Título Original: When the war starts work fir Iraq’s victory

En las próximas semanas de baño de sangre, nosotros en el movimiento antiguerra vamos a ser acusados de ayudar a los enemigos de nuestra nación. Dirán que movilizándonos y haciendo huelgas contra la guerra, estamos poniendo en riesgo a los soldados británicos. Efectivamente nos acusarán de traición – de ayudar a la derrota de “nuestro propio” país a manos de un poder extranjero.
Pero los que ponen en riesgo a los jóvenes soldados no es el movimiento antiguerra –no estamos enviando a miles de soldados al Golfo. Los responsables están en la Casa Blanca y en Whitehall –y deben ser culpados por cada vida joven que lleven a un final rápido. Los objetivos del gobierno norteamericano son injustos – el robo del petróleo iraquí y la dominación mundial. Si nos oponemos entoncese debemos también desear su derrota en la guerra.
Queremos que fracasen –que fracasen en tomar los pozos petroleros, que fracasen en intimidar regímenes en todo el tercer mundo, que fracasen en reforzar el sistema global de deuda y reglas comerciales injustas, que fracasen en forjar un nuevo orden en Medio Oriente basado en la ocupación de la tierra árabe.
¿Cuáles son los objetivos de guerra de Irak? Su gobierno no está lanzando una guerra por la dominación del mundo. A diferencia de los norteamericanos, no gastan más que todas las otras naciones para reunir un arsenal de armas de destrucción masiva. Defienden su país contra la agresión abierta y el saqueo. ¡Y tienen el derecho a hacerlo! Por supuesto los guerreristas dirán que estamos apoyando al dictador vil Saddam Hussein. Qué hipócritas. Son los socialistas los que siempre se opusieron a Saddam y defendieron al pueblo kurdo y a los chiitas de su represión y asesinato. Pero los británicos y los norteamericanos apoyaron a Saddam. Lo ayudaron a llegar al poder. Bloquearon las críticas de la ONU cuando gaseó a 8.000 kurdos en 1988.
El jefe de los guerreristas, Donald Rumsfeld, el mismo que le vendió a Saddam sus armas en los ’80, ahora le ha ofrecido una amnistía e inmunidad si deja Irak. Si ellos ganan, Estados Unidos no introducirá la democracia sino un gobierno bajo su estricto control, dirigido por un general norteamericano.
Sólo el pueblo iraquí debe decidir quién lo gobierna. Para hacer esto necesita hacer una revolución. Nunca serán capacecse de hacerla mientras su país esté ocupado por cientos de miles de soldados norteamericanos y británicos. Lo último que quieren ver Bush o Rumsfeld es una revolución en Irak. Para ellos sería perfecto un nuevo dictador militar iraquí mientras gobierne para Estados Unidos.
Tenemos que apoyar la justa defensa de los iraquíes de su propio país. Tenemos que hacer todo lo que podamos por medio de la acción de masas para obstaculizar y dificultar el esfuerzo de guerra británico y norteamericano en nuestro país. No tenemos que tener miedo en decir que queremos ayudar a Irak a derrotar a los ejércitos invasores de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Una victoria de Irak alentaría la resistencia a la superpotencia global y los ladrones de sus corporaciones en todo el mundo. Alentará a los trabajadores y a los jóvenes a resistir en todas partes.
Desacreditaría a Blair y Bush y probablemente los derribaría.
Fortalecería la democracia en Gran Bretaña y Estados Unidos. Alentaría a los trabajadores a resistir contra las elites dominantes en Washington y Londres y a exigir nuestra parte. Y socavaría las dictaduras en todas partes debilitando a sus principales patrocinadores en el mundo –Estados Unidos, que las financia, las entrena y las arma. Sobre todo alentaría la revolución y la pelea por una justicia global y una paz duradera.
Por eso el movimiento antiguerra tendría que llevar adelante la pelea y arrojar las mentiras de los guerreristas de nuevo a sus caras.
Solidaridad con el pueblo iraquí
Por la defensa de Irak – por la derrota del Imperialismo
Por la victoria de Irak