría en este país se opone a la guerra. Muchos de los presentes también manifestaron su oposición a una eventual segunda resolución de las Naciones Unidas.

La marcha contó con la presencia de los colectivos contra la guerra, como Stop the War, con estudiantes de los colegios secundarios de la zona, regionales sindicales, asociaciones de la comunidad musulmana - que es muy importante en la región - y con el grupo del partido laborista Labour Against the War. El elemento nuevo en este país es que la oposición está creciendo entre los mismos diputados laboristas que no pertenecen al círculo de Blair, muchos de ellos impactados por la masividad del movimiento participaron de la movilización.

Por otra parte sigue creciendo la oposición entre los sindicatos, donde el llamado a la "desobediencia civil" y el abandono de los puestos de trabajo en caso de ataque a Irak, se vuelve cada día más serio.

En Londres, el colectivo Mujeres contra la guerra también tuvo su propia convocatoria frente a las puertas de Downing Street, la residencia del Primer Ministro, donde unas mil mujeres de distintos colectivos festejaron el Día Internacional de la Mujer haciendo clara su oposición a la guerra.

El gobierno de Blair, presionado por la creciente oposición interna y con las discusiones en las Naciones Unidas empantanadas salió a decir que por supuesto no irán a la guerra sin una segunda resolución, pero incluso así puede enfrentar otra revuelta parlamentaria en los próximos días.

 

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