Estrategia
Internacional N° 9
Julio/Agosto - 1998
LA "VIOLENCIA" Y LOS ORÍGENES DE LAS FARC
Eduardo Molina
Las FARC se
distinguen de otras organizaciones guerrilleras rurales -nacidas de
"focos"-por su origen y profundas relaciones con el campesinado. Son
herederas de un profundo proceso de lucha armada campesina por la tierra, que
explica su persistencia por décadas, pero encuadrado y distorsionado por el
stalinismo hasta moldearlo como "partido-ejército" de estructura
férreamente vertical y métodos típicamente stalinistas, que llegaron en más de
una ocasión a la ejecución de disidentes o de miembros de otras corrientes
políticas y guerrilleras1.
Su origen se remonta
a la guerra civil de 1948/58.
El 9 de abril de 1948 el asesinato de un líder populista liberal, Jorge Eliécer
Gaitán, desencadena la huelga general y una insurrección espontánea de las
masas urbanas en Bogotá y otras ciudades. La policía se subleva. Las masas casi
toman el Palacio presidencial. Barrancabermeja, centro de la industria petrolera,
queda en poder de los obreros por varios días. Pero el Partido Liberal, con
influencai en las masas insurrectas, pacta con el gobierno conservador jaqueado
y traiciona la lucha llamando a levantar la huelga general. La derrota de la
insurrección cierra el ascenso de las masas urbanas y permite la instauración
de una violenta dictadura. La derrota del "Bogotazo" traslada la
resistencia al campo, donde empalman la resistencia liberal contra las
persecusiones del régimen conservador, con la lucha campesina por la tierra.
La Violencia, como
es conocido este período constituirá en opinión de Eric Hobsbawn, ‘... la
mayor movilización armada de campesinos (ya sea como guerrilleros, bandoleros o
grupos de autodefensa), en la historia contemporánea del hemisferio occidental,
probablemente con la sola excepción de algunos momentos álgidos de la
Revolución Mexicana". 2
Todo el país se alza
en armas contra los conservadores, hasta que en 1953 los liberales abandonan la
lucha armada y vuelven a pactar con el gobierno. Los latifundistas aprovechan
para lanzar una contraofesniva para recuperar las tierras que los campesinos
habían conquistado en los años anteriores. La "violencia" fue también
"El ajuste de cuentas del latifundismo contra el campesinado,
utilizando la violencia política. Por eso la violencia se convierte en una
enorme empresa de despojo. Las gentes tenían que abandonar sus tierras porque
les amenazaban su vida o atentaban contra ella. La compraventa obligada de
tierra por precios ridículos. Alguien a dicho que la violencia fue una
verdadera contrareforma agraria, una verdadera concentración de las tierras
nuevamente en manos de los terratenientes."3 Las masas rurales
contestan con una amplia insurrección agraria, ponen en pie "repúblicas
independientes" donde no entra ni el ejército ni el Estado, y donde rige
el poder armado de los campesinos.
Desgraciadamente, la
dirección está en manos del Partido Liberal y en menor medida del Partido
Comunista Colombiano. El PL pactará una y otra vez con el gobierno hasta abandonar
definitivamente la lucha armada, acogiéndose a la Amnistía de Rojas Pinilla en
1952, mientras que el PCC, aislará al movimiento armado de los campesinos y lo
subordinará a su estrategia de colaboración de clases con la burguesía
"democrática" y sus representantes del ala "progresista"
del Partido Liberal.
Señala D. Pereyra,
describiendo el surgimiento de las FARC:
"En la zona
del Tolima surgieron guerrillas con influencia del Partido Comunista; los
campesinos ocuparon tierras y crearon milicias. Así surgieron las
"repúblicas independientes."4
"En 1952 la
guerrilla operaba en doce frentes regionales, sumaba entre 35.000 y 40.000
hombres armados y constituía un peligro para el régimen, asumiendo el carácter
de una verdadera revolución social; la lucha comenzó a llegar a Bogotá.
En ese momento se
produce el golpe populista del general Rojas Pinilla, que hace algunas
concesiones al movimiento obrero y campesino, buscando hacerse de una amplia
base social. Rojas Pinilla decreta una amnistía a la que se acogen la mayoría
de los hombres alzados en armas de la guerrilla liberal.
"El 8 de
septiembre de 1953, unos 10.000 combatientes dejaron la lucha. Los grupos del
Tolima al mando de Manuel Marulanda y de Isauro Llosa se replegaron sin
entregar las armas y continuaron luchando contra la represión que desató
Rojas."(...)
"Las "repúblicas independientes" contaban con una
administración propia; las más conocidas fueron las de Marquetalia, El Pato,
Río Chiquito y Sumapaz. La de Marquetalia estaba dirigida por el dirigente
campesino Pedro Antonio Marín, "Manuel Marulanda", que había
combatido en la guerrilla liberal y luego junto a los comunistas. Estas
milicias aceptaron la amnistía, pero no dejaron las armas y crearon el Bloque
Sur de Coordinación.
"En 1964,
bajo la presidencia del conservador León Valencia, el ejército movilizó a
16.000 hombres con apoyo aéreo contra Marquetalia; los 5.000 campesinos armados
opusieron una resistencia tenaz, pero finalmente tuvieron que replegarse. Se
estimó en 16.000 los campesinos muertos por los bombardeos masivos" (...) "En diciembre
de ese año fue atacada la república de El Pato con parecidos resultados."
" A partir de esta campaña militar surgieron en Colombia tres
organizaciones armadas que se han mantenido hasta la fecha: FARC, ELN y
EPL."I5
El rígido
encuadramiento stalinista de las FARC hizo que el ELN castrista y el EPL
maoísta surgieran por fuera de ellas, como rupturas con el tronco tradicional
prosoviético del stalinismo. Éstas fueron guerrillas distintas por su origen y
base social, menos campesina y más centrada en sectores urbanos.
El posterior
surgimiento del M19, en los 70, que tras un corto auge terminó reinsertandose
como un partido más del régimen, también es externo a las FARC. (su origen fue
un desprendimiento de izquierda de ANAPO, el partido de Rojas Pinilla).
Por largos períodos
las FARC vegetaron en pequeños sectores del territorio, reducidas a
"una guerrilla más orientada a la ‘participación social’ de las
comunidades bajo su influencia, que a una guerrilla destinada a la
‘substitución social’. De esta manera, las FARC no constituirían durante estos
años un protagonista importante de la vida nacional."6 Este proceso,
resultado de la propia política stalinista de mantener a las FARC como una
herramienta de presión sobre el régimen y para mantener su influencia sobre los
sectores radicalziados del campo, facilitó a su vez el encuadramiento como
"partido ejército" centralizado, aunque conservando fuertes lazos con
la base campesina. Desde principios de los 80 comienzan a expandir su radio de
acción en influencia y hacia 1985 ya han recobrado amplia base. Pero el salto
más significativo de su influencia se da desde mediados de los 90.
NOTAS:
1 Entre las campañas típicamente stalinistas de insidiosas calumnias tenemos la
siguiente cita, dirigida contra la fracción maoísta del stalinismo colombiano: "cuando
la unidad de los destacamentos que están combatiendo el sistema en las primeras
barricadas se hace más necesaria; cuando se precisa llevar claridad y no
confusión a las filas revolucionarias, hay un grupo de individuos, algunos
ligados a los servicios de inteligencia del gobierno, empeñados en destruir la
unidad de nuestro Partido.
Su actividad, que se identifica con una forma de anticomunismo, practicado
desde supuestas posiciones de izquierda, pretende dismularse con las
divergencias de los dirigentes chinos con el movimiento comunista. Pero sus
actos los señalan como los mejores servidores de la reacción contra el
movimiento revolucionario" (...)
Segunda parte de la ponencia central en la Segunda Conferencia Nacional de
Autodefensa, 26 de setiembre de 1965, citado en Eduardo Pizarro Leongómez, Las
FARC (1949-1966), Tercer Mundo editores, Bogotá, Colombia, 1991.
En 1986 todas las demás organizaciones guerrilleras debieron unirse y lanzar un
ultimátum a las FARC para que pusieran fin a los asesinatos de militantes y
simpatizantes de otros grupos.
2 Eric Hobsbawn, "La anatomía de La Violencia en Colombia", en Rebeldes
Primitivos, Editorial Ariel, Barcelona, 1974., citado en Eduardo Pizarro
Leogómez, Las FARC (1949-1966).
3 Gilberto Vieira, citado por Alape A., en La paz, la violencia, testigos de
excepción, Bogotá, Planeta Colombiana editores, 1985. Citado en Correo
Internacional Nº 14, noviembre de 1985.
4 Daniel Pereyra, Del Moncada a Chiapas, Historia de la lucha armada en América
Latina, Los libros de la Catarata, segunda edición, 1994, España, p.62.
5 Daniel Pereyra, op. cit. p.62 y 63.
6 E. Pizarro, Las FARC (1949-1966), pág. 201.