En
la semana del 19 al 24 de abril sesionó en Buenos
Aires la Segunda Conferencia Internacional de la Fracción
Trotskista - Cuarta Internacional1. En la misma participaron
la Liga Obrera Revolucionaria - Cuarta Internacional (LOR-CI)
de Bolivia, el Partido de Trabajadores por el Socialismo
(PTS) de Argentina, Estrategia Revolucionaria - Quarta Internacional
(ER-QI) de Brasil, Clase Contra Clase (CCC) de Chile, la
Liga de Trabajadores Socialista - Contra Corriente (LTS-CC)
de México y la Fracción Trotskista de Europa
con militantes de Francia, Inglaterra, Alemania y España.
Además participó con un delegado observador
la Juventud de Izquierda Revolucionaria de Venezuela. Durante
las deliberaciones se abordaron los distintos elementos
que han configurado una nueva situación internacional,
entre ellos las tendencias a una incipiente recomposición
en la subjetividad del movimiento obrero y una política
ofensiva hacia la reconstrucción de la Cuarta Internacional,
junto a las tareas planteadas para los distintos grupos
en el próximo periodo.
La conferencia culminó en una sesión abierta
el sábado 24 con cerca de 800 personas en la facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
En la misma contamos con la presencia del dirigente histórico
de la corriente morenista, Ernesto González, actualmente
miembro de la dirección del MAS de Argentina, como
así también de tres compañeros delegados
al Congreso del MRCI (CRCI)2, entre ellos un dirigente de
Progetto Comunista y una dirigente del grupo danés
de la ITO, que participaron a título personal; y
de Gustavo Lerer, dirigente del PRS-La Causa Obrera de Argentina.
Una situación transitoria a nivel internacional
La
conferencia internacional de la FT dio cuenta de los últimos
acontecimientos internacionales como el virtual estancamiento
de la ofensiva imperialista en Medio Oriente y en particular
las dificultades que encuentra en el terreno iraquí,
que ha abierto una nueva situación transitoria luego
de los reaccionarios meses que siguieron a los atentados
del 11-S. Pero sobre todo se analizaron los grandes cambios
históricos que venimos presenciando en los últimos
años y que dejaron atrás la etapa de retroceso
anterior. "(...) la gran huelga de los servicios públicos
franceses (1995), marcó un primer punto de inflexión
y empezó a cambiar la ideología derrotista
impuesta en el movimiento obrero y las masas (...) En 1999,
fue la juventud la que desde Seattle empezó a decir
¡basta!, en el movimiento conocido como antiglobalización
o no global, una de cuyas alas era anticapitalista [iniciando]
una etapa preparatoria. Preparatoria no sólo de un
resurgir del movimiento obrero y de masas, o de luchas antiimperialistas,
sino de un cambio transitorio en la subjetividad de las
masas, donde el movimiento no global, con su ala anticapitalista,
da luego lugar a las grandiosas manifestaciones de millones
de personas en Europa contra la guerra en Irak, que para
nosotros son parte de la respuesta de las masas al intento
de EE.UU. de reorganizar el mundo a su favor" 3.
Es decir, en la medida en que al imperialismo le resulta
cada vez más difícil lograr consenso y por
lo tanto consolidar cierto grado de hegemonía, se
ve debilitada su dominación sobre los explotados
y oprimidos, viéndose obligado a utilizar métodos
cada vez más coercitivos. Estos son parte de los
factores que dan mayor fluidez a la situación internacional
y que abre mejores condiciones para la irrupción
de la clase obrera y las masas.
Esta situación en la que, a los efectos reaccionarios
inmediatos posteriores a los atentados del 11 de septiembre,
le siguieron un fortalecimiento del movimiento antiguerra
primero, un empantanamiento sobre el terreno en Irak luego,
que incluyó no sólo el recrudecimiento de
la resistencia, sino también la retirada de Irak
de parte de aliados directos como España junto a
otros países de menor peso antes del traspaso de
poder; desnuda las dificultades norteamericanas para asegurarse
un cierto grado de hegemonía.
La combinación de elementos reaccionarios que permanecen
de la situación anterior con las tendencias a una
mayor resistencia y nuevos grados de subjetividad proletaria,
configuran esta situación que preferimos definir
como transitoria a nivel internacional y no directamente
como pre-revolucionaria (como caracterizan otras corrientes
del movimiento trotskista), por no ser aún la lucha
de clases lo que prima a nivel mundial.
Un giro en la situación del movimiento obrero
Esta
nueva etapa sentó condiciones para la apertura de
un incipiente giro a nivel mundial de la subjetividad del
proletariado, como muestran "los grandes procesos dirigidos
por los sindicatos en Europa contra los recortes a la Seguridad
Social en Francia o en Alemania. Y los fenómenos
nuevos, que son las huelgas 'salvajes'... [como] La huelga
de los 'postal workers' de Inglaterra que reunió
hasta 20.000 trabajadores contra la dirección oficial
del sindicato. Y la huelga de los transportistas de Milán,
hecha por trabajadores de la vieja generación obrera
que conservan todas las tradiciones, incluso 'operaístas',
del proletariado italiano, y que transmitieron esa tradición
a las nuevas generaciones. En Latinoamérica, aunque
aún no vivimos revoluciones clásicas, presenciamos
levantamientos y rebeliones (...) que empiezan a incorporar
por ejemplo en el Octubre boliviano, elementos típicos
de revoluciones clásicas... el levantamiento de El
Alto, donde confluyeron indígenas aymaras, muchos
de ellos campesinos, con los obreros de Huanuni, que al
declarar la huelga general, demostraron la potencialidad
de la clase trabajadora para dirigir o codirigir a una gran
parte del movimiento de masas, que los excedía en
amplitud" 4.
A esto se suman los fenómenos de control obrero en
algunos países de Latinoamérica, tales como
los trabajadores de cerámica Zanon y otras fábricas
en Argentina, Flakepet en Brasil o el proceso embrionario
de control obrero que se vivió en la petrolera estatal
venezolana PDVSA junto a otras fábricas más
pequeñas, como respuesta al lock out patronal de
diciembre de 2002, aunque luego fue desviado y cooptado
por el chavismo.
Semanas después de la realización de la Conferencia
vimos cómo sectores de vanguardia de los trabajadores
en lucha de la empresa de electricidad en Francia (EDF),
distinguían un enemigo de clase mediante las denominadas
acciones "Robin Hood" que reconectaban la luz
en aquellos hogares donde no la podían pagar, mientras
realizaban cortes en las casas de altos funcionarios y directivos
de la empresa (ver artículo "Francia: lecciones
del movimiento de los trabajadores de la energía"
en esta revista).
Estos ejemplos tomados de conjunto, si bien son pocos en
cantidad, tienen una gran importancia para los marxistas
revolucionarios.
Como
expuso Javo Ferreira (dirigente de la LOR-CI de Bolivia)
en la sesión abierta de la conferencia: "Durante
los '90 sólo vimos procesos de resistencia, por lo
menos en nuestro continente, del movimiento campesino, indígena
y de la clase obrera. Era derrota tras derrota. (...) Muchos
compañeros que estamos acá despertamos a la
vida política en ese escenario de retroceso, donde
muchos predicaban la muerte de la clase obrera (...). En
octubre, todos ustedes habrán seguido las noticias,
el levantamiento fue superior a los tres previos que sacudieron
Bolivia, tirando abajo a Sánchez de Losada. Hubo
una enorme participación del movimiento campesino,
de los Aymara, de los pueblos originarios, de los sectores
populares en El Alto, La Paz y todo el país. Pero
a diferencia de los otros tres levantamientos hubo un elemento
nuevo, que como marxistas debemos tener muy en cuenta: la
intervención de 800 mineros de Huanuni. Fue algo
muy impactante, ver cómo esos obreros, una ínfima
minoría desde el punto de vista numérico,
se convertían en parte de la vanguardia o comenzaban
a cumplir un papel de guardia obrera en los enfrentamientos
con el gobierno."
Estos
elementos muestran que si bien el proletariado no ocupa
aún el centro de la escena, hay tendencias incipientes
pero significativas hacia la recomposición de la
subjetividad proletaria, hechos de enorme importancia para
los marxistas revolucionarios y por lo cual la FT definió
como una prioridad la intervención de los grupos
que la componen en estos procesos de recomposición
obrera.
De
esta manera, durante toda la semana de sesiones y en la
propia sesión abierta, la II Conferencia de la FT-CI
pudo constatar los importantes avances conquistados en el
último periodo. Estos se expresaron tanto en la elaboración
teórica y política, como en la intervención
en la lucha de clases nacionales y los procesos de recomposición
de la clase obrera. Por destacar sólo los más
importantes, la participación de la LOR-CI en el
Octubre boliviano, proceso durante el cual compartieron
con la vanguardia la primera línea de combate, las
asambleas obreras y populares como el Ampliado de la COB
posterior a la caída del Goñi y las asambleas
vecinales de El Alto y al mismo tiempo editaron varias publicaciones
entre ellas cuatro Boletines de Emergencia5 y posteriormente
la Revista de los Andes con las lecciones de este proceso,
que plasmaron al calor de los acontecimientos un programa
revolucionario para alcanzar la victoria y consolidarla.
Posteriormente, a propuesta de nuestros compañeros
de la LOR-CI, el Ampliado de la COB que sesionó el
30 de junio teniendo en consideración que "las
tareas de la COB se multiplicaron debido a la grave situación
del país y de los trabajadores y que amplios sectores
de la juventud y de los trabajadores plantean sumarse a
la lucha emprendida por la Central Obrera Boliviana",
resolvió "aprobar la organización y la
puesta en marcha de la organización auxiliar y de
apoyo de la juventud, bajo el nombre de 'Juventud de la
COB' o 'juventud cobista', para llevar adelante las labores
en defensa de la independencia de clases del ente matriz,
como mandan los estatutos, y las tareas que se desprenden
de la actual coyuntura nacional como es la lucha contra
el referéndum y por la nacionalización de
los hidrocarburos (...)" 6.
Por
su parte, el PTS argentino desde las jornadas revolucionarias
de 2001, concentró sus esfuerzos en las fábricas
ocupadas y puestas a producir por sus trabajadores como
Zanon y Brukman que se convirtieron en símbolos internacionales
de la potencialidad estratégica de la clase obrera.
Porque, como Gramsci, creemos que un partido obrero revolucionario
también se mide por los aportes que le hace a su
clase. Actualmente participa en destacados procesos obreros
en Argentina, como la recuperación de los cuerpos
de delegados y comisiones internas de las manos de la burocracia
sindical que se viene dando de forma embrionaria, con triunfos
como el del Astillero Río Santiago, símbolo
de la lucha contra las privatizaciones de los '90 donde
triunfó una lista antiburocrática que lucha
por recuperar el histórico Cuerpo de Delegados, o
la lista opositora a la burocracia que surgió en
asambleas de base de varias fábricas del gremio de
la alimentación. Por otra parte participa en el periódico
obrero militante Nuestra Lucha que es impulsado por el sindicato
ceramista de Neuquén y de comercio de Rosario, comisiones
internas de fábricas, agrupaciones obreras y estudiantiles
y destacados intelectuales.
En
Brasil los compañeros de ER-QI acaban de participar
y jugar un rol importante en la gran huelga de los trabajadores
de las Universidades de San Pablo que terminó en
un importante triunfo en la USP, haciendo retroceder a los
rectores, demostrando la fuerza de los métodos radicalizados
contra la burocracia sindical que intentó negociar
a espalda de los trabajadores desde el primer día7.
Finalmente
la LTS-CC de México viene participando de uno de
los procesos más importantes de los últimos
años en ese país, la lucha de los trabajadores
del Seguro Social que están realizando grandes movilizaciones
contra la política del gobierno de Fox.
Estos
cualitativos avances son los que ameritaron, con el cambio
del nombre, la redefinición de nuestra corriente
como "polo de propaganda teórico-político
y crecientemente práctico en lucha por la reconstrucción
de la Cuarta Internacional", intentando relacionar
nuestro actual estadio de liga con la lucha por la reconstrucción
de la Cuarta, así como reflejar los avances en "el
establecimiento de primeros lazos con sectores obreros de
avanzada" 8.
Por la reconstrucción de la IV internacional
Frente
a la nueva etapa abierta, la conferencia reafirmó
la necesidad, más imperiosa que nunca, de dar pasos
adelante en la reconstrucción/refundación
del Partido Mundial de la Revolución Socialista y
el método con el cual avanzar en ese camino. Porque
hoy los trabajadores que comienzan a dar señales
de una recuperación en su subjetividad deben enfrentar
a las direcciones reformistas y populistas que los ataron
de pies y manos para enfrentar la ofensiva imperialista
y hoy quieren llevarlos tras la trampa de alguna alternativa
burguesa o de algún "burgués nacionalista"
en las semi colonias.
Así mismo, los revolucionarios debemos poner todas
nuestras fuerzas en la perspectiva de recuperar lo mejor
de las tradiciones revolucionarias de la clase obrera, contra
los que esconden tras el "internacionalismo de los
movimientos sociales" su escepticismo en que ésta
pueda construir poderosas organizaciones y dirigir los próximos
procesos revolucionarios9. Debemos demostrar la superioridad
de nuestro programa y estrategia y la miseria de los que,
en su afán de obtener un cargo parlamentario o sindical,
concilian con los reformistas. Y no se trata de enfrentar
sólo los casos más burdos, como el del mandelista
Miguel Rossetto ocupando un ministerio en el gobierno burgués
de Lula10, sino de señalar toda actuación
de los que considerándose trotskistas van en contra
de las tendencias más revolucionarias de la clase
obrera y la juventud.
En
este sentido, y dado los avances de los distintos grupos
de la FT expresados más arriba, en la conferencia
discutimos "cambiarnos el nombre, llamarnos Fracción
Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI) para indicar la
relación que hay entre nuestro carácter de
tendencia actual y nuestro objetivo de trabajar día
a día... hacia la reconstrucción de la Cuarta
Internacional (...) hemos discutido un método que
es crear Comités de Exploración con grupos
con los que tengamos menos acuerdos, y Comités de
Enlace con práctica común con los que tengamos
acuerdos más importantes, con boletines de discusión
en varios idiomas, donde haya no sólo una teoría
común sino una práctica común"
11.
Este método, distinto al que nos tienen acostumbrados
otras corrientes que se reclaman trotskistas, tiene sus
bases en la firme convicción de que las necesarias
rupturas y fusiones que nos llevarán a la reconstrucción
de la Cuarta, no pueden basarse sólo en un programa
revolucionario, ni menos aún en unos pocos puntos
generales, sino también en la práctica cotidiana.
Este problema esencial se arrastra en el movimiento trotskista
desde hace décadas. El centrismo, surgido en la Cuarta
Internacional a principios de los '50, y que como decía
Trotsky se niega a verse a sí mismo, desterró
esta categoría. Durante años sólo se
escuchó hablar contra el revisionismo que directamente
cambiaba en clave reformista nuestro programa transicional.
Pero con quienes no llegaban hasta ese punto, se podían
hacer fusiones sin mediar una experiencia común,
sin comprobar en los hechos que el programa que se levanta
corresponda con la práctica que se lleva adelante
todos los días. La FT-CI tiene el mérito de
haber rescatado del bagaje de la Cuarta Internacional fundada
por Trotsky, la categoría de centrismo que nos permite
hoy poner en marcha un método revolucionario, ni
oportunista ni sectario, para avanzar en reconstruir la
organización mundial del proletariado y las masas
explotadas y oprimidas.
Un debate con el MRCI
Así,
a pesar de las diferencias en el método hicimos y
haremos todo lo posible para avanzar pasos concretos en
la refundación de la Cuarta Internacional. En este
sentido fue la propuesta que le hicimos al MRCI, de unificar
las reuniones, teniendo en cuenta que ellos realizarían,
en la misma fecha que la Conferencia de la FT, su Congreso
en Buenos Aires, impulsado por el Partido Obrero de Argentina,
Progetto Comunista de Italia y el PRT de Grecia entre otros.
Partíamos de un acuerdo general con los 4 puntos
programáticos con los que ellos hacían el
llamado a su congreso12, y aunque lo reconocíamos
como insuficiente eso no nos impidió que les propongamos
que "Ante el hecho de la realización de dos
importantes reuniones de quienes nos reclamamos por la refundación
de la Cuarta Internacional en Buenos Aires... tratemos de
unificar estos esfuerzos y realizar una reunión en
común de los que nos reivindicamos cuartainternacionalistas"
como decíamos en la carta que le enviamos a los grupos
integrantes del MRCI el 25 de marzo de este 2004.
Si
bien la convocatoria original del MRCI llamaba a "todos
los luchadores de vanguardia y a las organizaciones revolucionarias
de la izquierda clasista a unirse a nosotros en la discusión
y en la elaboración del programa y las perspectivas
para la refundación de la IV Internacional",
existió una gran contradicción entre ese llamado
original y el carácter del congreso realizado, ya
que la respuesta del MRCI a nuestra propuesta de unificar
estos esfuerzos fue que no veían condiciones para
realizar una conferencia conjunta debido a las importantes
diferencias, a que el congreso que realizaban era resultado
de un largo tiempo de trabajo en común y que, sobre
esa base, dicho congreso votaría funcionar con estatutos
bajo "centralismo democrático".
La
contradicción entre el carácter abierto del
llamado y la negativa a iniciar un debate con quienes, como
la FT, también manifestamos luchar por la refundación
de la Cuarta, se combinó sin embargo con la "apertura"
a corrientes opuestas a dicha perspectiva, como es el caso
de Raúl Castells, uno de los oradores del acto público
de cierre de dicho Congreso que acaba de realizar una reunión
pública para actuar en común junto a la cúpula
de la burocracia sindical de la CGT en Argentina y que sostiene
posiciones a favor de líderes populistas latinoamericanos
como Chávez y Quispe, es decir, opuestas a los cuatro
puntos del llamado del MRCI.
Si
tenemos en cuenta el "Balance del congreso internacional"
hecho por el mismo Jorge Altamira en Prensa Obrera Nº
849, el método que privilegiaron de basarse en acuerdos
generales, los llevó a terminar votando un funcionamiento
con "centralismo democrático", o sea con
una disciplina común, pero sin acordar siquiera un
borrador de programa (ya que varios de los grupos se abstuvieron
de votarlo), sin comprensión de las tareas de las
distintas corrientes y organizaciones que la componen.
Eso no es todo, dentro de los que se abstuvieron de votar
un programa en común, estaba Progetto Comunista,
organización que hace 12 (doce) años se encuentra
al interior de Refundazione Comunista, el principal partido
obrero reformista de Italia. Demostrando que un reagrupamiento
bajo este método no puede resistir la más
mínima crítica, ni siquiera la de la construcción
de organizaciones independientes de los partidos reformistas.
Finalmente, como lo hicimos en su momento, proponiéndoles
llevar adelante una campaña en común por la
victoria de la resistencia iraquí y otra de denuncia
a la política "ministerialista" del Secretariado
Unificado, expresada en la presencia de Miguel Rossetto,
miembro de Democracia Socialista de Brasil, en el gabinete
del gobierno capitalista de Lula13. Volvemos a insistir
a los compañeros del PO, Progetto Comunista y el
resto de las organizaciones del CRCI en iniciar ese camino,
empezando por campañas políticas internacionales
conjuntas como éstas.
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Notas:
1
La conferencia resolvió cambiar el nombre de nuestra
corriente de Fracción Trotskista - Estrategia Internacional
(FT-EI), al de Fracción Trotskista - Cuarta Internacional
(FT-CI) junto al lema "por la reconstrucción
del partido mundial de la revolución social".
2 Durante la misma semana sesionó también
en Buenos Aires el congreso del Movimiento por la Refundación
de la Cuarta Internacional (MRCI), rebautizado durante el
mismo como Comité por la Refundación de la
Cuarta Internacional (CRCI).
3 Fragmento de la intervención de Emilio Albamonte
(dirigente del PTS) durante la sesión abierta de
la conferencia. Este y extractos de otros discursos se pueden
leer en http://www.pts.org.ar/notas.asp?id=96.
4 Idem.
5 Disponibles en Panorama Internacional www.ft.org.ar.
6 Extracto de la resolución votada por el ampliado
de la COB. Ver La Verdad Obrera N° 143 (www.pts.org.ar).
7 Ver artículo "Un presidente 'obrero' que eligió
ser neoliberal" en esta revista.
8 Resoluciones de la Segunda Conferencia de la FT-CI.
9 Este es el caso de organizaciones como la LCR de Francia
o el SWP de Inglaterra que tras las direcciones reformistas
del movimiento anti global llegaron a plantear la idea de
un partido "anticapitalista europeo".
10 Ver artículo "Una campaña necesaria
contra el ministerialismo del SU" en esta revista.
11 Idem 3.
12 Los 4 puntos programáticos con los que llamaban
al congreso eran: "la actualidad de la revolución
socialista y la dictadura del proletariado, la lucha contra
la colaboración de clases, la necesidad de la revolución
social y/o política en los ex estados obreros y la
estrategia de lucha contra el capitalismo basada en un programa
de reivindicaciones transitorias."
13 Ver el texto completo de la campaña en http://www.ft.org.ar/Notascft.asp?ID=2557.
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