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La ideología de la lucha y el mapa político inestable del Medio Oriente

Ehsan Sherbi

30/03/03

Las iniciales afirmaciones del gobierno yanqui acerca de que la guerra iba a ser corta y quirúrgica día a día se desvanecieron como un simple sueño novelesco. Es más, este infantil auto convencimiento mostrado por Bush causo un gran escepticismo a los que no vivimos en el país de los triunfos realizables y la patética frivolidad generalizada.

Cuando las bombas comenzaron a caer en la histórica capital de Bagdad y el inicio del horror mostró las primeras imágenes, el rechazo hacia el ataque Imperialista a nivel global fue de un nivel sin precedentes.

Como modo de introducción al mapa geopolítico del país invadido, todos los medios de comunicación resaltaron las ancestrales diferencias existentes entre las facciones que ocupan el territorio iraquí, y que estas divergencias facilitarían el avance de las tropas imperialistas.

Excepto los kurdos, aliados de los americanos desde la Guerra del Golfo, los iraquíes shiitas ubicados al sur y los sunnitas al centro, donde el poder de Saddam fue y sigue siendo hegemónico, hicieron algo que los altos mandos del ejercito angloamericanas no esperaban, la suspensión de las peleas internas para enfrentar entre zorros al león.

Los yanquis no tuvieron en cuenta estos dos conceptos que han hecho que los sucesos dieran estos primeros resultados de una dura lucha y resistencia al sur de Irak.

Los efectos actuales son netamente lógicos, los shiitas del sur, que tuvieron grandes asperezas con Saddam, no le abrirían camino al Cow Boy de G. W. Bush, que trae consigo una política más dura y expropiadora que la del propio régimen iraquí. Otra de las causas, y creo la mas importante, es la concepción básica de la religión islámica de no ceder a los infieles que atacan al mundo musulmán.

La mirada occidental, que trató siempre de adaptar todas las cualidades culturales ajenas a sus estructuras rígidas, plantea la división entre Sunnitas y Shiitas como aquella dicotomía entre Catolicismo y Protestantismo. Este es un error inadmisible ya que las corrientes islámicas tienen una esencia única e inmutable. No se dio una reforma Shiita o una contrarreforma Sunnita ni nada que se le parezca. Lo que si hubo en el correr de la historia fueron pujas por el poder político pero no por cuestiones religiosas profundas.

Desde el punto de vista de las dos ramas del Islam, la Sunnita y la Shiita, que no tienen desacuerdos de raíz en la fe sino en la aplicación de algunos preceptos derivados de las costumbres del profeta Mohamad "la Sunna" que no van mas allá de algunas diferencias mínimas, la agresión debe ser repelida por todos los habitantes que componen el mundo islámico.

La Yihad: la convicción en el martirio y la resistencia humana.

El origen de la palabra árabe Yihad abarca todo lo relacionado al esfuerzo que puede poner un musulmán en sus actividades mundanas. Yihad en el trabajo, en la familia, en el estudio y en la guerra. Este último punto es clave para algunos acontecimientos que se dieron en los países musulmanes vecinos a Irak que no se difundieron por las cadenas tomadas por los imperialistas. Aparte del ejercito regular iraquí y la población que esta resistiendo implacable, miles de musulmanes cruzaron fronteras y formaron milicias para emprender la Yihad, que no fue proclamada pero que de hecho esta dada para defender a sus hermanos de religión. Esta voluntad a pelear da ciertos fundamentos que permiten, hoy en día y con poco armamento, aguantar esta incursión. El Muhayid (luchador) se entrega completamente a la batalla para obtener el martirio, a diferencia de los soldados yanquis, británicos y australianos que buscan pensiones y volver a sus hogares lo más rápido posible para lavar sus manos llenas de sangre.
La doctrina de la Yihad, en el ámbito de la guerra, parte de la base de luchar por la causa de Dios.

¿Y cual es esta causa?

La defensa de los lugares santos del Islam, a los musulmanes y a la riqueza de los musulmanes.

La religión islámica incentiva a participar activamente de la lucha armada en contra de los invasores, ya que desde el punto de vista Divino, es una de las actitudes mas dignas que puede tomar un hombre en su vida al defender a los niños, mujeres y hombres que comparten sus creencias. El ser martirizado es el camino al paraíso eterno.

Los kurdos, no participan de la Yihad porque tienen su conocida guerra contra Saddam y tratan de aprovechar la coyuntura para alcanzar definitivamente su soberanía. Ellos quedaron relegados de la legitimidad política y territorial durante décadas. En el Medio Oriente es difícil crear fronteras reales ya que existen vastas extensiones inhabitadas e inhabitables. Los kurdos vivieron en parte de Siria, Turquía, Irak e Irán. Esta etnia nunca tuvo ni tiene gran poder, lo que llevó a la población a acomodarse en varios de estos países. Hoy buscan su independencia total, pero bajo grandes riesgos.

Los kurdos son un pueblo sufrido, se los masacró en muchas oportunidades, pero deben darse cuenta que están tratando con los peores timadores del mundo contemporáneo, con esos oportunistas que prometieron el resguardo pero que no se preocuparon cuando les tiraron las bombas de gas letal.

El norte de Irak donde los kurdos tienen una leve autonomía posee las fuentes de petróleo más importantes. Saddam nunca abandonaría esta región, por su riqueza y extensión territorial.

Pero hoy el tema no es Saddam Hussein y su Régimen, sino el pueblo iraquí que se mantiene en heroica lucha y reaccionó contrariamente a lo que pensaban los yanquis, que en vez de flores recibieron balas y resistencia.

 

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