Estrategia Internacional
N° 7
Marzo/Abril - 1998
UN NUEVO PACTO PARA SOSTENER AL
PRIATO HASTA EL 2000
La trampa de la transición
"democrática" de Clinton, Zedillo y Cárdenas
Este artículo está redactado en base a distintas elaboraciones realizadas por la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) de México, especialmente por el proyecto de documento programático presentado por su dirección para discutir, junto a la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) y los compañeros universitarios de "Contra Corriente", las bases para dar un nuevo salto en la construcción de una liga trotskista revolucionaria en México.
El levantamiento armado de los
campesinos chiapanecos en enero de 1994, y el eco provocado en las ciudades, con
movilizaciones de decenas de miles en su apoyo, abrieron una nueva página de la historia
mexicana caracterizada por la crisis terminal del priato.
Luego del levantamiento, los pactos del gobernante Partido Revolucionario Institucional
(PRI) con los partidos patronales opositores, el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) y el Partido de Acción Nacional (PAN), y con el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN), en pos de una transición pacífica a la
democracia, si bien lograron por medio del engaño quitar a las masas de la escena
política nacional no lograron evitar que continúe agravándose la crisis del regimen,
basado en el PRI como partido-estado.
De ahí que Clinton, Zedillo y la oposición, hayan acordado una autorreforma
del priato para sostener a éste hasta el 2000 (año de elecciones presidenciales), para
controlar a las masas vía las ilusiones en una transición pacífica a la
democracia. Esta política tiene el obvio objetivo contrarrevolucionario -al
presentar la alternancia de partidos, el voto en elecciones limpias como la conquista de
la democracia- de avanzar con mayor eficacia en la aplicación de los planes del
imperialismo, manteniendo los rasgos esenciales del aparato bonapartista (un poder
ejecutivo con enormes atribuciones, el control caciquil de los estados predominantemente
campesinos, los charros, etc). Y es que en la época imperialista, las aparentes reformas
en el régimen impulsadas por la burguesía son para mantener en esencia la opresión y
explotación a la clase trabajadores y a los sectores populares evitando todo tipo de
concesión. En este camino, el triunfo de Cárdenas en el D.F. en las elecciones de julio
de 1997, el funcionamiento de un parlamento que por primera vez en la historia encuentra
al priato sin mayoría absoluta, las múltiples derrotas infligidas a los campesinos
rebeldes, han constituido un importante avance del régimen de transición. Pero éste
aún no ha logrado consolidarse. Como veremos más adelante, las tensiones por derecha e
izquierda así lo demuestran (1).
La derrota electoral contundente
que sufrió el PRI en las elecciones puso nuevamente de manifiesto la ilegitimidad que
tiene para gobernar al pueblo mexicano. Pero en manos de los partidos opositores
patronales, y principalmente el PRD, los millones de votos fueron la base de sustento para
prestigiar el régimen de transición. En definitiva, el PRD y PAN realizaron una
verdadera estafa, usaron la fuerza que le dieron los votos contra el PRI para coronar a
Zedillo como el rey de la transición a la democracia.
El rol de sostén del priato hasta el 2000 del PRD, como se vió con la masacre de Acteal,
lo convierten en el barrendero de las manchas de sangre que el PRI y el régimen de
transición van dejando a su paso, intentando a cada paso darle credibilidad. Y es que el
PRD tiene que demostrar que es capaz de aplicar los planes del imperialismo a rajatabla,
sobre la esencia del viejo orden creado por el priato. Por eso, Cárdenas en su flamante
sillón de gobernador del D.F. tomó como primer medida el aumento de servicios y bajo su
órdenes, la policía desalojó a 400 familias pobres que habían ocupado un predio
apaleándolas brutalmente e incendiando sus viviendas. Lamentablemente, el apoyo que
continuamente le da el EZLN, al decir que en el D.F. se juega la posibilidad de
otro México con mayor participación social (2), es el mayor obstáculo para
que las masas hagan una rápida experiencia con el democrático PRD.
El movimiento obrero no tuvo más alternativa que votar al PRD, gracias al silencio
cómplice de las organizaciones sindicales independientes, para expresar su
profundo odio al PRI y a los charros de sus sindicatos. La ruptura actual de un sector de
los foristas (3) con el Congreso del Trabajo y la formación de la nueva central sindical
es la expresión por arriba de la crisis que corroe al estratégico aparato charro
priísta. Esta ruptura es una variante charra preventiva para contener un posible desborde
de los trabajadores que, con su odio al priato y los charros, aprovechen las fisuras que
abrió la muerte de Fidel (4) para sacarse de encima a los gangsters de los sindicatos.
Mientras todos se llenan la boca hablando de transición democrática , en el
campo se vive una guerra de baja intensidad de los guardias blancas y grupos de choque
armados por los terratenientes y caciques priístas y el cerco militar del ejército
nacional sobre las comunidades rebeldes. La política del EZLN a nivel nacional es de
apoyo a la perspectiva de la transición democrática y en la que apuesta a un
futuro gobierno del terrateniente Cárdenas. Para el neozapatismo, que declara no luchar
por el poder, el triunfo electoral de Cárdenas en el D.F. puede llegar a
simbolizar esta posibilidad de que la insurgencia ciudadana se traduzca en democracia,
libertad y justicia para todos...De abanderado en la lucha pacífica por la democracia en
México (Cuauthémoc Cárdenas) se ha convertido en bandera (5). A su vez, la
promesa que hace el EZLN de una transición pacífica a la democracia en el
campo, si el gobierno firma los acuerdos de San Andrés, lo convierten en la pata
izquierda de esta política.
Sin embargo, la manta de engaño de los acuerdos que sostienen al régimen de transición,
y en particular al PRI, ni alcanza para tapar la inestabilidad que se vive en el campo ni
tampoco para cerrar la crisis.
La Masacre de Acteal
La nueva masacre ocurrida en Acteal de Chenalhó el 22 de diciembre de 1997, el asesinato de 45 campesinos a manos de guardias blancas y grupos de choque a sueldo de los terratenientes y caciques priístas del sur, con la complicidad probada del ejército, ha desnudado con la sangre campesina el carácter de la transición pactada. Demostró que mientras los campesinos eran desarmados y aislados por la vía de los Acuerdos de San Andrés pactados por el EZLN con el gobierno, los terratenientes y caciques priístas del sur se fortalecían. Estos últimos pretendieron acelerar lo que en cuenta gotas viene garantizando Zedillo y los pactos con el PRD y el EZLN: sacarle a los campesinos todo lo conquistado en el levantamiento del ´94 y hacerles pagar con su sangre por los cuatro años de rebeldía.
Después de las obligadas renuncias del gobernador de Chiapas y del ministro del interior, producto del repudio nacional e internacional a la salvaje masacre (que intentó ridículamente explicar como un producto de enfrentamiento entre indígenas), el gobierno de Zedillo, en las últimas semanas, ha pasado a una nueva ofensiva con el objetivo de imponer nuevos términos en la negociación con el EZLN. La primer medida fue el envío de más tropas del ejército agravando la permanente hostilidad que sufren las comunas campesinas. A posteriori, el presidente Zedillo lanzó una campaña xenófoba, la expulsión de los extranjeros que realizan tareas humanitarias en el sur de Chiapas y en particular, la del obispo francés que durante 32 años estuvo a cargo del poblado de Chenalhó. Actualmente, se niega a aceptar el proyecto de ley presentado por la Cocopa (5), por considerar que excede los términos acordados en los Acuerdos de San Andrés.
Después de haber logrado por medio de estos acuerdos limitar la rebelión campesina al reclamo de autonomía, Zedillo, montado sobre los sectores más duros del PRI que impunemente asesinaron a los campesinos, quiere obligar al EZLN a aceptar una ley donde ni siquiera esté contemplado el reclamo de autonomía. Mientras tanto, la oposición defiende como alternativa a la política del gobierno el proyecto de ley presentado por la Cocopa, en el que no se ataca, como era de esperarse, la propiedad de los latifundistas. El gobierno ha objetado este proyecto diciendo que es violatorio de los acuerdos de San Andrés. La iglesia y el PRD temen que si el gobierno se endurece demasiado, las masas reaccionen, como lo señala el perredista Carlos Payán Hoy por hoy, el único instrumento que puede hacer posible que avance la pacificación de la región y el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés es la Cocopa; no hay otro instrumento. Sacar a la comisión de la negociación sería la guerra y lo que no queremos es que mueran más indígenas, más soldados.
Guardias blancas y matones a sueldo de los terratenientes, más de 30.000 soldados del ejército amedrentando a los campesinos del sur de México, los asesinos de Acteal libres, más de mil campesinos muertos en los últimos cuatro años, miles de presos políticos son el resultado de la pacificación de la región y de la negociación establecida por los Acuerdos de San Andrés. Este es el camino que propone en nombre de la paz, el democrático PRD: la paz de los cementerios. Gracias al aval que le da el EZLN, los campesinos han quedado presos de los cantos de sirenas de los Acuerdos de San Andrés con el PRI y de la bandera de la democracia Cárdenas, e indefensos ante el ataque continuo de los guardias blancas y los grupos de choque priístas creados para apagar las chispas de las comunas rebeldes.
Las contradicciones de la transición pactada y las perspectivas
La masacre de Acteal puso en
claro las contradicciones que provoca el régimen de transición pactada al
2000, tanto a derecha como a izquierda.
Por derecha se encuentran los caciques y terratenientes del PRI que controlan política y
económicamente los estados del sur. Atrincherados en sus feudos y lanzando ataques a las
bases campesinas rebeldes, pujan por inclinar la balanza de la transición
hacia la derecha, negándose incluso a aceptar los mecanismos que le han permitido a
Zedillo elevarse como rey de la transición, tales como la cesión de cuotas de gobierno a
la oposición patronal. Lo mismo puede decirse de los políticos, funcionarios,
gobernadores de mucho peso dentro del PRI, denominado el grupo Atlacomulco o los charros
de la CTM que conforman el ala dura del PRI y mejor reflejan la máxima de Fidel
Velázquez : a tiros llegamos y a tiros nos tendrán que echar. Metáfora que
no se puede descartar que se convierta en una realidad (como mostraron los asesinatos de
Colossio y Ruiz Massieu en 1994) frente a las disputas por la designación del próximo
candidato presidencial del PRI, si se confirman las perspectivas de un triunfo opositor en
el 2000, o si las masas sobrepasan los marcos de la transición pactada o ante
excesivas concesiones a la oposición patronal.
Por izquierda se ubicaron las masas. En masivas manifestaciones en las ciudades,
trabajadores y sectores populares repudiaron la masacre de Acteal al grito de Zedillo
asesino. Al mismo tiempo, los campesinos, de algunas de las comunidades rebeldes de
Chiapas que se movilizaron, se enfrentaron al ejército de la paz, cuyas
tropas fueron enviadas por Zedillo luego de la masacre. El éxodo de más de 3000
campesinos pobres hacia las comunas rebeldes, que abandonaron sus tierras atemorizados por
futuros ataques de las guardias blancas, junto a la provocación permanente de las fuerzas
represivas y las condiciones de extrema pobreza en la que se encuentran cercados, es caldo
de cultivo de un nuevo alzamiento campesino.
A su vez, se avecina otro frente de tormenta para Zedillo y el régimen de transición, la
crisis económica ocasionada por el efecto del desplome de los tigres asiáticos. La baja
del precio internacional del petróleo y la abultada deuda externa empujará al gobierno
de Zedillo y los gobernadores de los estados a descargar la crisis sobre las espaldas de
los trabajadores, campesinos y sectores populares. Ya el gobierno anunció un recorte de
presupuesto de 2500 millones dólares y se anunciaron despidos en la Secretaría de
Desarrollo Social (2000 puestos que significan un 30 % de la planta total). Además del
encarecimiento del crédito con tasas de interés de 20 %, que perjudican aún más a los
endeudados pequeños productores del campo y los comerciantes.
Las propias contradicciones que conlleva el PRI en su seno y el régimen de transición
son las que pueden permitir que las masas hagan una pronta experiencia con el engaño de
la transición pacífica a la democracia. Y retomen el camino de la
movilización contra el asesino PRI, sus charros y caciques, sostenido por el
democrático PRD y el apoyo de Clinton. Perspectiva a la que apostamos los
revolucionarios.
Abajo el Priato y la transición pactada
El gran handicap que han tenido
la burguesía y el imperialismo para desviar el curso de lucha de las masas contra el
priato ha sido la ausencia de una acción independiente del movimiento obrero. Fueron los
charros los que se encargaron de impedirlo. Esto permitió que sea el burgués PRD el que
aparezca ante los ojos de las masas como la única oposición democrática al odiado PRI,
fortalecido por el apoyo recibido de gran parte de los dirigentes de los sindicatos
independientes y democráticos (como la mayoría de los que forman
la Intersindical), los distintos grupos maoístas, y hasta algunos que se reclaman
trotskistas como UNIOS, y también el EZLN.
La clase obrera mexicana, que se ha reforzado numéricamente con el joven proletariado
superexplotado de las maquilas, ha demostrado su apoyo a los campesinos, participando en
las masivas movilizaciones en las ciudades junto a sectores populares pero de manera
diluida. La clave reside en que los trabajadores levanten las demandas democráticas del
conjunto del pueblo pobre mexicano bajo su propia bandera y su propia organización
proletaria, planteando una salida radical para concretarlas. Esta es la única forma de
arrancar a las masas de la influencia de la burguesía democrática, demostrando a cada
paso su hipocresía y la capitulación de las direcciones pequeño burguesas.
Contra la trampa de la
transición democrática del PRI, PAN, PRD y Clinton, la única perspectiva
verdaderamente democrática para las masas es tirar abajo al priato y los pactos que lo
sostienen y llamar a una Asamblea Constituyente revolucionaria sobre sus ruinas.
Frente a la guerra de baja intensidad lanzada por el gobierno sobre los campesinos
chiapanecos, hay que exigir el inmediato retiro del ejército del campo, la disolución de
los guardias blancas y los grupos de choque, y levantar la libre autodefensa de las
organizaciones campesinas y comunas zapatistas. Junto a ello, toda organización que se
reivindique independiente debe luchar también por el encarcelamiento de los
genocidas de Acteal y la libertad de los miles de presos obreros y campesinos.
El agravamiento de la situación económica de los campesinos, junto al nuevo ataque al
nivel de vida de los trabajadores, que preparan el gobierno y la patronal en sus pactos
con los charros, tienen que ser enfrentados por la clase obrera. Hay que levantar un
programa para que la crisis la paguen los capitalistas. En él, debe jugar un rol central,
en enfrentamiento al TLC, que subordina a México al imperialismo norteamericano. Hay que
exigir, la ruptura inmediata del TLC y demás pactos que atan a México a los Estados
Unidos, y el no pago de la deuda externa.
La nueva central de los foristas (Unión Nacional de Trabajadores) no es ninguna
alternativa. Los trabajadores tienen que aprovechar la crisis del Congreso del Trabajo y
oponerle a la central de los neocharros foristas una nueva central sindical sin charros ni
neocharros, independiente del estado y los partidos patronales. Una nueva central agrupe a
los trabajadores ocupados, desocupados, migrantes y trabajadores de las maquilas, y rompa
con la división impuesta por la patronal y los charros. Una nueva central independiente
de los partidos patronales que propugne el odio de clase y combata la influencia que
partidos como el PRD, ejercen en sus filas.
Junto con esto, es necesario la construcción de un partido obrero independiente basado en
las organizaciones de la clase, que empuñe la lucha contra el imperialismo y el régimen
asesino del PRI que, sobre sus muletas el PRD y el PAN, lo representa.
Sólo la clase obrera puede llevar hasta el final las demandas de Abajo el
TLC, porque es la única capaz de forjar una verdadera alianza con los campesinos y
sus hermanos de clase al otro lado de la frontera. A la vez, es la única clase que puede
lograr que los chicanos, junto con los negros y otras minorías explotadas y oprimidas
encabecen en los propios EEUU una lucha revolucionaria contra la opresión imperialista,
peleando por aliarse con los propios trabajadores yankis.
En esta lucha, los trabajadores, campesinos y sectores populares tendrán que poner en pie
organizaciones de democracia directa para el combate contra los charros, los caciques y
sus guardias blancas, el ejército del PRI y los partidos opositores patronales que bajo
el fuego de las balas o de los cantos de sirena de la democracia saldrán en
defensa del PRI y el régimen de transición a la democracia. Sobre estos
organismos deberá apoyarse un gobierno obrero y campesino que es el único que, sobre las
ruinas del regimen del PRI y su transición pactada, puede resolver las
demandas de las masas explotadas y oprimidas del país.
NOTAS:
(1) Para definir el actual proceso en el régimen usamos la categoría marxista
bismarkismo senil no asentado. El régimen de Bismark (1848, Alemania) por medio de pactos
con los señores feudales y concesiones al movimiento obrero avanzó en la reforma del
estado burgués, sin necesidad de una revolución burguesa. En la época imperialista esta
reforma de ninguna manera puede dar como subproducto un régimen o tipo de Estado más
progresivo, por eso lo definimos como bismarkismo senil.
(2) La Jornada 27/2/98
(3) Los foristas surgen del corazón charro como oposición a la CTM dentro del CT
apoyados por el gobierno de Salinas de Gortari. Promovían la necesidad de un sindicalismo
no corporativo y acorde a los nuevos tiempos del neoliberalismo. De ahí que este sector,
entre los que se agrupan principalmente los sindicatos de servicios, se halla destacado
por su colaboración en el proceso de privatizaciones.Si bien siguen integrando el PRI,
hace pocos meses rompieron con la CTM y formaron la UNT (Unión de Trabajadores de
México) con un discurso demagógico pelean su lugar en las negociaciones y
pactos con las cámaras empresariales.
(4) Fidel Velázquez, fue el secretario general de la principal central sindical, la
Confederación de Trabajadores Mexicanos, desde 1947 hasta su muerte a los 96 años, en
1997. Este capo de los charros durante 50 años mantuvo la cohesión de la central
sindical con métodos gangsteriles, aniquilando cualquier tipo de oposición. Al velorio
de este dinosaurio priísta no concurrió ni un sólo trabajador, es más, muchos charros,
ante la debacle del PRI, evitaron concurrir. Hoy en día la CTM es dirigida por otro
octogenario dinosaurio, Rodríguez Alcaine mientras que se desarrollan fuertes pujas entre
distintos sectores de charros por tomar el timón de la CTM y el CT.
(5) La Jornada 12/8
(6) La Comisión de Concordia y Pacificación es conformada por legisladores del
parlamento del PRD, PAN y PRI. Surge a iniciativa del PRI en 1995 y su función es la
elaboración de la ley que surgió de los Acuerdos de San Andrés.
LAS IMPLICANCIAS DEL TLC EN MEXICO El Tratado de Libre Comercio (TLC), que rige desde el
1º de enero de 1994, ha provocado un nuevo salto en la penetración imperialista en la
economía mexicana que se está desarrollando desde la década del ´80. En 1983, cuando
se inicia la apertura, tras la crisis de la deuda, el contenido nacional de las
exportaciones manufactureras era de 91,4% y en 1994 era sólo de 39%. Son 300 empresas, la
mayoría transnacionales, las responsables de 70% de las exportaciones totales. El grueso
de las importaciones son bienes intermedios (principalmente materias primas). Estas
importaciones antes del TLC estaban bajando, a partir de 1993 empezaron a subir. Durante
los primeros tres años pasan de 71,2 del total a 80.3, este aumento significa la pérdida
de empleos debido al cierre de innumerables empresas que producían dichos bienes. (Datos extraídos del libro A tres años del TLC, 1997) |
EL LEVANTAMIENTO DE LOS CAMPESINOS CHIAPANECOS Los planes imperialistas aplicados después de la derrota
del proceso 68/78 y la crisis de la deuda externa mexicana del ´82 significaron un salto
en la recolonización de México, privatización de miles de empresas estatales, una mayor
maquilización de la industria, etc. La reforma del artículo 27 (artículo que
consideraba no enajenable la propiedad comunal de la tierra) en 1992 permitió el avance
de los monopolios del agro yankis sobre el campo y la libre competencia entre
los subsidiados farmers yankis y el campesinado mexicano. |