Izquierda Marxista

El nuevo gobierno del PSOE y el rol mundial de España

Autor: Gustavo Buster

Fecha: 4/4/2004

Traductor: Guillermo Crux, especial para PI

Fuente: Socialist Worker, EE.UU.

¿El nuevo gobierno español afectará la ocupación norteamericana de Irak?

La estupenda derrota electoral del gobierno conservador del Partido Popular (PP) de España el 14 de marzo después de los ataques con bombas en Madrid que mataron a casi 200 personas ha agitado los planes de George W. Bush para la ocupación de Irak. ¿Sacará las tropas de Irak el gobierno de España, presidido por el moderado Partido Socialista?

Gustavo Buster es miembro del grupo español Espacio Alternativo, y partidario del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional. La entrevista la realizó Lee Sustar del periódico Socialist Worker de EE.UU.

- - - - - - - - - - - - - - - -

P- Muchos políticos y periodistas de los medios de comunicación norteamericanos alegan que los resultados de la elección española representan una "concesión" al terrorismo. ¿Cuál es la verdadera historia?

R- Hubo una primacía de la izquierda en el último año, apoyada sobre un alto grado de movilización alrededor de distintos temas. Los trabajadores en los sindicatos organizaron una huelga general en junio de 2002. Hubo una movilización enorme en las escuelas secundarias contra la "reforma" educativa regresiva, reaccionaria y pro-católico.

Hubo un movimiento enorme contra la guerra, el más grande desde la era de Franco [1939-75], y luego una movilización contra un proyecto hidroeléctrico. En las elecciones municipales de 2002, la izquierda logró obtener la mayoría de los votos.

En Catalunya asumió un gobierno de coalición, que incluía a los socialistas y otros partidos. Este nuevo gobierno de izquierda en Catalunya ha asumido la necesidad de obtener más poder para las regiones. La principal preocupación del PP es el statu quo de la constitución impuesto después del otoño del régimen de Franco. Vieron que el gobierno catalán podría permitirle espacio a la izquierda para luchar para una gran ola de reformas que podrían amenazar al estado central.

El problema para los socialistas ha sido que no han podido movilizar para la votación a sus sectores más grandes. Los trabajadores dicen, "no confío en el Partido Socialista, pero no voto por los conservadores."

La economía ha estado creciendo, pero al mismo tiempo se impusieron rudas leyes neoliberales de libre mercado, al mismo tiempo. En este momento tenemos al 33 por ciento de los trabajadores en empleos temporales. También, el número de acuerdos colectivos negociados por los sindicatos durante los últimos tres a cuatro años ha disminuido un 40 por ciento. El tercer factor a tener en cuenta es que el 60 por ciento de los ingreso van a para a hipotecas --incluso en una familia donde trabajan tres o cuatro de sus miembros.

P- ¿Cómo moldearon el clima estos problemas después de ocurridos los atentados de Madrid, y por qué fueron derrotados los conservadores?

R- Había un sentimiento fuerte de que el gobierno le mintió al pueblo para sus propios propósitos. El ministro del interior, Ángel Acebes, anunció que el ataque había sido perpetrado por la ETA.

El trasfondo es que el líder de la ERC [Esquerra Republicana de Catalunya], Josep Lluís Carod-Rovira, se había encontrado hace algún tiempo con ETA para intentar negociar. ETA declaró entonces que no habría operaciones armadas en Catalunya.

Carod-Rovira fue acusado por los conservadores de ser un traidor, y les pidieron a los socialistas que rompieran su alianza con la ERC. El gobierno planteaba que por reunirse con los vascos y conseguir un acuerdo de no agresión en Catalunya, los socialistas les cedían a los terroristas, y por eso dirigieron el ataque principal hacia Madrid.

El viernes, el día después de los bombardeos, la izquierda todavía estaba totalmente fuera de sí. La dirección del Partido Socialista creía que ETA era la responsable. La dirección de Izquierda Unida difundió una declaración acusando a la ETA. Incluso el presidente del gobierno regional vasco apareció en televisió diciendo esto mismo, porque Aznar lo había llamado personalmente.

Así que el viernes el gobierno se sentía lo suficientemente fuerte como para convocar a manifestaciones por la paz, la Constitución --la piedra de toque de la derecha-- y la libertad. Pero en el País Vasco y Catalunya, la gente salió a las calles con consignas diferentes --principalmente paz contra el terrorismo, y no a la guerra. En Madrid, para las 7 de la noche, la izquierda pudo cambiar el humor, planteando que los responsables no eran la ETA, sino los fundamentalistasislamistas.

P- ¿Habla en serio el nuevo primer ministro socialista José Luis Rodríguez Zapatero serio cuando dice que va a sacar a las tropas españolas de Irak?

R- Los socialistas se opusieron a la guerra y declararon en el parlamento antes de la guerra que era una acción ilegal, y que sólo aceptaría tropas españolas en Irak bajo orden de la ONU. Para Zapatero, la integridad y la credibilidad del conjunto de su programa se basa en su promesa de retirar las tropas. Si no lo hace --o si la gente no cree que las condiciones hayan cambiado en Irak-- perderá credibilidad.

En el frente económico, es un neoliberal. El principal economista del Partido Socialista, Miguel Sebastián, fue jefe del departamento de investigaciones en el Banco Bilbao Vizcaya. Este tío salió y dio su palabra de que los socialistas no intervendrán en la economía y respetarán los resultados de las privatizaciones hechas por los conservadores --y que se apegarán a la estrategia económica neoliberal de la Unión Europea (UE).

Los sindicatos esperan que podrán establecer un diálogo social --pero tenemos que tener presente que las cabezas de las sindicatos aceptaron la política neoliberal desde hace tiempo. Luego está la reforma de los estatutos de los gobiernos regionales.

El jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, anunció que quiere establecer nuevas relaciones, de manera que el País Vasco tenga soberanía pero permanezca unido a España como estado asociado. Así que la cuestión de la reforma del estado español estárá abierta antes del verano. Esta será una prueba para los socialistas quienes han estado a favor de un sistema centralista.

P- ¿Qué hay de las políticas inmigratorias y el racismo anti-musulmán?

R- En los últimos tres años, España recibió más inmigrantes que cualquier otro país en Europa. En el último año y medio, hubo una campaña para intentar fortalecer el control de la inmigración. Pero hay una gran contradicción.

España necesita integrar 300.000 inmigrantes todos los años porque tiene, con Italia, una de las tasas de natalidad más bajas de Europa. Pero al mismo tiempo, necesitan controlar el mercado laboral, para que los inmigrantes tengan bajos salarios [en la agricultura].

P- ¿Cuál es el papel de España como imperialismo?

R- Cuando entró a los neoliberales años noventa, España ya estaba en la UE, pero el capital español no podía competir en Europa. Pero, al mismo tiempo, había mucho capital. Los dos grandes bancos, el Santander y el Bilbao Vizcaya, se vieron empujados hacia América Latina cuando los gobiernos estaban privatizando sus empresas públicas allí.

Más del 5 por ciento del producto bruto interno de España proviene de las inversiones en América Latina, comparada a 1 por ciento de PBI de los subsidios de la UE. Así, la base para la alianza de los conservadores españoles con el gobierno de Bush tiene un factor material. Incluso si se retiran de Irak, a menos que España cambie la relación con América Latina, los socialistas tendrán que apoyarse en EE.UU. para defender sus inversiones.

P- ¿Cuàles son las perspectivas para la izquierda en España?

R- Por un lado, en el País Vasco y Catalunya la izquierda es la mayoría. El partido más grande a la izquierda de los socialistas es Izquierda Unida, que se estableció luego de la gran campaña contra la OTAN a comienzos de los años ochenta, como una alianza entre el Partido Comunista y los partidos de la extrema izquierda.

La pregunta es: ¿Izquierda Unida perdió apoyo electoral porque la gente no la ven como una alternativa a los socialistas? Dentro de la extrema izquierda, la mayoría creemos que todavía tenemos que trabajar dentro de Izquierda Unida.

Hubo 2 millones de nuevos votantes --muchos de ellos jóvenes que votaron por los socialistas. Izquierda Unida tiene que continuar trabajando con ellos, pero al mismo tiempo seguir construyendo una fuerte tendencia de izquierda para prepararse para la segunda fase de este proceso, cuando las expectativas de estos nuevos votantes empiecen a entrar en conflicto con las políticas de los socialistas.