Publicamos este número de Estrategia Internacional en medio
de la nueva situación mundial abierta después del atentado
del 11/9 signada por la crisis económica mundial, el guerrerismo
imperialista y la tensión y polarización entre las clases.
De estas cuestiones dan cuenta las páginas de esta revista.
La primera recesión mundial sincronizada desde los años
‘70 es abordada desde distintos ángulos por importantes
economistas marxistas como Michel Husson, Isaac Johsua y
Hillel Ticktin, en un dossier especial
dedicado a este tema.
La política agresiva y unilateralista del imperialismo
norteamericano que implica la "guerra contra el terrorismo"
y las consecuencias del triunfo en Afganistán son el tema
de las tesis sobre "La situación mundial después del
11/9". Tomando la combinación dada entre la economía,
las relaciones interestatales y la lucha de clases, este
trabajo intenta dar cuenta de las dificultades que tiene
el imperialismo norteamericano para transformar su fortaleza
coyuntural en éxitos más duraderos que permitan una nueva
estabilidad relativa a nivel mundial.
Las Jornadas Revolucionarias del 19 y 20 de diciembre,
en Argentina, que voltearon a un gobierno elegido por el
sufragio universal son un hecho de enorme trascendencia.
La caracterización de este acontecimiento, el análisis
y perspectiva de la etapa revolucionaria que abrió, junto
a la estrategia y el programa que levantan los trotskistas
del PTS para el próximo período son el tema principal del
presente número.
Argentina es el lugar más avanzado de América del Sur,
región que está recorrida por fuertes convulsiones económicas,
políticas y sociales. Mientras el gobierno norteamericano
tiene sus ojos puestos en extender su lucha antiterrorista,
los acontecimientos de Argentina son una contratendencia
a su política reaccionaria y guerrerista que amenaza a los
pueblos del mundo. Por eso la lucha de las masas argentinas
contra los gobiernos cipayos y los planes "neoliberales"
del FMI tienen repecusión internacional.
A su vez estos acontecimientos representan una enorme oportunidad
y desafío para quienes nos reclamamos del marxismo revolucionario.
Oportunidad porque, al calor del proceso revolucionario
abierto en Argentina, se plantea en el período la posibilidad
histórica de la ruptura de la clase obrera argentina con
la burocracia sindical y el peronismo en el poder, retomando
la experiencia truncada por el golpe militar de 1976. La
emergencia de la clase obrera, con sus métodos de lucha
y programa, pondrá a la orden del día esta cuestión y planteará
más que nunca la necesidad de construir un gran partido
de trabajadores revolucionario. A esta perspectiva apostamos
los integrantes de la Fracción Trotskista Estrategia Internacional
y el Partido de los Trabajadores por el Socialismo de Argentina
que, a través de su periódico, volantes e intervención directa
en la lucha de clases, ha comenzado a foguearse en las jornadas
que conmovieron al país.
Desafío porque entramos a esta situación en el medio de
un feroz retroceso del marxismo y de la ausencia de una
dirección internacional revolucionaria que extienda la lucha,
le brinde apoyo a la misma y que saque lecciones estratégicas
y tácticas para la vanguardia internacional. Esto plantea
que, junto a los vaivenes de la lucha de clases, la intervención
de los que nos reclamamos del marxismo revolucionario será,
sin lugar a dudas, tortuosa y llena de vicisitudes y obstáculos
adicionales a los que implica de por sí todo proceso revolucionario.
Por eso, junto a la audacia para tratar de ligarnos a los
elementos más perspicaces de la vanguardia obrera, juvenil
y popular que están despertando a la vida política en Argentina,
debemos redoblar nuestros esfuerzos para dar pasos efectivos
en la construcción de una dirección internacionalista revolucionaria.
Las lecciones y convergencia programática alrededor de los
"test ácidos" de la lucha de clases internacional
como la reciente guerra en Afganistán o las Jornadas Revolucionarias
en Argentina son un importante punto de partida para dar
pasos ya mismo en este sentido. La lucha por un Comité de
Enlace por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional,
abierto a todas las corrientes, organizaciones o individuos
que compartan esta perspectiva es hoy una de nuestras más
altas prioridades.
La crisis cada vez más aguda del capitalismo internacional,
el guerrerismo y militarismo imperialista, la situación
de miseria y opresión en que se hunde la mayoría de la humanidad
y el odio e insubordinación de crecientes sectores de las
masas hace necesario un estado mayor de la clase obrera
y los explotados. La pelea por la reconstrucción-refundación
de un Partido Mundial de la Revolución Socialista, la Cuarta
Internacional, es la tarea central del próximo período.
Desde estas páginas aportamos nuestras reflexiones y elaboraciones
para contribuir a esta tarea.
Emilio Albamonte
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