Las iniciales afirmaciones del gobierno yanqui acerca de que la guerra
iba a ser corta y quirúrgica día a día se desvanecieron
como un simple sueño novelesco. Es más, este infantil
auto convencimiento mostrado por Bush causo un gran escepticismo a
los que no vivimos en el país de los triunfos realizables y
la patética frivolidad generalizada.
Cuando las bombas comenzaron a caer en la histórica capital
de Bagdad y el inicio del horror mostró las primeras imágenes,
el rechazo hacia el ataque Imperialista a nivel global fue de un nivel
sin precedentes.
Como modo de introducción al mapa geopolítico del país
invadido, todos los medios de comunicación resaltaron las ancestrales
diferencias existentes entre las facciones que ocupan el territorio
iraquí, y que estas divergencias facilitarían el avance
de las tropas imperialistas.
Excepto los kurdos, aliados de los americanos desde la Guerra del
Golfo, los iraquíes shiitas ubicados al sur y los sunnitas
al centro, donde el poder de Saddam fue y sigue siendo hegemónico,
hicieron algo que los altos mandos del ejercito angloamericanas no
esperaban, la suspensión de las peleas internas para enfrentar
entre zorros al león.
Los yanquis no tuvieron en cuenta estos dos conceptos que han hecho
que los sucesos dieran estos primeros resultados de una dura lucha
y resistencia al sur de Irak.
Los efectos actuales son netamente lógicos, los shiitas del
sur, que tuvieron grandes asperezas con Saddam, no le abrirían
camino al Cow Boy de G. W. Bush, que trae consigo una política
más dura y expropiadora que la del propio régimen iraquí.
Otra de las causas, y creo la mas importante, es la concepción
básica de la religión islámica de no ceder a
los infieles que atacan al mundo musulmán.
La mirada occidental, que trató siempre de adaptar todas las
cualidades culturales ajenas a sus estructuras rígidas, plantea
la división entre Sunnitas y Shiitas como aquella dicotomía
entre Catolicismo y Protestantismo. Este es un error inadmisible ya
que las corrientes islámicas tienen una esencia única
e inmutable. No se dio una reforma Shiita o una contrarreforma Sunnita
ni nada que se le parezca. Lo que si hubo en el correr de la historia
fueron pujas por el poder político pero no por cuestiones religiosas
profundas.
Desde el punto de vista de las dos ramas del Islam, la Sunnita y
la Shiita, que no tienen desacuerdos de raíz en la fe sino
en la aplicación de algunos preceptos derivados de las costumbres
del profeta Mohamad "la Sunna" que no van mas allá
de algunas diferencias mínimas, la agresión debe ser
repelida por todos los habitantes que componen el mundo islámico.
La Yihad: la convicción en el martirio y la resistencia humana.
El origen de la palabra árabe Yihad abarca todo lo relacionado
al esfuerzo que puede poner un musulmán en sus actividades
mundanas. Yihad en el trabajo, en la familia, en el estudio y en la
guerra. Este último punto es clave para algunos acontecimientos
que se dieron en los países musulmanes vecinos a Irak que no
se difundieron por las cadenas tomadas por los imperialistas. Aparte
del ejercito regular iraquí y la población que esta
resistiendo implacable, miles de musulmanes cruzaron fronteras y formaron
milicias para emprender la Yihad, que no fue proclamada pero que de
hecho esta dada para defender a sus hermanos de religión. Esta
voluntad a pelear da ciertos fundamentos que permiten, hoy en día
y con poco armamento, aguantar esta incursión. El Muhayid (luchador)
se entrega completamente a la batalla para obtener el martirio, a
diferencia de los soldados yanquis, británicos y australianos
que buscan pensiones y volver a sus hogares lo más rápido
posible para lavar sus manos llenas de sangre.
La doctrina de la Yihad, en el ámbito de la guerra, parte de
la base de luchar por la causa de Dios.
¿Y cual es esta causa?
La defensa de los lugares santos del Islam, a los musulmanes y a
la riqueza de los musulmanes.
La religión islámica incentiva a participar activamente
de la lucha armada en contra de los invasores, ya que desde el punto
de vista Divino, es una de las actitudes mas dignas que puede tomar
un hombre en su vida al defender a los niños, mujeres y hombres
que comparten sus creencias. El ser martirizado es el camino al paraíso
eterno.
Los kurdos, no participan de la Yihad porque tienen su conocida guerra
contra Saddam y tratan de aprovechar la coyuntura para alcanzar definitivamente
su soberanía. Ellos quedaron relegados de la legitimidad política
y territorial durante décadas. En el Medio Oriente es difícil
crear fronteras reales ya que existen vastas extensiones inhabitadas
e inhabitables. Los kurdos vivieron en parte de Siria, Turquía,
Irak e Irán. Esta etnia nunca tuvo ni tiene gran poder, lo
que llevó a la población a acomodarse en varios de estos
países. Hoy buscan su independencia total, pero bajo grandes
riesgos.
Los kurdos son un pueblo sufrido, se los masacró en muchas
oportunidades, pero deben darse cuenta que están tratando con
los peores timadores del mundo contemporáneo, con esos oportunistas
que prometieron el resguardo pero que no se preocuparon cuando les
tiraron las bombas de gas letal.
El norte de Irak donde los kurdos tienen una leve autonomía
posee las fuentes de petróleo más importantes. Saddam
nunca abandonaría esta región, por su riqueza y extensión
territorial.
Pero hoy el tema no es Saddam Hussein y su Régimen, sino el
pueblo iraquí que se mantiene en heroica lucha y reaccionó
contrariamente a lo que pensaban los yanquis, que en vez de flores
recibieron balas y resistencia.
|