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Un día con la guerilla kurda
Autor: J. Jaime Hernández /Enviado
Fuente: El Universal
Fecha: 12/03/2003

Título Original:

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Habur , Frontera con Irak. Hay guerras que se libran a ras del suelo y hay guerras que se libran en tercera dimensión. Hay matanzas y operaciones de limpieza étnica que nunca ocuparán las primeras planas o los noticiarios de televisión. Hay otras, en cambio, que nos regalarán con imágenes de infrarrojos y los edificios y palacios destripados con misiles Tomahawk.

Pasar de la guerra tribal a la guerra en tercera dimensión ha sido el desafío de las peshmergas , las guerrillas kurdas, para deshacerse de Saddam Hussein, el hombre que les ha masacrado, gaseado con agentes químicos y expulsado de su territorio.
Pasar de la era del kalashnikov y la vieja lanzadera de granadas rusa, a la era de los objetivos marcados y destruidos vía satélite, supondrá un salto ciertamente cualitativo para las sufridas milicias de las peshmergas que han sido invitadas para subirse a bordo de la maquinaria de guerra más poderosa y sofisticada del planeta.

Hombres de aspecto taciturno, pertrechados con botas nuevas y modernos sistemas de comunicación. Contentos de contar, por primera vez en mucho tiempo, con suficiente munición y apoyo aéreo para participar desde este frente norte al lado de unas fuerzas que les convertirán en vencedores, aunque por razones y motivos bien distintos a los de su larga lucha por la independencia de la nación kurda.

Apenas este fin de semana, más de 70 mil milicianos de las peshmergas han recibido la orden de concentrarse en la región de Dohouk, en la zona fronteriza con Turquía, bajo las órdenes del general Babaker Zebari.
Según confirmó hoy el propio general Zebari, la orden ha partido desde la cúpula del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) "ante la eventualidad de un inicio de hostilidades".

Desde octubre pasado, las milicias de las peshmergas han recibido entrenamiento de las fuerzas especiales del Ejército estadounidense en distintos campos de entrenamiento al norte de Irak. Agentes de la CIA y oficiales de las Fuerzas Especiales han supervisado su preparación para permitirles participar en una guerra de tercera dimensión, con un teatro de operaciones digitalizado hasta el mínimo detalle.

Una colaboración que, además, ha permitido a las milicias de la peshmerga compartir con los expertos del ejército de Estados Unidos los secretos de la topografía kurda para permitir que los soldados estadounidenses pisen firme sobre el terreno tras el inicio de una invasión que, en una primera fase, intentará asegurar los pozos petroleros de Mosul y Kirkuk.
"El entrenamiento no ha sido fácil. Hemos tenido que poner en condiciones a 70 mil hombres. Pero todos ya están listos y muy motivados", aseguró un oficial de las peshmergas contactado por teléfono.

Oficialmente, ningún alto miembro del (PDK) reconoce la colaboración con la CIA o con oficiales de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense. Sin embargo, altos oficiales de las peshmergas han reconocido que, durante el pasado fin de semana, la presencia de militares de EU se ha hecho más patente en toda esta zona.
Según estas mismas fuentes, una unidad de aproximadamente 30 efectivos de las Fuerzas Armadas estadounidenses pasaron por este cruce fronterizo para supervisar la construcción o el reforzamiento de tres pistas de aterrizaje en las localidades kurdas de Harir, Bamarni y Bakrajo.
Convertir el enclave kurdo en la cabeza de playa que permitirá aterrizar a los aviones C-5, C-17 o a los Hércules C-130 repletos de tropas estadounidenses, es la misión de estas unidades que contarán con el apoyo de las milicias de la peshmerga .
"Hemos decidido dar la orden de agrupar a nuestras fuerzas en Dohouk", confirmó hoy el general kurdo Babaker Zebari para apoyar algunas misiones que podrían involucrar a varias unidades aerotransportadas de Estados Unidos y preparar a su gente ante la eventualidad de una ofensiva que tendrá como primeros objetivos Mosul y Kirkuk.
Ingenieros y topógrafos del ejército de Estados Unidos supervisaban así la consolidación logística de este frente norte. Una zona de difícil acceso que hoy salpican grúas y excavadoras para construir enormes pistas de aterrizaje para uso militar.
Unas pistas que, en caso extremo, podrían llegar a utilizar las tropas aerotransportadas de la 101 división que disponen de 271 helicópteros Chinook. La unidad 101, actualmente estacionada en Kuwait, podría recibir la orden de reforzar este frente norte en caso de un retraso en el desembarco de poco más de 62 mil tropas que esperan en los puertos turcos del Mediterráneo.
Según confirmó el propio comandante de esta unidad, el coronel Gregory Gass, sus hombres podrían recibir la orden de proteger este frente norte en caso de un retraso en los planes de desembarco que hoy siguen condicionados a la autorización del Parlamento turco.
Mientras llega ese momento, las milicias de las peshmergas siguen siendo el principal activo del ejército de Estados Unidos en este frente norte. Un supuesto que podría ser puesto a prueba en el curso de los próximos días para comprobar hasta qué punto los hombres que vienen de la guerra de guerrillas y la lucha tribal son capaces de ajustarse a los ritmos y a los modos de la más sofisticada maquinaria de guerra en todo el planeta.

 

 

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