Las imágenes del 15 de febrero volvían a repetirse.
Las grandes estaciones de trenes - Victoria, King Cross, Charing Cross
y otras - se convirtieron nuevamente en los puntos de reunión
de los manifestantes contra la guerra. En el hall de las estaciones,
en los autobuses y en el subte miles de activistas enfurecidos por
la guerra contra Irak portaban las pancartas con las ya conocidas
consignas ¡No a la guerra! ¡No a la sangre por petróleo!
¡Fuera Blair! ¡No en mi nombre! ¡Poder y petróleo!
Sabíamos que íbamos a ser menos que en la marcha del
15, pero la necesidad de salir a protestar era quizá más
fuerte que la de aquel día, algo que se notó en la energía
de los cantos y en la bronca que expresaban los manifestantes luego
del feroz bombardeo del día anterior.
La marcha de hoy fue convocada conjuntamente por la coalición
Stop the War, la Asociación Musulmana de Gran Bretaña
y la organización Campaign for Nuclear Disarmament (Campaña
por el Desarme Nuclear). Bajo un día soleado pero con brisa
la convocatoria llegó a reunir más de 300 mil manifestantes
- la marcha más grande jamás realizada en este país
durante tiempos de guerra - y la segunda luego de la histórica
marcha del 15 de febrero.
Los jóvenes fueron sin duda mayoría en este multitudinario
grito contra la guerra, y luego de marchar, saltar, cantar, silbar
y gritar por más de dos horas por el centro londinense se congregaron
en el famoso Hyde Park para escuchar los discursos. La innumerable
cantidad de batucadas y grupos de redoblantes acompañaron como
telón de fondo a lo largo de todo el recorrido ganándose
el aplauso de los jóvenes y marchistas.
Una joven gritaba frente a la casa de gobierno "Queremos que
el primer ministro sepa que nos oponemos a su decisión de ir
a la guerra". Muchos opinan que el inicio de la guerra no los
hizo de cambiar de opinión y que la siguen considerando una
guerra injusta. El comentario "Esta guerra es por el dominio
del mundo" se escucha una y otra vez a lo largo de toda la marcha.
La bronca por no ser escuchados y por el ataque de civiles en Irak,
se sentía en la fuerza y energía de los cantos.
En Hyde Park se escucharon los discursos del diputado escocés
George Galloway quien señaló "si un crimen es algo
malo antes de que sea cometido, es también malo mientras se
es cometido." Este argumento es en referencia a todos aquellos
que apoyaron la marcha del 15, pero una vez iniciada la guerra opinan
que no hay otra cosa que hacer más que 'defender a los soldados'.
Otros de los oradores fueron, el escritor Tariq Ali, el diputado Jeremy
Corbyn, dirigentes sindicales, líderes de la comunidad musulmana
y kurda y Lindsey German del comité directivo de la coalición
Stop the War, Kate Hudson del CND.
Además de la marcha en Londres, hubo una manifestación
de casi 5,000 personas en las cercanías de las bases militares
de la Royal Air Force en Fairford en Gloucestershire (unos 150 kilómetros
al oeste de Londres). Esta base se convirtió en el blanco de
las manifestaciones porque desde ahí salen los poderosos B-52,
famosos por su largo alcance, y que fueran utilizados en los bombardeos
de ayer.
Otros 1,000 manifestantes eligieron como blanco de sus protestas
el centro militar de comunicación norteamericano Menwith Hill,
ubicado en la región de Yorkshire al norte de Inglaterra. La
convocatoria de esta marcha se llamó bajo la consigna "Foil
the Base", que se podría traducir como 'rodear la base
con papel metalizado' porque los miles de manifestantes fueron a la
protesta vestidos en telas de aluminio y flameando banderas del mismo
material con la intención de interrumpir las comunicaciones
bloqueando las señales de los satélites.
También se vivieron jornadas de protesta en Manchester y en
las ciudades escocesas de Glasgow, Edingurgh, Aberdeen e Inverness.
En la ciudad de Bristol 2.500 personas protagonizaron una sentada
cortando la calle por unas cuantas horas.
En Londres, la policía reprimió a una grupo de unos
500 jóvenes que luego del acto de Hyde Park se dirigían
cantando hacia la calle comercial Oxford Street. Los jóvenes,
cuyo único 'crimen' fue cantar consignas contra la guerra fueron
rodeados por la policía y no se les permitió moverse
por un par de horas. Esta misma táctica ya fue utilizada por
la policía durante la protesta antiglobal del 1 de mayo.
A medida que Blair y Blush aumentan su escalada guerrerista el movimiento
contra la guerra se va radicalizando. Los jóvenes muestran
que no están dispuestos a callarse, además de las innumerables
y entusiastas marchas, sentadas, acostadas, y demás actividades
que organizaron estas últimas semanas, hay planificadas un
sin fin de actividades. Casi todas las facultades y secundarios cuentan
con su propio colectivo contra la guerra y la imaginación no
tiene límites ni fronteras para estos jóvenes contra
la guerra. Las marchas de hoy dejan en claro que la oposición
que Blair enfrenta en este momento no se acabará después
de terminada la guerra, sino deberá dar una batalla 'en su
propia casa'.
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