Entre las múltiples
contradicciones que se abren con la actual intervención imperialista
en Irak, se encuentra la del establecimiento de un próximo
gobierno iraquí.
Según Stratfor “aunque el control estadounidense sea
aceptado, establecer un gobierno iraquí que sea aceptable para
los diferentes grupos de poder dentro del país probablemente
requerirá una negociación, incluyendo a los sunni, los
árabes chiítas y a los kurdos”.[1]
Estos últimos representan quizás el pueblo más
grande sin territorio entre las nacionalidades oprimidas (más
de 30 millones). Algunos sectores, organizados principalmente en los
partidos kurdos iraquíes, colaboraron recientemente con las
tropas de la coalición en el norte del país donde se
encuentra –entre otras- la ciudad de Kirkuk. Esta ciudad es
clave porque está rodeada por los campos petrolíferos
más ricos de la región y está conectada con oleoductos
a puertos del mar Mediterráneo. La región también
cuenta con una importante cuenca hídrica y con la reserva más
importante de gas natural.
Pero, como bien señalaba un informe de la BBC, “los
líderes políticos de la zona kurda en el norte de Irak
desean que, tras la guerra, Kirkuk se convierta en la capital de una
entidad kurda autónoma dentro de una federación con
el resto de Irak”. Un propósito que, sin embargo, chocaría
con los intereses de Turquía ya que también cuenta con
una comunidad kurda y, por lo tanto, “se teme que cualquier
indicio de que las milicias kurdas se han apoderado de los campos
de petróleo podría hacer que el gobierno de Turquía
envíe sus soldados a la zona.”
Aunque según las últimas informaciones, los combatientes
kurdos (pashmergas) han aceptado retirarse de la zona –condición
que solicitó Turquía a la coalición para no intervenir
con sus propias tropas en la región-, el conflicto de la nación
kurda –que se remonta a siglos de opresión y genocidios
sistemáticos- es uno de los tantos que siguen latentes y que
puede abrir importantes contradicciones para las tropas aliadas asentadas
en la región y su interés en constituir un nuevo gobierno
para Irak.
Características del pueblo kurdo y antecedentes históricos
Los orígenes de las tribus kurdas se remontan al 5000 a.n.e.
En el siglo VII fueron convertidos por la fuerza al islamismo, aunque
su religión se origina en el mazdeísmo[2];
incluso su lengua es indoeuropea y no guarda relación con el
árabe ni con el turco.
Su organización social –que aún prevalece ampliamente-
es feudal, con terratenientes (aghas) y caudillos militares que dirigen
a los guerrilleros (pashmergas), alrededor de quienes se forman las
familias que constituyen las tribus que, a su vez, se unen en confederaciones.
El territorio que habitan y reclaman comprende 500.000 km² que
se extienden desde el Cáucaso al norte, hasta el valle mesopotámico
al sur y desde la cordillera del Tauro Oriental al oeste hasta los
Montes Zagros al este. Este extenso territorio es superior al de Irak
o Siria.
Actualmente, la diáspora kurda se expande no sólo por
los países de Medio Oriente, sino también por Europa
y la ex -URSS. Para ver la importancia que tiene este problema nacional,
consignamos los datos de los países de Medio Oriente con las
minorías kurdas más grandes y la cantidad de habitantes
kurdos de algunos países imperialistas (ver cuadro).
PAIS |
HABITANTES KURDOS |
Turquía |
14.500.000 (25% de la población total de Turquía) |
Irak |
5.000.000 (26% de la población total de Irak) |
Irán |
6.700.000 (12% de la población total de Irán) |
Siria |
1.400.000 (11% de la población de Siria) |
Alemania |
900.000 |
Francia |
100.000 |
E.E.U.U. |
80.000 |
Gran Bretaña |
25.000 |
A la salida de la Iº Guerra Mundial, mediante el Tratado de Sévres
(1920) se establecieron las fronteras del Medio Oriente, reconociendo
la independencia de Armenia y estableciendo una república kurda.
Sin embargo, la experiencia fue muy breve. Además de los intereses
de Francia e Inglaterra en la región, terciaba el proyecto
nacionalista del general turco Kemal Attaturk quien en 1923 lideró
un golpe de estado que, entre otras cosas, acabó con la independencia
de Armenia mediante el genocidio y persiguió a los kurdos prohibiendo
su lengua y toda manifestación cultural.
Mientras tanto Francia e Inglaterra dominaban Siria e Irak respectivamente,
llegando en 1926 (pacto de Mosul) a hacer un acuerdo con Turquía
para el reparto de los beneficios del petróleo de la región
kurda.[3] Los sublevaciones kurdas que siguieron
en 1922, 1925 y 1938 fueron reprimidas tanto por los turcos como por
los británicos.
A principios de los ’70, surge en los sectores más radicalizados
de la izquierda universitaria de Ankara (Turquía) el PKK (Partido
de los Trabajadores del Kurdistán), cuyo líder Abdullah
Ocalan se encuentra, actualmente, preso del estado turco. Este partido
ha formado milicias que entraron en combate contra la represión
turca en 1984.
Mientras tanto, el gobierno de Bagdad oficializaba el idioma kurdo
y le concedía cierta autonomía a la región. Los
partidos kurdos mayoritarios de Irak fueron el PDK (Partido Democrático
del Kurdistán) y la UPK (Unión Patriótica del
Kurdistán), cuyas fuerzas se dividen centralmente por cuestiones
territoriales. Sus líderes pertenecen a tribus con intereses
antagónicos en relación al dominio de ciudades importantes
del norte por los pasos fronterizos que permiten el contrabando y
las rutas del petróleo.
Con la llegada de Hussein al poder, se intensificó la persecución
al pueblo kurdo, llegando en 1988 a cometerse un genocidio en Halabja
(donde murieron 5.000 civiles kurdos en un solo día por el
ataque con armas químicas).
Después de la guerra del Golfo de 1991, cuando las direcciones
kurdas iraquíes colaboraron con las tropas norteamericanas,
la ONU reconoció a las direcciones de Barzani (PDK) y Talabani
(UPK) en una región que comprende tres provincias iraquíes
y que goza de cierta autonomía, pero EE.UU. abandonó
a su suerte al pueblo kurdo que nuevamente fue masacrado por el régimen
husseinista al finalizar la guerra. Sin embargo, los partidos
tradicionales siguieron colaborando con el imperialismo, permitiendo
el establecimiento de campos de entrenamiento en los que agentes de
la CIA y oficiales de las fuerzas especiales estadounidenses entrenaron
a los pashmergas, familiarizándolos con las sofisticadas armas
norteamericanas. Estos fueron los que, finalmente, colaboraron en
la “liberación” de las ciudades del norte de Irak.
La opresión del pueblo kurdo, las direcciones nacionalistas
y el imperialismo
Manifestaciones mayoritariamente chiítas se están sucediendo
en la ciudad de Nasiriya donde Jay Garner se encuentra reunido con
líderes de la oposición iraquí –incluyendo
los partidos kurdos oficiales- para establecer las bases de un gobierno
para Irak. Asesinatos de líderes chiítas pro-imperialistas
y pro-husseinistas, probablemente instigados por líderes fundamentalistas
iraníes, empiezan a verse como una seria advertencia. Mientras
tanto, en Mosul –de mayoría kurda-, una protesta contra
la ocupación norteamericana fue reprimida salvajemente por
los marines (todavía no hay más noticias sobre este
acontecimiento).
Evidentemente, la división que existe entre las poblaciones
oprimidas y sus direcciones es cada vez mayor. Mientras las tropas
norteamericanas recibieron el apoyo de las milicias kurdas, la población
de las ciudades con mayoría kurda demuestra ser hostil al invasor
imperialista
Es probable que, finalmente, un acuerdo entre las fuerzas invasoras
del imperialismo y el gobierno de Turquía obligue a desarmar
a los combatientes kurdos y terminen reprimiendo a su población
como ha sucedido en ocasiones anteriores. De hecho, ya han debido
retirarse de las zonas conquistadas por pedido expreso del gobierno
turco que amenazaba con intervenir si los kurdos seguían avanzando
sobre las ciudades del norte.
La intención de los EE.UU. será la de respetar la integridad
territorial de Irak, lo que más tarde o más temprano
lo enfrentará a los intereses y las necesidades del pueblo
kurdo y éste también enfrentará a sus direcciones
nacionalistas aliadas con el invasor.
Un Kurdistán independiente es imposible junto a la existencia
del estado terrorista de Israel, aliado al imperialismo anglonorteamericano.
El levantamiento de los iraquíes contra la invasión
de las fuerzas aliadas y el levantamiento de los kurdos por la conquista
de su propia nación actuarían como un acicate gigantesco
para la lucha de liberación nacional palestina y desarrollaría
la lucha de las masas contra las direcciones nacionalistas y los regímenes
que ya hoy se encuentran bastante desprestigiadas por el papel que
tuvieron en la guerra imperialista contra Irak.
Una política revolucionaria tendría que partir de diferenciar
entre la lucha y las aspiraciones progresivas de las masas kurdas
a su derecho a la independencia y sus direcciones.
Para los revolucionarios es menester enfrentar la política
proimperialista de la dirección kurda, hoy subordinada a la
guerra declarada por los EE.UU. y pelear por una política independiente
de la clase obrera kurda y de las masas de Medio Oriente contra la
invasión que levante el derecho de los kurdos a una nación
independiente del Kurdistán.
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[1] Stratfor, Beneficio y poder en la posguerra de
Irak, 07/04/03
[2] Religión de los antiguos persas que surgió
de la síntesis entre la filosofía de Zaratustra y las
creencias populares de los iranios. Cuando los árabes introducen
el islamismo en el siglo VII, los mazdeístas fueron perseguidos
y, hasta la actualidad, son considerados infieles.
[3] Se crea la Irak Petroleum Company de capitales
británicos, franceses y norteamericanos. |